MÉRIDA: UN PARAÍSO DEL DISEÑO 

Mérida, Yucatán, se ha convertido en una opción increíble para disfrutar de comida deliciosa, mucha cultura, tradiciones y un montón de lugares donde el diseño novedoso y atractivo reina. Si tienes ganas de un viajecito con estilo, aquí te dejamos algunas opciones para que lo armes.

¿Dónde comer rico y bonito en Mérida?

ÁNIMA

Ánima te recibe con un lobby rojo y teatral donde podrás echarte una partida de shuffleboard mientras esperas tu mesa. Al fondo y detrás de una cortina, una pequeña biblioteca será la entrada a un gran patio donde la madera, la piedra y el fuego son los protagonistas. Aquí todo está pensado para que el fuego y la parrilla sean el corazón de este espacio y claro, de la comida.

Calle 47 461, Centro, Mérida, Yucatán, IG: @animaaaaaaaaaaaaaaaaa

TE EXTRAÑO, EXTRAÑO

Es un pequeño espacio donde el arte, la literatura y el diseño convergen. Después de pasar por una librería, el pasillo te va preparando para un patio interior donde el mobiliario, los textiles y la paleta de colores buscan esa atmósfera íntima y muy aesthetic. Aquí podrás disfrutar un buen brunch rodeado de naturaleza y frases sacadas de libros que seguramente robarán tu atención.

Calle 56 426, Centro, Mérida, Yucatán, IG: @te__extrano__extrano

ARIADNA

¿Tienes una cita o ganas de una cena especial? Ariadna es el espacio ideal. En esta casona se combina lo clásico y lo nuevo, desde los típicos techos altos con doble alturas hasta los desniveles y la naturaleza que convive en armonía con la naturaleza. Este es uno de esos lugares donde cada mesa parece puesta para que le tomes una foto y donde, por si fuera poco, la comida es espectacular.

Calle 52 450, Centro, Mérida, Yucatán, IG: @ariadna.rest 

Hoteles en Mérida para recordar

CASA AMATE 61

En pleno barrio La Mejorada de Mérida, Casa Amate 61 toma una vieja residencia art decó y la convierte en una joya de diseño para viajeros que buscan más que solo dónde dormir.
Adentro encontrarás lofts convertidos en habitaciones, un carril de nado entre los espacios, murales que hacen referencia a la ciudad y materiales locales como madera de tzalam y acabados de chukum. Te recomendamos una habitación que dé al patio central por la mezcla de diseño, luz natural y naturaleza.

Calle 61 388, Centro, Mérida, Yucatán, IG: @casaamate.mx

CASA AMATE 62

A solo cuadras de Casa Amate 61 (pero sintiéndose como un espacio totalmente diferente) está Casa Amate 62, que apuesta por un impacto visual más juvenil; con sus colores azules y su diseño que nos transportó un poco a aquellos hoteles de Acapulco en los 1980. Si optas por este lugar, ve al rooftop al atardecer para descansar en su alberca o a su solarium al amanecer para hacer un poco de yoga. Disfruta su carril de nado coronado con dos jacuzzis, uno de cada lado.

Calle 62 421, Centro, Mérida, Yucatán, IG: @casaamate62

Justo al inicio del emblemático Paseo de Montejo se encuentra Kahal, una casona del siglo XIX restaurada que mezcla historia, lujo y comodidad. Sus muros conservan la mampostería original, los techos son altos y los pisos de pasta se conservan como era desde su creación. Un sello inconfundible de las casas de Mérida. En las habitaciones encontrarás comodidad y detalles como textiles bordados por artesanos locales y materiales endémicos. No te pierdas el solario con jacuzzis y vista al Paseo Montejo.

Calle 56a 500b, Paseo Montejo, Mérida, Yucatán, IG: @kahalhotel

CIGNO HOTEL BOUTIQUE

Ubicado en el Barrio de La Ermita, esta mansión de 1800 rescata la arquitectura original combinada con un gran diseño interior y un aroma increíble que te atrapará desde que entras. Con solo 10 habitaciones, es ideal para un viaje en pareja, pues podrás disfrutar de la intimidad de sus espacios, relajarte en cualquiera de sus dos albercas, disfrutar un drink en su terraza o desayunar en su restaurante. Por si fuera poco, Cigno cuenta con una estrella Michelin, que garantiza que tu estancia será excepcional y única.

Calle 66 593, Barrio de la Ermita, Mérida, Yucatán, IG: @hotelcigno

Se te antojó un viajecito, ¿verdad?

Cortesía de Chilango



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