“A la gente no le gustan las mujeres poderosas”: Chimamanda Ngozi Adichie

Sharjah, EAU.- Aunque afirma que “uno no escribe pensando que será la voz de una generación”, Chimamanda Ngozi Adichie lo es, y no de una, sino de varias. La suya es una de las voces más potentes del escenario literario y feminista en la actualidad y declara que se siente impulsada por sus ancestros para contar historias.

La autora nigeriana escritora de bestsellers como “Americanah” en 2013 y del contundente ensayo “Todos deberíamos ser feministas”, en 2014, vuelve doce años después con una nueva novela bajo el brazo que promete ser un acontecimiento editorial: “Unos cuantos sueños” (Dream Count), en español, editado por el sello Random House.

Son las 9:30 de la noche y su presencia inunda el Intellectual Hall del Centro de Exposiciones, donde se celebra la 44° Feria Internacional del Libro de Sharjah, colmado por un público que ha esperado ansioso a que la escritora aparezca en el escenario y le ha saludado con júbilo.

La charla, que conduce el periodista emiratí Abdulkarim Hanif, se desarrolla en varias capas o círculos concéntricos, es decir parte de la experiencia original de una mujer africana emigrante y de sus raíces familiares, para extenderse hacia revelaciones de su vida personal, las relaciones humanas, el poder de la escritura y las erradas nociones de África.

Sobre la pausa de más de una década en el terreno de la novela, refiere que el dolor por las muertes de su padre y su madre durante la pandemia de Covid-19, con apenas meses de diferencia, la sumió en un silencio depresivo, que ha logrado romper gracias a “Unos cuantos sueños”, una novela cargada de reflexiones acerca del confinamiento, la soledad, la vida y los vínculos humanos.

En un país donde la presencia africana es crucial, la nigeriana cuestionó las ideas que se han tenido acerca de África a lo largo de los siglos y vertió ideas sobre las nuevas formas de colonialismo. “El inglés no debería tener el tipo de poder que tiene en el mundo”, dijo por ejemplo, en charla previa con El Economista.

Presentación del libro en Sharjah. Foto EE: Francisco de Anda

El don de la escritura

El don de la escritura y la pasión por contar historias le vienen de sus ancestros, revela Chimamanda. Después del lapsus de depresión, ella tardó mucho tiempo en volver a escribir. “Creo firmemente que el espíritu de mi madre me ayudó. Siento con mucha fuerza que cuando alguien nos deja físicamente, algo permanece. Ella me ayudó porque después de casi diez años sin escribir ficción, de repente pude volver a hacerlo (…) Creo que de algún modo ella vino a recordarme el don que pusieron mis ancestros en mí para contar historias y la responsabilidad de usar ese don”, afirma.

Pero “Unos cuantos sueños” no es una novela de duelo, sino de vida. Habla del amor, de los sueños de cuatro mujeres africanas inmigrantes en Estados Unidos durante la pandemia, y de los obstáculos que encuentran para concretarlos, asegura.

Eso me da pie para ahondar con ella en temas relacionados con la inequidad, la invisibilidad, la violencia de género y preguntarle acerca de las preocupaciones femeninas en la literatura que parecen dibujar una agenda común.

“Creo que las mujeres son diferentes en diferentes partes del mundo. Pero también creo mucho en una especie de universalidad de la experiencia. Lo sé por mi propia experiencia de viajar y conocer mujeres en diferentes lugares. Me interesa cómo, ya sea en Corea del Sur, en Dinamarca o en Brasil, cuando hablo con mujeres, a menudo, las quejas y las experiencias que he visto son similares. Por supuesto, siempre hay diferencias culturales, pero fundamentalmente creo en esta universalidad de la experiencia femenina”.

Opresión e invisibilidad

A pesar de que hoy las mujeres han alcanzado mayor visibilidad, no sólo en las letras, la ciencia y la academia, sino en muchos otros campos de la vida, la autora, que es una de las voces feministas más reconocidas en Estados Unidos, Europa y África, opina que el rezago histórico está aún lejos de abatirse.

“Me gusta que uses esa palabra visibilidad. Y es que en muchos de estos países, las mujeres son invisibles. Incluso si son mujeres, la relación con el poder siempre es complicada. Encuentro que en todas las culturas, a la gente generalmente no le gustan las mujeres poderosas. Incluso a las mujeres no les gustan las mujeres poderosas”, asegura.

“Esto es cierto en todas partes del mundo. Así que entonces se convierte para mí en una cuestión, qué pasa con estas culturas, que aún oprimen y hacen invisibles a las mujeres. Y Luego están las culturas que dicen incluir a las mujeres si incluirlas realmente, y que todavía tienen una relación muy interesante entre las mujeres y el poder. Mi novela se llama “Dream Count”, y trata sobre los sueños de las mujeres. Y a menudo pienso: a cuántas mujeres no se les ha permitido que florezcan.

Cita como ejemplo a las universidades en Estados Unidos que comenzaron a recibir mujeres no hace mucho tiempo.

”Cada vez que voy, les pregunto, ¿cuándo fueron admitidas por primera vez las mujeres aquí? Y te das cuenta de lo reciente que es. Hillary Clinton estaba en la primera clase que admitió mujeres en la Facultad de Derecho de Yale. Eso no fue hace tanto tiempo”.

“Así que a menudo me encuentro pensando en cuánto habríamos ganado como sociedad si hubiéramos incluido a las mujeres antes. Tal vez hubiéramos curado muchos cánceres, porque hay muchas mujeres brillantes que querían ser médicas, pero no podían ir a la escuela de medicina”.

Muchas figuras políticas hablan de feminismo y se declaran feministas, pero ¿qué significa realmente para ellos?, le pregunto.

“Sí, hablan de ello, ese es el problema, pero no están haciendo nada. Bueno, es muy emocionante que México tenga una mujer a cargo (del gobierno)”.

“Tengo muchas esperanzas ahora de que finalmente (los mexicanos) hayan tenido el sentido común de traer a una mujer. Las cosas mejorarán en México. Y hasta ahora ella (la presidenta Claudia Sheinbaum) parece muy sensata”.

“Pero volviendo a la pregunta. Creo que debería haber más acción y menos charla. Quiero decir, ya sabes, la gente habla de feminismo y necesitamos más representación de las mujeres en posiciones de poder, pero realmente no está sucediendo. Ruanda está liderando el camino en el mundo, por cierto, con más mujeres en su parlamento. Tal vez deberíamos mirar a Ruanda para que nos enseñe un poco más”.

La gente vive aterrorizada

Se agota el tiempo para la entrevista y Chamamanda Ngozi tiene que acudir a su cita con sus fans que aguardan en el Intellectual Hall. Sin embargo, no podemos dejar de comentar cómo se ve desde México la situación que atraviesan los migrantes en Estados Unidos. Ella misma es inmigrante. Nació en Nigeria pero se mudó muy joven a Estados Unidos, donde hizo estudios universitarios, y desde entonces divide su residencia entre ambas naciones.

“Estados Unidos es una nación de inmigrantes y eso forma parte de su identidad, todos lo sabemos. En otras palabras, si estás de acuerdo con esta idea, entonces puedes convertirte en estadounidense. Pero también, al mismo tiempo, creo que es el país más diverso del mundo.

“Creo que ahora, en Estados Unidos, ser una persona con piel morena es automáticamente ser considerado potencialmente culpable de ser un inmigrante indocumentado. Y, por supuesto, esto plantea muchas preguntas. Así que creo que, sí, para responder a tu pregunta, sí, es un tema con el que, por supuesto, los estadounidenses están muy comprometidos. Ellos temen, yo temo, hay miedo en la gente. La gente está aterrorizada. Y creo que tiene razones para estarlo, Si miras objetivamente lo que ha estado pasando, cómo tienes agentes del gobierno que esconden sus rostros y rompen las ventanas de los coches porque quieren arrestar a la gente…Es lo que yo llamo una crueldad innecesaria. De alguna manera, es una especie de terrorismo. Eso es el terrorismo. Se trata de acciones que se realizan para difundir el miedo en otras personas.Y eso es lo que está pasando”, comenta.

Finalmente, confirma que asistirá a finales de este mes a la 39 edición de Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde conversará con la escritora mexicana Cristina Rivera Garza. Y como dicen que toda novela es un poco autobiográfica no me aguanto las ganas de preguntarle si “Americanah” lo es.

No, no, dice entre risas. “La vida de mi personaje siempre es más interesante que mi propia vida. Mi vida es muy aburrida. He tomado algunas cosas de mi experiencia, pero ella no es como yo en absoluto”, responde y concluye.

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(INSERT FOTO PORTADILLA ESPECIAL)

“Unos cuantos sueños”

  • Chimamanda Ngozi Adichie
  • Penguin Random House
  • Año: 2025
  • Páginas: 546
  • Precio: 549 pesos

Cortesía de El Economista



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