Hay una creciente expectativa y le encanta haber formado parte del fenómeno. F1: La película llegará finalmente a la plataforma de Apple TV el 12 de diciembre después de haber sido un hit en los cines. Con holgado presupuesto y una posibilidad de acceso inédito gracias a la producción del corredor Lewis Hamilton, se filmó durante las temporadas 2023 y 2024 de la Fórmula 1, cuando algunos fines de semana era común ver a Brad Pitt y Damson Idris en las grillas de partida uniformados como conductores reunidos con Javier Bardem vestido con ropas de Tom Ford y Gucci en su rol de dueño de la escudería, todo un dandy.
La primera escena la filmaron en el Grand Prix de Silverstone, en julio de 2023, una carrera que ganó Max Verstappen ante 160 mil personas. A poco del inicio se vio a los dos autos de la ficticia escudería APXGP estacionarse últimos. Y a Pitt e Idris conversando con Bardem, que recuerda que era una sola toma y tenía que salir bien porque el set se iba a desvanecer para que los verdaderos corredores pudieran competir. “Era un sonido estremecedor, a pura adrenalina”.
Al actor español le tocó en Los Angeles promocionar virtualmente la llegada a la plataforma de la película y aprovechamos a preguntarle su opinión sobre las segundas oportunidades, un tema que es muy importante en la trama de F1: La película. Su escudería lleva dos años sin sumar un punto y Rubén Cervantes necesita recurrir a su rival en los ’90 cuando él también era corredor, Sonny Hayes, un conductor que abandonó la categoría después de un grave accidente y acepta volver para ayudarlo, convirtiéndose en mentor de un joven corredor, 30 años más tarde.
“Creo mucho en esto de las segundas o terceras oportunidades, cien por ciento. Es normal que fallemos y lo importante es pararse y tratar de nuevo no hiriendo a nadie en el camino. Así vamos aprendiendo, no hay ensayo para esta cosa llamada vida”, nos responde Bardem.
Dirá también que hay otros temas que le parecieron muy interesantes de abordar en F1: La película: La valoración de la amistad, por ejemplo. Le tocó entablar con Brad Pitt una relación de dos personas que compartieron mucho y dice que la química fue instantánea. “Las cosas pasan o no pasan, tengo 56 años y llevo haciendo esto 36, cuando te dan un guion y tenés que interactuar con alguien decís ‘espero que funcione’. Y Brad entró por primera vez a la habitación y ¡Boom!. Es un ser humano muy generoso. Lo nuestro funcionó tan bien, fue un verdadero bromance como le dicen acá”.
Le divierte la imagen. Recuerda a Pitt y a Idris manejando en serio autos de carrera, de cómo Hamilton, de quien dice que es un encanto de persona, se asombraba de que pasaran 6 horas en la pista.
Bardem confiesa ser un mal conductor y que no estaba interesado en la Fórmula 1 hasta ahora, cuando vio la cantidad de personas que hay detrás de esos autos. Y el riesgo que corren a pura pasión los conductores.
En Madrid se los suele ver a él y a Penélope saliendo de algún cine y tomando un taxi.
Están a punto de filmar juntos de nuevo. Un director francés escribió una película sobre un matrimonio de arquitectos que le construyen un refugio antiapocalíptico a un billonario de la tecnología (Patrick Schwarzenegger) y pensó en Javier Bardem y Penélope Cruz especialmente, quería a un matrimonio real y lo consiguió.
Se conocieron en un set (Jamón, Jamón) y años más tarde se enamoraron en otro (Vicky Cristina Barcelona). Bunker explorará la crisis del matrimonio de ficción, todo un desafío.
Como el de encarnar otro villano para su colección, como el asesino que le dio un Oscar en Sin lugar para los débiles. En 2026 se lo verá en la serie Cabo de miedo (Apple TV), como el personaje siniestro, en las huellas de Robert Mitchum y Robert De Niro. Seguramente le llegará otra posibilidad de aspirar a su primer Emmy, que este año muchos creyeron que iba a ganar como el padre de los hermanos Menéndez en la serie Monsters, pero que se terminó llevando Owen Cooper, el fascinante adolescente de Adolescencia.
Cortesía de Clarín
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