
Las familias mexicanas beneficiadas por el ingreso de remesas captaron 5,635 millones de dólares durante octubre, según información recabada por el Banco de México.
Con esta entrada de los llamados migradólares, se completaron seis meses consecutivos de ingresos mensuales superiores a los 5,000 millones de dólares, desde mayo del 2025.
Además, al revisar a detalle el comportamiento mensual de estas transferencias en el transcurso del año, queda octubre como el periodo donde ingresó el mayor flujo mensual de esas transferencias en dólares.
No obstante a la importante entrada de remesas captada en octubre, al hacer un comparativo respecto las transferencias recibidas por esos mismos 4.4 millones de familias en octubre del año pasado, se observa una nueva caída de 1.7 por ciento.
El comparativo anual de la entrada de remesas ha arrojado este comportamiento negativo durante siete meses consecutivos, respecto del dinamismo histórico observado el año anterior.
Para explicar este comportamiento de las remesas en México durante el 2025, expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), liderados por René Maldonado, explicaron en un reporte que “las tasas de crecimiento notoriamente negativas observadas este año (en México), indican un retorno a los valores de tendencia previos”.
“Estas tasas de crecimiento tan marcadamente negativas se explican por un fenómeno conocido como el efecto base, según el cual los crecimientos inusualmente altos del año base, que es el 2024, afectan tasas de crecimiento que se calculan en el siguiente año”, explicaron los expertos del BID en el informe titulado “Las remesas a América Latina y el Caribe en 2025. Adaptaciones en un contexto de incertidumbre”.
La información del Banco de México muestra que en los 10 meses reportados hasta ahora las remesas que han ingresado al país suman un acumulado de 51,344 millones de dólares, también inferior en 5.1% al flujo captado en el mismo lapso del 2024, cuando ascendieron a 54,090 millones de dólares.
Señales en el giro promedio
La directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex, Janneth Quiroz, explicó que el volumen de transacciones es una señal sobre la solidez del empleo en Estados Unidos para los trabajadores mexicanos.
Las cifras del Banco de México muestran que las remesas captadas en octubre ingresaron a través de 13.9 millones de operaciones, que resulta el mayor número de operaciones en 11 meses, solo superada por el registro de octubre del año pasado, cuando se registraron 14.7 millones de transacciones.
Según la información de Banxico, el promedio de las remesas recibidas por cada uno de los 11.1 millones de mexicanos beneficiadas ascendió a 403 dólares en octubre, que es registro más alto de los últimos tres meses reportados.
Siguen perdiendo capacidad de compra
Desde Nueva York, el economista para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, explicó que la apreciación anual del peso mexicano de 6.8% frente al dólar y la inflación promedio en octubre de 3.57% anual, hicieron que las remesas experimentaran una caída de 11.1% en términos reales.
De manera que además de la caída anual en los envíos de remesas en dólares, al pasarles el filtro cambiario a pesos mexicanos, experimentaron también una disminución en su poder de compra.
Tal como lo había explicado el responsable del Foro de Remesas del Centro de Estudios Monetarios de Latinoamérica (Cemla), Jesús Cervantes González, para los hogares receptores, resulta más relevante lo que pueden comprar con dichas remesas.
El experto reveló en entrevista, que a partir del 2021, la inflación interna y la apreciación del peso mexicano en el mercado cambiario disminuyeron el poder de compra de las remesas recibidas por México.
Impuesto y endurecimiento de medidas anti lavado, retos
El economista Alberto Ramos, identificó a la evolución del mercado laboral de Estados Unidos y los salarios de los trabajadores poco calificados como los dos riesgos clave para los emisores de las remesas en Estados Unidos.
“El endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses y las medidas para reducir los flujos de drogas ilícitas así como el lavado de dinero, podrían afectar la dinámica de los envíos a través de registros formales”, alertó.
Los datos aportados mensualmente por el banco central corresponden precisamente a los registros de transferencias a través de canales formales de envíos.
Los expertos del BID, anticiparon que cuando el impuesto haya entrado en vigor, puede presentarse una disminución de los flujos observados por las autoridades que compilan las estadísticas. Esto, si los emisores optan por el uso de canales fuera de la vigilancia estatal para los envíos.
Cortesía de El Economista
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