Semefo retomará identificación de cuerpos rezagados


El director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), Axel Rivera, anunció que retomarán de manera prioritaria el proceso de identificación de cuerpos y restos humanos de Personas Fallecidas Sin Identificar (PFSI) que llevan siete o más años en resguardo. La medida busca atender un rezago histórico que, según datos oficiales, incluye 60 cuerpos con más de siete años sin identificar, de los cuales seis tienen entre 11 y 14 años en esa condición.

Aunque el organismo reconoce que requiere la contratación de al menos 150 peritos para completar su plantilla y abatir la acumulación de casos, Rivera afirmó que iniciarán de inmediato el trabajo con los cuerpos de mayor antigüedad. El primer paso es reconstruir y actualizar el archivo básico de identificación, un instrumento obligatorio que, explicó, contiene la información esencial de cada persona bajo resguardo. “Se van a revisar todos estos casos para que tengan sus archivos básicos completos y si hay información que renovar, que mejor se renueve”, señaló.

El archivo básico integra un expediente con el informe de criminalística, fotografías del caso, análisis de autopsia y registro de características particulares como intervenciones médicas, dentadura, tatuajes, cicatrices, huellas dactilares o señas distintivas. En los casos en que los restos corresponden a osamentas o cuerpos ya esqueletizados -situación frecuente en ingresos antiguos- interviene el área de antropología, responsable de determinar sexo, edad, estatura, patologías, lesiones u otros elementos que permitan perfilar identidades.

Según Rivera, cerca de 355 cuerpos o restos podrían clasificarse como de “larga data”, categoría que el IJCF aplica a aquellos con más de cinco años en resguardo. “Hemos considerado como casos de larga data por las características del proceso que ocurre después de la muerte con el cuerpo; la descomposición cadavérica”, explicó.

Una vez completados los expedientes, se procederá a la toma de muestras genéticas para su cotejo con datos aportados por familiares o con registros nacionales. Cuando no existe coincidencia o no hay reclamo, los cuerpos serán turnados a la Comisión de Inhumación para su destino final en panteones municipales.

Respecto a las razones que impidieron su identificación en su momento, el titular del IJCF admitió que existieron omisiones de la autoridad ministerial, que en algunos casos no solicitó dictámenes antropológicos o pruebas genéticas. No obstante, recordó que “la ley no preveía específicamente qué hacer, el Ministerio Público iba tomando sus decisiones”.

Para Jonathan Ávila, coordinador del Eje Temático de Desaparición del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), aún persisten obstáculos estructurales. Explicó que muchos cuerpos no fueron registrados adecuadamente al ingresar a la morgue, lo que dificulta su trazabilidad; mientras que, en el caso de restos fragmentados, la falta de piezas vitales impide completar expedientes aptos para su inhumación.

El desafío es mayúsculo. De acuerdo con el registro público del propio IJCF, en sus instalaciones permanecen almacenados, desde el 19 de septiembre de 2018, más de cinco mil cuerpos y fragmentos óseos de Personas Fallecidas Sin Identificar, resguardados en cámaras frigoríficas y refrigeradores del Semefo.

Hay más de cinco mil restos en el Semefo sin identificar

En las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) se encuentran más de cinco mil cuerpos y fragmentos óseos de Personas Fallecidas Sin Identificar (PFSI), almacenados en cámaras frigoríficas y refrigeradores del Servicio Médico Forense (SEMEFO) desde el 19 de septiembre de 2018, según su registro público.

De este total, aproximadamente mil 300 corresponden a cuerpos completos, informó Axel Rivera durante su comparecencia ante la Comisión Especial de Desapariciones del Congreso de Jalisco, en la glosa del primer informe de gobierno de Pablo Lemus. “Hay una gran cantidad de segmentos humanos, no todos son cuerpos. La cantidad de cuerpos en resguardo del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses son alrededor de mil 300. Hemos hecho a la fecha alrededor de 130 identificaciones de larga data, sin contar los que tienen menos tiempo de evolución”, señaló.

El funcionario reconoció que, con personal suficiente, el rezago en la identificación de cuerpos podría resolverse en un plazo aproximado de dos años. Actualmente, el instituto enfrenta limitaciones operativas que prolongan el proceso. “Considero que, con la cantidad de personas que tenemos aquí, desgraciadamente serían muchos años para poder lograrlo. Si llegamos a tener personal suficiente, sobre todo para los temas más complejos que es la genética forense, si vamos a tener una cantidad suficiente de peritos, en dos años abatiríamos ese rezago”, explicó. Además, admitió que algunas delegaciones forenses, como las de Puerto Vallarta y Tepatitlán, están rebasadas en su capacidad operativa.

En una ficha informativa, el IJCF detalló las acciones que se aplican para impulsar la identificación de cuerpos. Entre ellas destacan la gestión de la información, la fusión de bases de datos que antes estaban divididas entre el IJCF y el Centro de Identificación Humana, y la reorganización interna, con el objetivo de incrementar la identificación y restitución de personas fallecidas.

El área de Genética del instituto se está fortaleciendo con más personal y peritos especializados en manejo de bases de datos. Asimismo, se implementan acciones específicas para cuerpos de larga data, es decir, aquellos con más de cinco años de resguardo y que ya se encuentran en proceso de esqueletización u osamentas. Para esto, se inicia el archivo básico de identificación, recopilando información de huellas dactilares para cruzarla con datos del INE. Entre 2018 y 2025, este proceso permitió identificar 1,159 cuerpos mediante intercambio de información con la institución.

También se realizan cruces con bases de datos criminales nacionales, fichas odontológicas y antecedentes médicos para determinar posibles delitos relacionados con las personas fallecidas y conjuntar casos de larga data. Además, el IJCF ya tiene un convenio con la Fiscalía General de la República (FGR) y espera que a partir del segundo trimestre de 2026 se puedan compartir perfiles genéticos con fiscalías de todo el país.

Una vez completados los archivos básicos, se toman muestras genéticas para cotejos con información aportada por las familias y facilitar la restitución. En caso de que no se entreguen a familiares, los restos se presentan ante la Comisión de Inhumación para ser depositados en gavetas de panteones municipales y enterrados.

Voz del experto
Jonathan Ávila, coordinador del Eje Temático de Desaparición del CEPAD

Falta personal e inversión

Expertos en la materia criticaron que el rezago forense en Jalisco se agrava por la falta de personal, infraestructura y recursos económicos en el Instituto Jalisciense y sus sedes regionales, lo cual dificulta la posibilidad de identificar los restos humanos acumulados en las morgues del estado.

Jonathan Ávila, coordinador del Eje Temático de Desaparición del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), señaló que se debe revisar el estado de la situación forense en la entidad, así como la incapacidad de las autoridades para resolver el rezago en la identificación de cuerpos.

“Evidencia que sigue existiendo la necesidad de revisar el estado de la crisis forense (…) evidencia la falta de capacidades de las autoridades periciales para poder atender estos casos”.

El especialista añadió que hay dificultades para identificar cuerpos completos, debido a que al momento de su ingreso a la morgue no se hicieron sus registros adecuados.

Años de resguardo

El Registro de Personas Fallecidas Sin Identificar (PFSI) del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) reporta más de 5 mil cuerpos y fragmentos óseos resguardados desde 2018 en cámaras del SEMEFO. Algunos restos permanecen aún desde años anteriores, como los de Magdalena Pérez López, hallada en 2014 y resguardada 11 años antes de ser identificada. Otro caso es el de María Guadalupe Alcalá Macías, localizada tras ocho años. Según transparencia del IJCF, hay 60 cuerpos con siete o más años de resguardo, incluidos seis con 11 y 14 años, a la espera de identificación y entrega a familiares.

CT

Cortesía de El Informador



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