La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi llegó a la Feria Internacional del Libro (FIL) entre el bullicio de la sala de prensa y algunos rostros impacientes por el retraso de la autora; cuando apareció con un brillante vestido color naranja, el silencio envolvió el lugar casi de inmediato y la única voz que se escuchó al segundo siguiente fue la de ella.
Chimamanda, quien este año publicó su libro Unos cuantos sueños (tras más de una década sin publicar una novela), da protagonismo a las experiencias de las mujeres nigerianas con temas sobre la migración, el deseo de una vida mejor y el feminismo.
A través de sus páginas, Chimamanda invita a cuestionarse qué significa soñar en un mundo donde las mujeres aún tienen limitaciones.
“Hay una parte de mí que espera y desea que esta novela se convierta en una razón para sacar esos sueños del bolsillo, desempolvarlos e intentar perseguirlos. También creo que hay muchos problemas por los que pasan las mujeres, pero es muy importante que no tengamos una única historia sobre las experiencias de las mujeres… A veces creo que cuando hablamos de feminismo, hablamos de todas las cosas terribles que están sucediendo y debemos hablar de ellas. Pero también quiero hablar de los sueños, y también quiero hablar del amor, y quiero hablar en la novela de cómo las mujeres pueden apoyarse unas a otras”.
Por ello, Chimamanda, ganadora del National Book Critics Circle Award por su novela Americanah, explora en su nueva obra las diversas formas complejas y matizadas de la vida de las mujeres, más allá de la opresión y los conflictos con los que se encasilla el feminismo; a través de sus páginas celebra la amistad y la unión femenina.
“Quiero que todas las mujeres del mundo sueñen más y sepan que sus sueños importan. Quiero decir, los hombres también deberían soñar, pero la cuestión es que los hombres siempre han soñado y vivimos en un mundo que apoya los sueños de los hombres. Incluso las mujeres son más propensas a apoyar los sueños de un hombre que los de una mujer. Así que eso es lo que yo creo que son cosas importantes en las que pensar y sobre las que hablar”, sentenció.
Cabe destacar que la publicación de dicho libro ocurrió luego de momentos difíciles para la autora, en los que perdió a sus padres durante la pandemia de COVID-19, suceso que reveló le causó depresión y la imposibilitó escribir pese a que tenía todos sus personajes en su cabeza.
Sin embargo, para Chimamanda el primer paso para sanar es reconocer que se tiene una enfermedad, abrazarla y darse la oportunidad de sentir sus emociones, aunque estas sean tristes.
“Ahora tienes que intentar encontrar formas de superar esta horrible oscuridad que quiere apoderarse de ti, ¿verdad? La vida es corta, tenemos que luchar. Pero también creo que, al luchar, tenemos que reconocer que somos frágiles, y por eso uso mi temporizador, como chocolate y hago todas esas cosas que se supone que no debes hacer. Las hago porque estoy deprimida y luego, con suerte, espero que también me ayude”.
Por otro lado, la escritora habló sobre la posibilidad de cambiar la visión del mundo de las personas a través de la literatura y educarlas de una manera más profunda, a diferencia del aprendizaje que generan los libros de historia.
“Ya sabes, un libro de historia te cuenta lo que pasó; la literatura te cuenta cómo se sintió, y creo que saber cómo se sintió es muy importante porque, como seres humanos, todos somos seres emocionales, todos nosotros. Y a menudo son nuestras emociones las que nos mueven a actuar. Por eso sé que a menudo cambié mi forma de ver las cosas basándome en la lectura de novelas”, detalló Ngozi.

¿De qué trata Unos cuantos sueños?
Unos cuantos sueños nace del dolor de la escritora, pero no es un tema presente en la novela; la historia, traducida por Carlos Milla, se centra en cuatro mujeres soñadoras y el impacto de sus decisiones.
De acuerdo con la sinopsis del libro, Chiamaka es una escritora de viajes nigeriana que reside en Estados Unidos y, durante la soledad de la pandemia, recuerda a sus antiguos amantes mientras se enfrenta a sus propias decisiones y remordimientos.
Su mejor amiga, Zikora, es una abogada exitosa en todo hasta que, cuando se ve traicionada y con el corazón roto, debe recurrir a la persona que menos creía necesitar.
Mientras que Omelogor, prima de Chiamaka, es influyente en Nigeria y comienza a cuestionarse hasta qué punto se conoce a sí misma.
Finalmente, Kadiatou, el ama de llaves de Chiamaka, cuida a su hija con orgullo en Estados Unidos, pero debe enfrentarse a un obstáculo inesperado que amenaza todo lo que se ha esforzado por construir.
Chimamanda Ngozi ha sido traducida a más de 55 idiomas; es ganadora del Premio de Escritores de la Commonwealth por su obra La flor púrpura, y recibió además el Women’s Prize for Fiction «Best of the Best» por Medio sol amarillo.
SV
Cortesía de El Informador
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