Todo empezó,como suele suceder en los terrenos de la arqueología, con un hallazgo inesperado en una zona rural del condado de Ardahan, en el noreste de Turquía. Allí se descubrió una piedra antigua con una inscripción en arameo, una pieza arqueológica sin precedentes en esta región. La inscripción, que se ha trasladado al Museo de Arqueología y Etnografía de Kars, se analiza ahora bajo la mirada experta de los estudiosos que buscan desentrañar su significado. El descubrimiento ha despertado un gran interés académico, ya que nunca antes se había documentado un texto en arameo en las provincias de Kars y Ardahan.
El primer impacto científico
Tras su traslado al museo, el equipo local realizó una evaluación preliminar de la inscripción pétrea. Según Hakim Aslan, director interino del museo, la inscripción está incisa sobre una base rectangular irregular que parece haber sido diseñada para colocarse sobre un soporte.
En una primera visual, los caracteres en la piedra se identificaron como arameos, lo que sorprendió a los investigadores por la rareza del hallazgo en esta área. Aslan afirmó que es la primera vez que se encuentra un texto en esa lengua en la región, lo que podría llegar a redefinnir parte de la historia epigráfica de Anatolia oriental.
El uso del arameo en esta zona es especialmente interesante. En la antigüedad, el uso de esta lengua semítica se extendía por gran parte del Próximo Oriente. Con todo, su presencia en Anatolia oriental apenas estaba atestiguada. El hallazgo, por tanto, podría indicar que el arameo tuvo un papel administrativo o diplomático en la región, quizá como lengua de poder o de comercio incluso en aquellos territorios dominados por las potencias helenísticas o romanas.
¿Una referencia a un rey antiguo? Las primeras lecturas
Los especialistas ya han iniciado el proceso de transcripción para hacer legible el texto, que se ha desgastado por los efectos del paso del tiempo. De acuerdo con estas lecturas iniciales, se ha identificado el nombre de Artaksiad o Artaxias, un monarca perteneciente al periodo seléucida (312 a. C.-63 a. C.). Sin embargo, los investigadores advierten que, puesto que varios reyes portaron ese nombre, no es seguro a cuál de ellos se refiere la inscripción. Según los responsables del estudio, existe la posibilidad de que se trate del primer rey conocido con ese título, lo que abriría nuevas vías para comprender las dinámicas políticas de la zona.
El equipo plantea que la inscripción podría reflejar las transformaciones políticas experimentadas en la región tras la derrota seléucida y el establecimiento de la autoridad romana en la región. Puesto que se menciona la figura real de Artaksiad, se sugiere que el texto podría registrar un momento de transición, tal vez la consolidación de fronteras, la reorganización del poder local o incluso la reivindicación del poder legítimo por parte de un rey que buscaba reafirmar su dominio.
Indicios de un posible marcador territorial
Una de las hipótesis más sugerentes ofrecidas hasta el momento sobre la función de esta piedra es que podría haber funcionado como un mojón, un marcador de los límites territoriales. El museo sostiene que, durante la época en que pudo haberse tallado la inscripción, era común utilizar piedras con inscripciones para delimitar las fronteras entre las comunidades o los dominios. De hecho, en la provincia vecina de Iğdır ya se han encontrado otros textos arameos que cumplían justamente esa función, lo que refuerza esta hipótesis.
Pasos para descifrar el texto completo
El siguiente reto al que se enfrentan los investigadores es completar la transcripción de los signos, compensando el desgaste de la piedra para poder leer el texto con claridad. Solo después de que se finalice este trabajo podrán proponer una traducción fiable que permita entender el contenido real de la inscripción. ¿Se tratará de una dedicatoria, un mensaje político de soberanía, un límite territorial o alguna fórmula conmemorativa? Cuando los epigrafistas consigan descifrar la inscripción por completo, el equipo del museo prevé incluir la piedra en su inventario oficial y exhibirla al público.
Implicaciones para la historia regional
El descubrimiento de esta piedra inscrita en Ardahan podría cambiar el relato histórico que concierne a los territorios de Anatolia oriental durante la época helenística y romana. Si se confirma que la inscripción menciona, en efecto, a un rey Artaksiad, se abrirán nuevas preguntas sobre la extensión de su poder, su legitimidad y sus relaciones con otras entidades políticas. Por otro lado, la aparición de un texto en arameo sugiere que esta lengua pudo haber tenido en la región una función y un mayor relieve de lo que se pensaba hasta ahora.
El hallazgo, por otro lado, también subraya la necesidad de poner la mirada histórica en regiones menos exploradas desde un punto de vista arqueológico. Pese a su riqueza histórica, zonas como Ardahan se han estudiado de manera menos sistemática que otras partes de Anatolia. Esta inscripción, por tanto, constituye un excelente ejemplo de cómo el trabajo a nivel local puede aportar datos relevante que transformen nuestra comprensión del pasado.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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