De lo que no habló AMLO en su video

El viernes pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) difundió el informe sobre finanzas públicas y deuda pública a octubre del presente año. Lo primero a resaltar es que entre el informe publicado un mes antes y éste, hay cambios que merecen ser comentados, pero sobre todo, que deberían ser explicados por esa dependencia, como es el caso de las estimaciones del nivel de endeudamiento como porcentaje del PIB, que resulta de medir la variable más aceptada como indicador del endeudamiento que es el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), contra el Producto Interno Bruto (PIB).

En el informe publicado el 30 de octubre, SHCP estimaba que al cierre de 2025, la razón SHRFSP a PIB se ubicaría en 52.3 por ciento. Sin embargo, en el más reciente informe esa dependencia nos reporta que su estimación para el cierre de 2025 se incrementó a 53.6 por ciento. Es decir, de pronto, de un mes a otro, el nivel de endeudamiento se ajustó a la alza en 1.3 puntos porcentuales del PIB. Uno pensaría que estos ajustes tienen que ver con que SHCP revisó su estimación de crecimiento del PIB para ser más realista y dejar el optimismo para otros años, sin embargo llama la atención que también ajustó su estimación para 2024 -un dato ya conocido hace varios meses-. Un mes antes, reportaba que el último año del gobierno del presidente López Obrador había cerrado con un nivel de endeudamiento equivalente a 51.3% del PIB. Apenas 28 días después, el dato de 2024 se incrementó a 52 por ciento.

En este contexto, no podemos pasar por alto dos datos también muy relevantes del informe presentado el viernes. El gasto en pensiones para el periodo enero–octubre se incrementó en 7.5% frente al mismo periodo de 2024 y el costo financiero de la deuda se incrementó en 7.9% frente a lo erogado hace un año para el mismo lapso de tiempo. Ambos rubros crecieron a mayor velocidad que los ingresos presupuestarios del sector público, que en el mismo periodo crecieron en 6.6% frente a los primeros 10 meses de 2024.

Con ese desempeño, observamos que al cierre del periodo enero–octubre de 2025, la suma del gasto en pensiones y jubilaciones y el costo financiero alcanza ya un monto de 2 billones 311,000 millones de pesos. Con los datos reportados por SHCP, estos dos conceptos representan ya el 45% del gasto neto pagado reportado por la dependencia. Para el mismo periodo de 2024, sumaba 2 billones 66,000 millones de pesos, que representaron 39% del gasto neto pagado.

Lo anterior nos muestra un panorama con enormes desafíos para la administración de la presidenta Sheinbaum. Por un lado, el gasto en dos rubros que son ajenos a su control se está incrementando a un ritmo mayor que el de los ingresos, lo que está orillando al gobierno a contener el gasto en otros rubros que resultan fundamentales para el crecimiento económico y para el desarrollo de nuestro país. Por otro lado, el nivel de endeudamiento se ha incrementado a niveles que empiezan a preocupar particularmente porque hemos visto cómo con la 4T se ha erosionado la capacidad de crecimiento de la economía. A partir de que llegaron al poder en 2018, y al cierre de 2025, la economía mexicana habrá crecido a una mediocre tasa anual de 0.7 por ciento.

Aún recuerdo que durante el periodo 2012–2018, en el que fui senador, mi entonces colega Mario Delgado advertía un día sí y otro también que el gobierno se estaba endeudando mucho y que el problema era que la economía no crecía como SHCP lo había anunciado. En una entrevista de agosto de 2016, se quejaba de que en 2014, en lugar de crecer a una tasa anual de 3.5%, el PIB solo había crecido en 2.5%, y anticipaba con mucha preocupación que el nivel de endeudamiento al cierre del sexenio es ubicaría en 50% del PIB. Según SHCP, 2018 cerró en 43.6%, muy lejos de lo que el ahora titular de la SEP anticipaba. Me pregunto qué dirá del 53.6% que ahora estima SHCP para 2025, con una economía creciendo por debajo del 0.5% anual. Por cierto, de eso no habló López Obrador en su video dominical.

*El autor es economista.

Cortesía de El Economista



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