
El comercio mundial batirá récord en 2025, al crecer alrededor de 6.8% a tasa interanual, a unos 35.5 billones de dólares aproximadamente, proyectó la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
De este aumento total, los bienes aportarían alrededor de 1.5 billones de dólares (aproximadamente 6% de crecimiento en comparación con 2024), para alcanzar 25.9 billones de dólares.
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A su vez, los servicios sumarían alrededor de 750,000 millones de dólares (un alza cercana a 9% en comparación con 2024), totalizando 9.6 billones de dólares.
Si se cumplen los pronósticos, ambas subcategorías registrarán máximos históricos. Además, el comercio de productos acumularía dos años de crecimientos y el comercio de servicios encadenaría cinco años de alzas, a tasas interanuales.
El avance del comercio mundial se desaceleró en el tercer trimestre de 2025, pero se mantuvo positivo, en torno a 2.5% intertrimestral. Tanto los bienes como los servicios contribuyeron a este aumento: el comercio de bienes aumentó casi 2% con respecto al segundo trimestre, mientras que los servicios se expandieron 4 por ciento.
Las previsiones de la UNCTAD sugieren que esta tendencia positiva continuará en el último trimestre del año. Se espera que el comercio de bienes crezca 0.5% y el de servicios 2 por ciento.
De acuerdo con la UNCTAD, el crecimiento del comercio se mantuvo positivo en el tercer trimestre de 2025, impulsado por las economías en desarrollo, el sólido comercio Sur-Sur y el sólido desempeño en África y Asia Oriental.
Las previsiones de la UNCTAD para el cuarto trimestre de 2025 indican un crecimiento continuo. En 2025, se prevé que el comercio internacional crezca a un ritmo superior al de la economía mundial (en términos reales), lo que refleja un renovado impulso del comercio transfronterizo.
Para 2026, la UNCTAD prevé que el crecimiento del comercio mundial sea más moderado, ya que la desaceleración del crecimiento económico mundial, la fragmentación geopolítica, la continua incertidumbre política y la mayor vulnerabilidad lastran la actividad comercial.
Asimismo, el aumento de los costos comerciales contribuye a una perspectiva marcada por la cautela. Si bien la demanda de importaciones en algunos mercados y sectores impulsados por el consumo, como las tecnologías digitales y las industrias ambientales, puede brindar cierto apoyo, es poco probable para la UNCTAD que estos factores compensen por completo el menor impulso económico y el aumento de las fricciones comerciales.
“En un tono más positivo, la confianza en el comercio sigue siendo ampliamente favorable en muchas regiones en desarrollo, lo que mantiene los compromisos de aumentar la apertura y la inversión en el comercio transfronterizo y podría resultar en una mayor expansión del comercio intrarregional y Sur-Sur”, dijo la UNCTAD.
Considerando todos los factores, las expectativas para los próximos trimestres apuntan a una desaceleración continua del crecimiento del comercio mundial, con un desempeño comercial probablemente desigual entre países y sectores.
La UNCTAD espera que continúe la expansión del comercio entre las economías en desarrollo, fortaleciendo la diversificación, la resiliencia y las oportunidades para desarrollar redes comerciales intra e interregionales.
En paralelo, considera que el potencial de una mayor demanda de importaciones por parte de los consumidores en las economías emergentes podría ayudar a sostener las importaciones de bienes y servicios, apoyando los flujos comerciales mundiales.
El rápido crecimiento de las industrias tecnológicas, digitales y ambientales podría proporcionar algunos impulsos al comercio de bienes y servicios de alto valor e intensivos en conocimiento. Y se espera que los bancos centrales reduzcan gradualmente las tasas de interés en 2026, sosteniendo el crecimiento económico y el comercio mundial.
Por el contrario, entre los factores negativos, está la inestabilidad persistente y los conflictos en curso siguen alterando los patrones comerciales bilaterales y regionales, lo que aumenta la incertidumbre para el comercio global.
Los aranceles, las regulaciones complejas, la reestructuración de las cadenas de valor globales y los cuellos de botella logísticos están aumentando el costo, la complejidad y la imprevisibilidad del comercio transfronterizo.
La perspectiva de la UNCTAD considera como probable que continúen las negociaciones entre los Estados Unidos y socios clave, lo que deja espacio para cambios de política que afectan la confianza empresarial y las decisiones de inversión.
A la par, el aumento de la política industrial junto con una demanda global más débil puede resultar en un exceso de oferta y alentar medidas comerciales defensivas, con el comercio en ciertos sectores estratégicos particularmente afectado.
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Finalmente, los altos niveles de deuda pública y privada restringen el apoyo fiscal, reducen la inversión y debilitan la demanda de importaciones, lo que limita el crecimiento del comercio.
Cortesía de El Economista
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