Energías renovables por agua

Ni agua ni energías renovables. Nos comentan que el Gobierno estadounidense bajo la presidencia de Donald Trump tiene en la mira ambos temas en México, dado que el Gobierno de México, que preside Claudia Sheinbaum, no ha cumplido.

Nos dicen que entre las solicitudes o temas que las autoridades del país vecino ya hicieron a las autoridades mexicanas, y que serán cosas para desahogar a inicios del 2026, son: energías renovables, donde hay litigios de firmas estadounidenses en contra del gobierno mexicano por incumplimiento, no hay que olvidar que hay licitaciones y reglamentos en la puerta de salida, sin tener fecha de inicio.

Situación que afecta a los inversionistas que apostaron en este segmento e incluso comenzaron inversiones en territorio nacional. La falta de certeza jurídica y perdida en inversiones establecidas es evidente, y no sé resolvió el tema este año como se había establecido al inicio de gobierno.

En cuanto al tema del agua, el cual se rige por el acuerdo firmado en 1944, México no cumplió este quinquenio y Estados Unidos sí.

El adeudo del agua es de más del 50% del compromiso pactado. Y es el estado de Texas quien padece esta escasez, estado que por cierto es muy importante para el presidente Trump si consideramos que es Republicano y ello representa votos seguros.

En México los estados que estarían con muchas complicaciones si se pagara dicha deuda serían: Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Chihuahua y Baja California.

Parece ser que el cambio climático, que se ha traducido en sequías severas, el uso del líquido por parte de las empresas, campo y personas hacen poco que se complique el poder enfrentar los compromisos. Sin embargo, es una realidad que la falta de mantenimiento de las presas, y estrategias que permitan un mayor almacenamiento es uno de los temas más delicados que existen en México.

Dado que las empresas siguen cumpliendo con lo pactado en el plan nacional hídrico, de riego por goteo, reciclaje y plantas tratadoras de agua.

No olvidemos que sólo se trata 20% del agua que se descarga en ríos, lagunas y presas. El otro 80% del agua que se descarga se obtiene tal cual sale de las ciudades, lo que implica contaminación al campo y agua de mala calidad.

Si bien es cierto que la lluvia reconstituye lagunas, ríos y presas, cuando las ciudades toman el agua tratada, sólo se aprovecha 40%, y lo demás se desperdicia en fugas y mal manejo.

No obstante, el agua y programas no son nacionales, así que el tema en los estados de la república se toma en lo individual.

En fin, los pendientes que se quedan este año son no solo serios sino complejos y las autoridades de México deberán de hacer frente con planes serios y con tiempos que se puedan cumplir, de lo contrario las herramientas del presidente del vecino país seguirán siendo los aranceles o cierres parciales del agua que ellos deben de suministrar a México.

Cortesía de El Economista



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