
La crisis política en Tamaulipas es total. El gobernador Américo Villarreal no logró tomar las riendas de la seguridad en el estado, tampoco consiguió encolumnar a los alcaldes -con muchos de ellos la relación es de guerra absoluta- y para colmo su imagen en los Estados Unidos está ligada a las peores prácticas.
Hace algunas semanas, el alcalde de Matamoros, Alberto Granados, fue detenido en su cruce a Brownsville, se le negó el acceso a EU y su visa fue revocada después de un largo interrogatorio. LPO detalló que las autoridades hacían foco en sus preguntas a temas vinculados a los negocios del huachicol, a los grupos del narcotráfico y a los negocios de la familia del gobernador.
Apenas unas semanas más tarde se supo, a través de la propia gobernadora, que Estados Unidos también había revocado la visa de Marina del Pilar y de su esposo, Carlos Torres. Desde entonces, todo el círculo rojo de Tamaulipas habla de la cancelación de las visas para la familia Villarreal, empezando por “Ameriquín”, el hijo del gobernador que ahora se exilió en Coahuila.
“Es natural que Rocha y Villarreal estén en la mira de las autoridades de Estados Unidos”, explica un político maduro de Tamaulipas. “Y su imagen vinculada a Sergio Carmona y las dudas sobre el financiamiento de su campaña no ayudan, desde luego”, agrega la misma fuente, que prefirió el anonimato.
Acorralado por los rumores siempre negativos, casi catastróficos, Américo ahora amenaza con despedir a su vocero, Francisco “Paco” Cuellar, recomendado personalmente por Jesús Ramírez, el ex vocero de Andrés Manuel López Obrador.
Américo culpa a Cuellar por una presunta inacción que envalentona a los medios a criticarlo y a vincularlo con temas muy sensibles, como las operaciones de las agencias de seguridad de EU. “Que venga Jesús Ramírez a resolver este desmadre”, habría dicho en los últimos días con un tono de voz colérico.
El gobernador instruyó a Paco Cuellar a salir públicamente a negar un reporte de Código Magenta -que vincula al gobierno a Américo con el negocio de huachicol- y a amenazar con acciones legales contra ese medio. El vocero le había dicho unos meses atrás que traía un acuerdo con Ramón Alberto Garza, a través de otro reconocido operador de medios en los estados del norte. Algo no funcionó.
En su entorno aseguran que Villarreal se siente desprotegido: Jesús Ramírez ya no tiene el peso que ostentaba en el sexenio anterior, Mario Delgado tampoco, y Sergio Carmona ya no está. ¿Se lo verá viajando a los Estados Unidos o acaso será el próximo gobernador mexicano en perder su visa, como algunos dicen?
Cortesía de La Política Online
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