Se miden en gestos tomando nota mental. Craneando el rompecabezas que, en líneas temporales paralelas, deberán empatar. Y en esa gimnasia de oficio, Julieta Zylberberg y Cristina Banegas -que comparten protagónico en Yiya, miniserie que reaviva el caso de la envenenadora de Monserrat (una coproducción de Flow, Kuarzo e Idealismo Contenidos con estreno el 13 de noviembre)- hacen del espejo un juego actoral.
“Siento que es importante tener el tiempo para acercarse a un material, imaginarlo y elegir de qué te vas a agarrar”, dice Julieta que, por orden de llegada al proyecto, escrito por Marcos Carnevale y dirigido por Mariano Hueter, se incorporó poco después de su compañera actual. “Ni tuve tiempo de pasarme de pensamiento y eso me encantó. Pero fue muy suficiente, arrojado y divertido”.
La previa es con masitas. También hay infusiones de té que Julieta Zylberberg, en la antesala de un martes lluvioso de entrevista a dúo, pide antes de comenzar.
Y aunque cada detalle promocional juega a favor de la fiebre sensacionalista que despertó la figura criminal de Yiya – la primera asesina serial argentina condenada a cadena perpetua por envenenar a tres amigas, a fines de los años 70– la ex Magazine For Fai que la interpretó en su juventud, desliza: “Una cosa es estudiar o ver videos y otra es estar cara a cara con un asesino. Creo que no me hubiera dado ilusión conocerla”.
“Por eso somos actrices y construimos ficción”, se incorpora Cristina Banegas, que encarna a la Yiya veterena -y más televisada- en sus últimos días.
De 5 capítulos disponibles (mas un sexto, documental) en el On Demand de Flow, las actrices que comparten afiche a cara partida admiten que apenas se cruzaron a rodar.
Conocer a la otra
“Nos encontramos a filmar terminando el proyecto. Y sin embargo, estamos muy empatadas en el personaje. Nos conocíamos como actrices y como personas, entonces una ya tiene de qué me voy a agarrar de Cristina o de qué se va a agarrar ella de mí, para ser una”, dice Julieta.
-¿Por ejemplo?
Julieta: No es algo muy concreto o mencionable. Casi es como una imagen, una energía. Una cara suya que tengo adentro. Una energía actoral y un imaginario que puedo pensar que ella tiene.
Cristina: Yo quería ver escenas de ella, como para tomar algunos temas de gestualidad. Después no fue posible, entonces lo imaginé. Porque la conozco desde chiquita y la he visto trabajar mucho.
-Cristina vos estuviste vinculada a otras criminales en la ficción. ¿Hay una manera particular de estudiar o entrar en la psiquis de estos perfiles psicópatas?
Cristina: Mirá, en Mujeres asesinas me tocó hacer unas cuantas, donde además gané dos Martín Fierro seguidos. También en teatro hice Medea, de Eurípides, que mata a sus hijos, ni más ni menos. De modo que hay que entrar en algo imaginario profundo y muy oscuro para poder traducir expresivamente esas psicopatías, esas perversiones tan feroces de los asesinos.
Cristina Banegas y su caracterización de Yiya Murano. Mejor no probar ese té. Foto: Martín BonettoUna Yiya en TikTok
-Antes que se conociera el tráiler, ya se había viralizado en TikTok uno de los cuadros musicales de la serie, con la Yiya de Julieta Zylberberg en prisión.
Julieta: Eso fue gracioso, porque ni siquiera está así en la serie. Fue una cosa que estábamos paveando. Un momento que dijimos: estamos todos vestidos iguales, hagamos un musical. Era parte de una fantasía que propone la ficción, pero no lo que salió. Y es lindo eso de la serie, todo ese permiso que tiene que hay bastante en todos los capítulos.
-¿Les da otro margen de juego entre tanta oscuridad?
Julieta: Siempre es bienvenido el juego. Todos los permisos que tenemos actuando no los tenemos en la vida, ¿no? La pulsión de asesinar que la tenemos, por suerte, apagada en la mayoría de los casos de nosotros, que coexistimos en una sociedad con reglas, con códigos, con derechos. Tenemos el permiso de sacar un costado bien animal y bien loco.
en la serie “Yiya”, que puede verse desde el 13 de noviembre por Flow. Foto: Martín Bonetto
Cristina: Yo me divertí mucho haciendo de Yiya en el geriátrico.
A la verdadera, ni verla
Video
Teaser de “Yiya”
-De haber tenido la posibilidad de conocer a Yiya Murano, como lo hizo Nacha Guevara cuando la interpretó en “Mujeres asesinas” ¿les hubiera interesado como experiencia, más allá de lo que les pudiera aportar o no?
Cristina: En mi caso no. No me interesa juntarme con asesinos o asesinas. En ningún caso.
Julieta: Coincido, yo creo que tampoco. No me da ilusión entrar en un contacto directo, prefiero más un contacto imaginario.
-Al mismo tiempo es innegable la fascinación social que despertó el caso y la volvió casi una celebridad que se sentaba a almorzar en la mesa de Mirtha Legrand.
Julieta: Sí, una cosa es estudiar o ver videos o que te cuenten y otra cosa es estar cara a cara con un asesino.
-¿Acercarse a su hijo tampoco les llamó la atención?
Cristina: Yo leí su libro sobre su madre. Y me llama mucho la atención cómo él trabaja o trabajaba de doble de cuerpo y tenía una mini empresa de trucar la muerte en los programas de televisión y en el cine.
Actrices y personas osadas
Aunque el cruce previo fue en Puan (2023), aclamado filme de María Alché y Benjamín Naishtat, la memoria emotiva las lleva primero, y por reflejo, a repasar su trabajo en Géminis, drama del 2005 dirigido por Albertina Carri. “Fue hace muchísimos años. Vos eras chiquita”, señala la también directora y docente teatral de 77 años.
-A nivel teatral ninguna viene de nadar en aguas muy livianas. Cristina interpretas a Perón en “La bala de plata” y Julieta a la abogada defensora de un abusador en “Prima Facie”. ¿Comparten esa osadía casi como un patrón para trabajar y elegir proyectos?
Cristina: Somos muy osadas me parece. Como actrices y como personas. Liviano nada.
Julieta: Es casi un privilegio. Porque más allá de lo que uno elija es lo que a uno le proponen y siempre digo: ay, qué suerte que llegan estas cosas, estos proyectos que son potentes o que requieren algo intenso de uno.
Y al mismo tiempo, remarca: “Es gracioso. Porque es como si uno tuviera muchas vidas, pero yo me tenía auto asociada con el humor. Y de pronto, el otro día alguien muy joven de producción me decía: Juli, vos sos re graciosa, tendrías que hacer algo más de humor. Y le digo: yo siempre hacía humor. Es más como que voy oscilando de uno a otro”.
-Tampoco son esas actrices que si no están en la cresta de la ola comercial dejan de generar o fomentar los espacios independientes. ¿Es una manera de militar el oficio?
Julieta: Hace poco estaba en un programa de Mex (Urtizberea) en estas reuniones que hace de “Fai” (Magazine For Fai) y hablábamos de la juventud. Y creo que esa es la juventud del alma, más allá de la actuación. Generarse espacios de disfrute de lo que a uno le gusta hacer. Mantenerse activo y entusiasmado haciendo una performance.
Yo ahora me junté con unos amigos y vamos a hacer un fogón a cielo abierto, cantando e invitando gente. Es muy importante, también cuando la atmósfera mundial está tan opresiva y un poco agobiante, por no decir muchísimo. Es importante juntarse con amigos y generar cosas que a uno lo hagan feliz. Si hay que subsistir y hay que vivir, por supuesto está lo comercial que vos decís, pero mientras tanto hay que alimentar el alma.
Cristina: Yo tengo un teatro, El Excéntrico de la 18ª, que cumple 40 años el año que viene y estoy haciendo tres trabajos teatrales muy diferentes. Molly Bloom de James Joyce, La bala de plata que es la correspondencia entre Perón y John William Cooke y el Proyecto Quevedo, que estuve haciendo hasta anoche, con una gran chelista, en una performance conmovedora y arriesgada.
-Si bien el teatro está en auge y hoy comparten estreno nacional, no deja de ser un año difícil para la industria audiovisual.
Julieta: Por supuesto que hay muchas menos posibilidades en este momento. Hay muchas menos producciones, entonces cada producción se festeja.
Cristina: Buenos Aires es una de las tres ciudades del mundo donde hay más teatros. De modo que todo lo que tiene que ver con la producción independiente es muy poderoso y se generan proyectos, actores y actrices sumamente valiosos y reconocidos tanto aquí como afuera.
-Respecto a los nuevos consumos de ficción y el cambio de contenido en TV abierta, ¿Creen que hay algo que ya se perdió o todavía puede llegar a dar la vuelta y retroalimentarse con las plataformas?
Cristina: No adivino el futuro, jaja. No sé.
Julieta: Yo no soy empresaria ni productora, así que no lo sé. Ojalá que haya más trabajo para todos y que todo se multiplique. Creo que es la historia es bien cíclica, en todo sentido, y supongo que audiovisualmente también. Es curioso, pero no lo sé. Ojalá.
Cortesía de Clarín
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