La favorita 1922, la serie española que hipnotiza por su recreación de época: por qué ver esta ‘prima’ de Las chicas del cable

Después de El tiempo entre costuras, esa sutileza española que a estas latitudes llegó hace una década, cientos de series posteriores que importamos de ese país parecen encontrar un aura de inspiración.

Ese catálogo inconfundible apunta a un televidente ávido de amor y drama con tintes novelescos del 1920/30, pero con alto nivel de producción y de belleza visual.

Satén, seda, raso. La sensación de suavidad y estética. Unos escalones más arriba que una telenovela, varios más abajo que una obra maestra. En ese intermedio se ubica La favorita 1922, drama romántico de época, una historia disponible en Flow que nos trae reminiscencias de producciones estilo Velvet o que parece una prima no tan lejana de Las chicas del cable.

La explicación de esa “familiaridad” se encuentra en la mano creadora, la productora Bambú, responsable de esos dos éxitos mencionados, que esta vez, junto a Mediaset, vuelven a poner el anzuelo en la estética, la recreación de principios del siglo pasado (1922 en este caso) y la devoción por el detalle. Lo que algunos definen como “producción con pedigrí”.

Puntillas, cristales, mármoles, perlas. Oda a la armonía visual, al vestuario, a la clonación perfecta de una era. La favorita vale la pena fundamentalmente por ese esmero en el diseño de vestuario, por su fotografía, su mirada de la arquitectura y su hondo engranaje de producción.

El cuento hace foco en la marquesa Elena de Valmonte (Verónica Sánchez), una cocinera excelsa y con voz propia a la que su marido quiere adoctrinar. Un hecho desgraciado la hará huir de Sevilla junto a su mucama, Cecilia (Raquel Querol). Abandonará aquel palacete y una vida de lujo, pero también de sometimiento. En Madrid se abrirá otro mundo posible, el de libertad, aunque ese pasado reciente les pisará los talones y quebrantará su paz.

Ante tantas desventuras aparecerá el guapo Julio (Luis Fernández), el hombre que alquilará el local para la inauguración de la epopeya gastronómica y se encenderá el otro fuego, ya no de los hornos, sino del enamoramiento.

El condimento culinario embellece la historia. Salsas, mieles, aceites, brebajes se combinan con preparaciones artesanales decoradas por albahaca, hierbas o todo tipo de ornamentaciones… El subrayado en el amor por la cocción, la arenga por las comidas pensadas con amorosidad, el deleite en alimentar, pero a la vez en obsequiar una experiencia al paladar.

La marquesa y el príncipe azul… Sánchez y Fernández.

En esta colorida militancia de las hornallas, al dúo de sufridas pero valientes fugitivas se sumarán otras tres personas con el fin de llevar adelante un restaurante. Así quedará conformado un quinteto entrañable (Maribel Salas, Elena Maroto y Andrea Duro), que en su modo de funcionar nos recuerda a Las chicas del cable.

Es cierto que un vestido pomposo adorna, pero no modifica un cuerpo. Y el “esqueleto” de este guión tiene la grandilocuencia del envase, de lo relativo a la producción, pero no descolla. Es más, presenta cierto trazo grueso y cierto cliché.

El espíritu feminista de la serie queda abiertamente manifestado desde el minuto cero con sus personajes pujantes, que derriban prejuicios y se muestran empoderadas. “A este país le iría mejor si las mujeres pudiésemos votar”, se queja de movida nuestra heroína. La sororidad tan mencionada en el presente se hace carne en el guion como una licencia intencionada.

La cocina, el gran escenario de La cocina, el gran escenario de “La favorita”.

El trasfondo de esta producción tiene una pintoresca base: María Mestayer de Echagüe, conocida como la Marquesa de Parabere, quien fue autora de uno de los recetarios españoles más reeditados en el siglo XX, La cocina completa. En 1935 María abrió un restaurante en Madrid, el Parabere. Parte de su biografía inspiró al libro de esta serie.

Con un debut de más de 3 millones de espectadores en España (y el encanto de un capítulo por lunes allá), La favorita explotó en popularidad y dejó demostrada la teoría del productor español Ramón Campos: “Había un público huérfano de series de este tipo, que no son son series para todos los públicos”.

“En televisión se había abandonado a esa audiencia”, admitió el hombre. Interesante esa mirada, porque sus palabras bien podrían trasladarse a la televisión argentina: “Es la ficción que hacíamos antes y que creemos que todavía tiene un hueco en la TV generalista”.

Romances, asesinatos y tragedias en Romances, asesinatos y tragedias en “La favorita 1922”.

Pensar en algo así para el regreso de la ficción argentina a la pantalla chica tradicional suena inviable, pero por qué no soñar con que algún día un iluminado magnate invierta para esa platea que quedó hambrienta de melodrama premium.

Ficha

Calificación: Buena

Creación: Ramón Campos, Gema R. Neira, Paula Fernández, Curro Serrano Dirección: Campos y otros Elenco: Verónica Sánchez, Andrea Duro, Luis Fernández y otros. Emisión: Flow (16 episodios).

Cortesía de Clarín



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