Los generales no le ven final a la crisis de Sinaloa y ya se habla de la salida de Rocha

 Tras 18 días de enfrentamientos entre los grupos del narco correspondientes a los Guzmán y a los Zambada la violencia en Sinaloa parece no detenerse. El Ejército ha movilizado cientos de elementos, pero con el objetivo de que la violencia no se desborde por completo contra los civiles. Los soldados juegan así un papel de supervisión de los enfrentamientos que se vuelve desgastante y que no agrada en el staff del próximo secretario, el general Ricardo Trevilla.

Para el general, según deslizan desde su entorno a LPO, el mayor temor es que esa guerra interna del Cártel de Sinaloa se traslade a otros puntos del país y el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum sea de una violencia extrema.

Es un escenario que inquieta al equipo del próximo gobierno porque Sheinbaum ya comienza, producto de la reforma judicial, con una economía con todas las expectativas a la baja y con un secretario de Hacienda cuyo futuro es un enigma.

Con ese trasfondo es que en la Sedena ya se habla de que no sería descabellado promover la salida de Rocha en diciembre, cuando llegue a la mitad de su administración y el Congreso pueda designar otro gobernador sin necesidad de nuevas elecciones.

El problema de esa ecuación es que Sheinbaum no quiere cargar con esa determinación en un momento de alto voltaje y con la clase política sinaloense tan involucrada con el narco.

Por ejemplo, se conoce que el alcalde de Ahome, Gerardo Vargas, ha comenzado a promoverse para reemplazar a Rocha y finalizar su mandato. El problema es que el gobernador lo detesta y dice, en privado, que Vargas tiene ciertos nexos inconfesables que no harían más que empeorar la situación.

En el Ejército se habla de una salida más creativa: que el Congreso morenista le entregue el estado a un político no identificado con Morena. De ese modo, podría apaciguarse la violencia y Sheinbaum no cargaría con el futuro de lo que sucediera en el estado.

Rocha vive su peor momento desde que Ismael Zambada lo señaló, en su misiva desde la prisión, de una presunta colusión con el bando de “Los Chapitos”. El fin de semana se ausentó de las fotografías de los gobernadores morenistas y además fue detectado cenando en Polanco, en la CDMX, mientras su estado era abrazado por la violencia.

Rocha, para colmo, nunca fue un gobernador cercano al sistema de poder que viene. En las primarias de Morena jugó a favor de Ricardo Monreal y de Adán Augusto López Hernández. Además, en ciertos ámbitos reservados, se expresó en un tono negativo sobre la competencia de Sheinbaum para gobernar el país.

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Cortesía de La Política Online



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