Porqué la relación entre Maduro y Trump parece contradictoria

En la superficie Trump dice odiar a los narcos. En el caso de Nicolás Maduro el presidente de Estados Unidos dice que no lo puede ver ni en pintura, precisamente por eso. Lo que Trump sabe sobre Maduro es que es el jefe de un supuesto cartel llamado “De los soles”, y con eso justifica buscar su eliminación y su remoción del gobierno venezolano.

Al mismo tiempo, Trump sabe perfectamente que él no tiene la potestad para reemplazar gobiernos y regímenes políticos en países que a él no le gusten, y además, que el mundo lo está observando con una lupa.

Por eso, la excusa que él utiliza es que el equipo militar en las costas venezolanas del caribe es para detener el tráfico de drogas. No para cambiar al hombre que dice ser el presidente de Venezuela. A mucha gente está aseveración les parece contradictoria. porque varias empresas estadounidenses siguieron comprando petróleo venezolano durante el primer gobierno de Trump, el primer gobierno de Biden y durante la primera parte del actual segundo periodo de Trump.

Decir que EU ha sido tolerante con Maduro debido al petróleo venezolano es falso, dicen en la Casa Blanca

La aclaración que hacen, es que Estados Unidos mantiene una política de “máxima presión” contra el régimen de Maduro, y que cualquier importación de petróleo se realiza bajo licencias específicas y restringidas para empresas privadas, no mediante compras gubernamentales.

Pero eso sale junto con pegado… ¿lo entiende usted? — Nosotros tampoco.

Aquí está lo que el gobierno estadounidense responde:

El gobierno de EU no compra petróleo a países extranjeros; PERO… y este es un PERO así con mayúsculas, las compañías petroleras privadas estadounidenses sí lo han hecho. Incluso durante el tiempo de la supuesta prohibición.

Obviamente hay hipocresía y dobles significados en toda esta política de… ¿Cómo dicen los estadounidenses que la llaman?… ah sí, de “máxima presión”.

Permítame explicar:

Desde principios de 2019, las amplias sanciones estadounidenses han prohibido en gran medida que las empresas estadounidenses realicen transacciones petroleras con Venezuela. “Sin embargo”, algunas importaciones continuaron bajo licencias temporales específicas:

La licencia especial a la petrolera Chevron. Chevron, la última gran petrolera estadounidense que operaba en Venezuela, recibió una licencia específica y restringida del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para continuar con operaciones limitadas e importar crudo venezolano a la Costa del Golfo de Estados Unidos.

La justificación de Washington:

Eso se hizo para saldar deudas y evitar la confiscación de activos estadounidenses en Venezuela, no para enriquecer directamente al régimen de Maduro.

En eso llegó el gobierno de Joe Biden, y eso flexibilizó brevemente algunas sanciones petroleras en octubre de 2023. Biden dijo que lo hacía para incentivar a Maduro a celebrar elecciones libres y justas. Pero Biden se pasó de “buena gente”, y las sanciones tuvieron que re-imponerse en abril de 2024 cuando Maduro se burló del presidente de Estados Unidos, del mundo entero y de su misma oposición en la propia Venezuela. Además, mandó al demonio el acuerdo electoral de respetar las elecciones en las que, de acuerdo con varios análisis internacionales, el ganador fue Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición.

La nueva presión de Trump:

El actual gobierno de Estados Unidos detuvo todas las importaciones autorizadas de petróleo venezolano y sus derivados, y para que no hubiera dudas amenazó a cualquiera que lo hiciera con aranceles de hasta 25%, incluidas las compañías estadounidenses.

Pero China, a la que todo le vale, y que por eso también juega doble, se metió a la fiesta y hoy, la mayoría de las exportaciones de petróleo venezolano se van a China.

La Casa Blanca dice que, con lo anterior se demuestra que su política hacia Venezuela si ha sido de intensa presión. De ninguna manera dicen a nombre de Trump esta ha sido tolerancia a Maduro o a su régimen.

Aspectos clave para considerar en la relación Venezuela Estados Unidos:

Estados Unidos, tanto bajo la primera administración de Trump como bajo la actual, no reconoce oficialmente a Maduro como presidente legítimo de Venezuela. El gobierno en Washington sí ha reconocido en cambio, a las figuras de la oposición que han surgido como presidentes legítimos de ese país. Inicialmente a Juan Guaidó y después a Edmundo González Urrutia.

La máxima presión y el regreso de “Gunboat diplomacy” con Trump:

La llamada “diplomacia de los cañones” que en inglés es (Gunboat Diplomacy) es una estrategia de política exterior que implica el uso o la amenaza de uso de la fuerza naval para intimidar o coaccionar a naciones más débiles a fin de obtener concesiones políticas, comerciales o territoriales.

Se caracteriza por una demostración ostentosa del poderío militar, con la amenaza implícita de hostilidades, si no se cumplen los términos deseados.

Este enfoque agresivo se originó en el siglo XIX, durante la era del imperialismo, cuando las entonces potencias occidentales como el Reino Unido, España, Francia, y Alemania desplegaban buques de guerra (cañoneras) en las costas de los países menos poderosos.

Es como negociar poniéndole a la otra parte una pistola en la cabeza y con eso forzarla a entrar en acuerdos favorables para el que tiene la pistola.

Nosotros en México, lo sufrimos también, solo recuerden la llamada “Guerra de los Pasteles”.

Tres cosas para recordar de la política de Washington hacia Venezuela

1.- Hoy en Venezuela, bajo el régimen autoritario liderado por Maduro, los derechos civiles y los derechos humanos no existen.

La Corte Penal Internacional tiene una investigación abierta sobre Venezuela, y la Misión de Investigación de las Naciones Unidas ha concluido que existe una “Política de Estado”, para silenciar, desalentar y reprimir a la oposición al gobierno así como a las personas que se opongan a Maduro.

2.- Venezuela ocupa el puesto 178 de 180 en el Índice de Percepción Corrupción que publica “Transparencia Internacional”.

Si bien el petróleo ha seguido siendo la principal fuente de ingresos de Venezuela, también eso ha fortalecido la corrupción y el flujo de dinero proveniente de economías ilícitas, como la minería ilegal y el narcotráfico.

3.- Las implicaciones de las acciones de Estados Unidos en Venezuela son peligrosas porque sientan precedentes peligrosos.

En primer lugar, porque están sirviendo para justificar la criminalización de la población migrante y refugiada venezolana en Estados Unidos y están respaldando la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros, que hasta ahora había sido bloqueada por los tribunales.

En segundo lugar, porque sienta un precedente peligroso en un momento en que ya existen amenazas de uso de fuerza letal contra presuntos narcotraficantes en otros países, como México.

Para finalizar hay que reconocer que el objetivo real de Estados Unidos es el cambio de régimen en Venezuela:

El gobierno en Washington, puede seguir presentando lo que ocurre en Venezuela como una guerra en contra de su esfuerzo antinarcóticos, pero para mucha gente desde los analistas más conocedores hasta los otros gobiernos del continente estas son acciones que EU está impulsando para provocar un cambio de régimen en Venezuela.

Hay también quien lo ve como un conflicto que refleja una profunda batalla ideológica entre el paladín de la derecha que es Estados Unidos, contra lo que quedó de gobiernos socialistas de izquierda, inspirados por la revolución cubana y que hoy son azuzados por los dos principales rivales estadounidenses que son Rusia y China.

La bendición que Dios le dio a Venezuela, sus inmensas reservas de petróleo, terminaron siendo su principal maldición. Por eso también la relación entre Maduro y Trump parece ser tan contradictoria.

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Cortesía de El Economista



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