¿Realidad o carreta? Balance del primer mes largo de Trump en EE. UU.

Han pasado poco más de un mes (37 días) desde que Donald Trump se posesionó para su segundo mandato presidencial en EE. UU., pero parecen meses o incluso años. La cantidad de órdenes ejecutivas y promesas han copado los titulares de los medios en el mundo y de las redes sociales. No es casual. En la prensa norteamericana han calificado la estrategia del republicano como “Shock and awe” (conmoción y temor) que consiste, básicamente, en colapsar a la opinión pública con golpes mediáticos.

El internacionalista y profesor Camilo González, en diálogo con este diario, lo ve de esta manera: “Washington en estos momentos se convirtió en una potencia revisionista en el escenario internacional: insatisfecha con las normas actuales, busca agresivamente cambiarlas teniendo presente un interés pragmático y predatorio”.

En la práctica, sin embargo, lo que dice Trump no necesariamente se cumple a cabalidad: se extienden los plazos (como la imposición de aranceles a México y Canadá) o se matizan las promesas (como el fin de la invasión rusa a Ucrania). En el caso de Colombia, sus decisiones han tenido implicaciones significativas tras el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que contribuía con recursos a proyectos en varias regiones olvidadas. Además, el episodio de pelea entre Trump y Petro por la llegada de vuelos de personas deportadas esposadas, sirvió para que el republicano mostrara a Colombia como un ejemplo ante el mundo de que “no estaba jugando” si un país no se alineaba a sus intereses.

En EL COLOMBIANO revisamos los 10 hechos más significativos de esas cinco semanas de Trump en el poder, incluyendo momentos “curiosos”; chequeamos, de la mano de expertos y cifras, qué de lo que prometió se está cumpliendo o no.

Deportaciones masivas no van tan bien, pelea con Petro como ejemplo al mundo y… ¿tarjetas “doradas” para vivir en Estados Unidos?

Una de las grandes promesas de Trump antes de volver a llegar a la Casa Blanca fue las deportaciones masivas. Según el republicano –y una gran parte de la población norteamericana– el culpable de muchos males son las personas indocumentadas. Por eso, desde que inició su segundo mandato, el gobierno federal ha emprendido, a través del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, varias redadas en las ciudades preguntando por papeles. Sin embargo, según la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en el primer mes de Trump se han deportado 37.660 personas, lo que significa un 35% menos que la media mensual registrada en el último año de su antecesor, el demócrata Joe Biden.

Aún así, uno de los vuelos enviados por EE.UU. a Colombia ocasionó una crisis diplomática sin precedentes porque el presidente Gustavo Petro le reclamó a Trump por el envío de vuelos con personas esposadas sin haber cometido delitos, algo que ya sucedía desde la administración Biden. Después de horas de tensión, se resolvió la situación, pero Trump utilizó el caso de Colombia ante el mundo como un ejemplo de que “no estaba jugando” con las deportaciones y que los países que se negaran a recibir ciudadanos sufrirían sanciones económicas y políticas. A la par, el republicano ha promovido unas “tarjetas doradas” que otorgan derecho a residencia y trabajo por US$ 5 millones.

Elon Musk, el hombre más rico del mundo y propietario de la red social X, fue clave en la victoria de Trump. Además de que financió la campaña, el magnate contribuyó mediáticamente para promover el eslogan Make America Great Again –MAGA, por sus siglas en inglés: hacer grande Estados Unidos otra vez–. Eso se tradujo a que en la administración pública Musk dirija el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos; le ha dado órdenes a cientos de empleados federales y ha tomado decisiones de recortes de gastos. El que más impacto internacional ha tenido es el cierre casi total de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que invierte en proyectos sociales en países en desarrollo como Colombia. Era considerada una estrategia de “soft power” (poder blando) que en el caso de nuestro país servía para financiar programas sociales. A partir de la premisa de que los contribuyentes norteamericanos son quienes financian estos programas “ajenos” para su realidad, Musk logró desmontar la Agencia.

Como dato anecdótico, el hijo menor de Musk, de cuatro años, estuvo presente en una rueda de prensa en el Despacho Oval y llamó la atención lo que le dijo a Trump, según las cámaras: “Quiero que cierres la boca”.

“Nuevo orden mundial”: mejor amigo de Putin, se aleja de Europa y le dice a Zelenski que es un dictador

En solo cinco semanas, Trump ha cambiado radicalmente la política exterior norteamericana. En lo que tiene que ver con la invasión rusa a Ucrania, el republicano dijo que Volodímir Zelenski es “un dictador sin elecciones”. Además, señaló que el presidente ucraniano “probablemente quiere seguir con el negocio redondo” y que la ayuda que había dado Biden era excesiva. Zelenski respondió diciendo que Trump “vive en este espacio de desinformación” y que está “ayudando a Putin a salir de su aislamiento”. En efecto, tanto en su primer mandato como en este, Trump ha sido “dócil”, según expertos, al dictador ruso Vladimir Putin. Hoy por hoy, políticamente, está más cerca de Putin que de la Unión Europea.

Además, Trump no ha cumplido del todo lo que prometió en campaña que iba a hacer contra China respecto al aumento de aranceles. En el poder, a diferencia que con México y Canadá, ha sido cauteloso. Hace un par de días, presentó un memorando en el que pide a un comité gubernamental que frene el gasto chino en tecnología, energía y otros sectores estratégicos estadounidenses y propuso tasas sobre el uso de buques comerciales fabricados en China.

¿No es tan buen vecino? Los aranceles del 25% a México y Canadá se aplazan para abril, ¿por qué?

El magnate republicano prometió en su discurso de posesión una “guerra arancelaria” que comenzaría con sus vecinos, Canadá y México, al imponer aranceles del 25% a productos importados de ambos países. Según medios norteamericanos, la estrategia era mucho más allá que una política proteccionista. Tanto con Justin Trudeau, primer ministro saliente de Canadá y Claudia Sheinbaum, presidenta de México, Trump ha sido hostil en sus pronunciamientos. Dijo, por ejemplo, que ambos países deberían ser los estados 51 y 52 de Estados Unidos. Pero este miércoles, de hecho, anunció que aplaza la fecha de imposición arancelaria y entrará en vigor en abril. “El 2 de abril”, contestó cuando se le preguntó cuándo se aplicarán las tarifas aduaneras, después de que a principios de febrero diera un mes de plazo a Canadá y México para encontrar un acuerdo. “No voy a detener los aranceles, no. Millones de personas han muerto a causa del fentanilo que entra por la frontera”, señaló Trump.

A la par, anunció la imposición de aranceles del 25% a la Unión Europea, que dijo haber sido creada para “fastidiar” a EE. UU. “Los anunciaremos muy pronto y serán del 25 por ciento, en términos generales, y se aplicarán a los automóviles y a todas las cosas (…) La UE se diseñó para fastidiar a Estados Unidos. Ese era el objetivo y lo consiguieron. Pero ahora yo soy el presidente”, dijo.

Iba por todo, pero ya no tanto: Canal de Panamá, Golfo de “América” y Groenlandia, ¿qué pasó?

Como estrategia en campaña e incluso en su discurso de posesión, Trump hizo tres promesas que generaron polémica internacional y fueron calificadas como “irracionales” por la prensa norteamericana y el Partido Demócrata. Primero, el magnate insiste que fue un error entregar el Canal de Panamá a ese país porque “es de los chinos”, algo que ha sido desmentido por el presidente José Raúl Mulino. Lo más reciente es que después de enviar al secretario de Estado, Marco Rubio (de origen latino), Trump insiste en que tomará las “medidas necesarias” para reducir la influencia china en esa obra de ingeniería sin que eso se traduzca, por ahora, en acciones concretas.

Segundo, dijo que el Golfo de México debería llamarse el Golfo de América y así lo estableció a través de una directiva presidencial; Google, por ejemplo, tuvo que acogerse a esa medida a riesgo de recibir sanciones. Tercero, el republicano quiere “adquirir” Groenlandia (la isla más grande del mundo) al dominio de Dinamarca para explotar sus recursos, lo que también ha sido rechazado por ser una injerencia a la soberanía de ese país.

Venezuela y la declaración de terroristas al Tren de Aragua, Clan de Golfo y otros grupos criminales

Al interior de la administración de Trump hay dos grandes bandos sobre la posición de EE. UU. frente al régimen venezolano. Por un lado, el secretario de Estado Rubio, que impulsa sanciones contra el chavismo. Por otro lado, senadores como Bernie Moreno (de origen colombiano) y empresarios con intereses petroleros en Venezuela. Trump, en este asunto, ha tenido una posición ambigua también, pues su enviado especial, Richard Grenell, ha dicho que su país se relaciona con quien ostente el poder en Caracas, es decir, Nicolás Maduro. Pero al mismo tiempo, este miércoles, Trump canceló licencias petroleras de Chevron en Venezuela.

En otra punta que tiene que ver con Venezuela, está que Trump declaró como terroristas al Tren de Aragua (de origen venezolano), al Clan de Golfo y a otros grupos criminales. Eso implica, entre otras cosas, que pueden sancionar e incluso expulsar a cualquier persona asociada directa o indirectamente con esos criminales. También, fortalece a nivel militar y estratégico los recursos para dar con los delincuentes que permanecen en territorio norteamericano.

¿Aislado del mundo? La salida de la Organización Mundial de la Salud y del Acuerdo de París

Durante su primer mandato, Trump enfrentó el inicio de una pandemia, incluso se contagió de Covid-19. Aún así, ha atacado ferozmente el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su rol en atender la salud pública del mundo. En el primer día de su segundo mandato, firmó una orden ejecutiva que reducía radicalmente el gasto a esa organización: “Estábamos pagando 500 millones de dólares a la OMS. Tenían muchas ganas de que nos quedáramos, así que veremos qué pasa”. Esta decisión ha sido calificada por expertos como un error pues, precisamente, Estados Unidos era uno de los países que más apoyaban investigaciones para desarrollar vacunas o prevenir una nueva pandemia.

Además, también en su primer día de mandato, el republicano sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París, algo que ya había hecho en su primera administración. Se trata de un acuerdo sobre cambio climático que vincula a los países firmantes para tomar decisiones relacionadas con la reducción de vehículos que usan combustibles fósiles; algo que Trump considera “innecesario” pues su política de exploración y explotación petrolera va en sentido contrario.

La promesa de una emergencia energética “innecesaria”, según expertos

El magnate republicano prometió en campaña que declararía la emergencia energética. Medios norteamericanos como The Wall Street Journal explican que ese tipo de declaraciones deberían reservarse para emergencias reales (nunca se ha declarado la emergencia energética en EE.UU.) y “Trump no necesita poderes especiales para lograr sus objetivos en ninguna de estas prioridades”.

El medio recuerda que bajo el mismo argumento, la izquierda quería que Biden declarara una emergencia “climática” sin utilizar los instrumentos con los que ya dispone la administración pública. Incluso, algunos expertos hablan de que esas medidas podrían “ahuyentar” a inversionistas de ese sector o incluso a otros gobiernos. Eso va en línea con la política económica proteccionista.

Para el internacionalista Camilo González, consultado por EL COLOMBIANO, “la máxima presión de Trump ha redundado en un intento de ‘efecto Lilliput’: pequeños estados empiezan a mirar que la cooperación y no la fragmentación política y económica es la solución para transitar en un mundo convulso e incierto”. Eso aplicaría para asuntos domésticos, como el sector energético, que incluye inversiones internacionales.

¿Al fin qué pasó con el muro en la frontera de EE.UU. con México?

La declaración de emergencia energética está alineada con la declaración de emergencia nacional en la frontera con México. En la práctica, eso facultó a Trump para que desbloquee unilateralmente la financiación federal para la construcción del muro fronterizo, sin la aprobación del Congreso, y también puede aplicar medidas estrictas de su primer mandato como obligar a las personas que solicitan asilo a esperar en México mientras un juez de inmigración examina sus casos. Pero aún está en veremos su aplicación porque el republicano está negociando con su homóloga Sheinbaum la dureza de las políticas en la frontera que incluye la reacción frente a los aranceles impuestos.

EL COLOMBIANO habló con varios latinos en Texas que vieron con preocupación los anuncios de Trump: “Estamos muy asustados. No sabemos qué va a pasar porque con tantos anuncios es difícil entender. Pero los indocumentados están mirando qué hacer”, dice Rosa Moreno, quien reside en ese país desde hace más de 30 años, pero no es ciudadana.

El papel de Trump frente al conflicto en la Franja de Gaza está mediado por su amistad con Netanyahu

El conflicto entre Israel y el grupo extremista Hamás en la Franja de Gaza es de los pocos asuntos en los que el equipo del expresidente Biden y del actual presidente Trump, se pusieron de acuerdo. Eso permitió que ambas partes acordaran un acuerdo de alto al fuego parcial y entrega de rehenes. Trump, sin embargo, mantiene una estrecha relación con el primer ministro Benjamin Netanyahu que ha sido criticada.

Lo último, registrado este martes, es que Hamás afirma haber llegado a un acuerdo con los mediadores sobre la entrega de los 620 prisioneros palestinos que Israel debía liberar la semana pasada, así como de “un número equivalente de mujeres y niños” detenidos en Gaza desde que comenzó la guerra. Israel ha confirmado el acuerdo sin dar más detalles.

La Oficina de Prensa de los Prisioneros Palestinos en Gaza dice que se están realizando preparativos en el Hospital Europeo de Gaza, en la ciudad de Jan Yunis para recibir a los prisioneros liberados como parte del séptimo lote del acuerdo de intercambio.

Cortesía de El Colombiano



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