10 modelos y marcas de zapatos escolares que sacaron MB en estudio de calidad

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el calzado escolar está diseñado especialmente para su uso diario en la escuela porque es elaborado con materiales de calidad, por lo que, previo al siguiente ciclo escolar, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor analizó las diferentes características de estos zapatos. 

Los resultados se muestran en la Revista del Consumidor del mes de julio y te servirán para hacer una compra donde tomes en cuenta la mejor relación precio-calidad, ya que verificaron los siguientes ocho puntos:

  1. Información comercial. 
  2. Elementos de fabricación. 
  3. Espesor de la piel. 
  4. Resistencia a la flexión en seco y húmedo. 
  5. Absorción y desabsorción del agua en la piel. 
  6. Determinación del pH en la piel. 
  7. Resistencia al desgarre de la piel. 
  8. Resistencia a la abrasión en la suela.

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Modelos escolares con mejor calificación

El estudio se desarrolló del 5 de febrero al 12 de mayo de este año y analizaron 20 modelos de 11 marcas (nueve para niña y 11 para niño,) a las que les aplicaron 15,390 pruebas, verificando que cumplieran con las NOM-020-SCFI-1997, NMX-A-210-1982 y NMX-A-214-1982, siendo las siguientes marcas las que obtuvieron la mejor calificación:

Calzado para niña:

1. Marca: Coqueta / Modelo: 38700 / Costo: 740 pesos

2. Marca: Coqueta / Modelo: 54402 / Costo: 804 pesos

3. Marca: Dogi / Modelo: 9046 / Costo: 700 pesos

4. Marca: Elefante / Modelo: 10506-001 / Costo: 788 pesos

5. Marca: Yuyin / Modelo: 24380 / Costo: 548 pesos

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Calzado para niño

1. Marca: Audaz / Modelo: 434601 / Costo: 788 pesos

2. Marca: Dogi / Modelo: 9703 / Costo: 625 pesos

3. Marca: Elefante / Modelo: 18752-001 / Costo: 595 pesos

4. Marca: Epidemia / Modelo: 428 / Costo: 581 pesos

5. Marca: Vavito / Modelo: 451501 / Costo: 539 pesos

Recomendaciones

Para comprarlos, la Revista del Consumidor recomienda probarlos y asegurarse de que la horma del zapato sea la adecuada, sin que los dedos pierdan movilidad, además de que el zapato debe adaptarse a la forma del pie; también hay que revisar que las costuras y el interior se encuentren en buen estado.

Respecto al uso, recomendó bolearlos de forma regular para alargar su vida útil; evitar que se mojen para evitar que salgan hongos; desecharlos si la suela se encuentra gastada, deformada o rota y, de ser posible, contar con un par extra, ya que el calzado que no se usa expulsa la humedad, haciendo que duren más.

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Cortesía de El Economista



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