5 Claves para cuidar tu información financiera en la era digital

Las operaciones financieras online han pasado a ser parte del día a día, motivo por el cual la seguridad es clave para que las personas tengan sus datos financieros a salvo. Los avances en la tecnología implican más avances e innovaciones, pero también vulnerabilidades.

En este orden de ideas, comprender cómo cuidar la información financiera no se trata únicamente de prevención, sino de una forma sostenible de realizar las operaciones comerciales. A continuación, se abordan 5 claves para evitar que los hackers o ciberdelincuentes puedan acceder a la información bancaria de los usuarios.

¿En qué consiste la seguridad financiera?

La seguridad financiera es la protección de información, activos y operaciones financieras de un usuario o empresa ante las diversas situaciones que se puedan presentar. Entre las actividades que comprende destacan el robo, fraude, errores u otras vulnerabilidades.

Tiene como objetivo establecer medidas de seguridad, tecnologías y procedimientos adecuados para mantener resguardados los datos financieros de los usuarios. No se trata únicamente de mantener a salvo el patrimonio económico que existe, sino de conservar los datos personales lejos de los hackers y ciberdelincuentes.

5 consejos para resguardar la información financiera personal

Conservar los datos personales privados es importante para que el patrimonio se mantenga seguro. Cada vez que se realicen operaciones comerciales digitales se debe verificar cuál es la información que se comparte.

Por ejemplo, los números de cuenta, seguro social, PIN, etc., son parte de los datos vulnerables que hay que cuidar en todo momento. A continuación, se muestran 5 pasos a seguir para conservar la identidad financiera protegida:

1- Implementar la seguridad en los dispositivos inteligentes

Hay que agregar medidas de seguridad como una VPN a los móviles como alternativa adicional para combatir a los ciberdelincuentes. Tanto el teléfono como la computadora y cámara web deben estar protegidos contra los hackers, especialmente al ingresar a sitios de dudosa procedencia.

Aplicar contraseñas seguras, uso de huella dactilar, mantener el software actualizado y emplear una vpn a la hora de navegar, serán esenciales para mantener la información financiera protegida.

2- Crear una contraseña difícil de descubrir

Las contraseñas de 8 letras son fáciles de romper, lo que significa que se deben emplear otras medidas de seguridad extra para que sea confiable. De hecho, si tiene letras mayúsculas y 8 caracteres también es vulnerable, por lo que es más recomendable usar 12 caracteres que incluyan un dígito y un símbolo, haciéndola indescifrable.

La generación de una contraseña segura es un paso importante a la hora de conservar los datos financieros protegidos. No se debe colocar información que se pueda adivinar, tales como fechas de cumpleaños o nombres. En vez de ello, es mejor pensar en una frase larga que sea fácil de recordar, tal como “nunca dejar el teléfono en el balcón”. Si es posible, se deben cambiar las letras de la frase por dígitos o símbolos.

3- Aplicar la autenticación de dos pasos

La autenticación de dos pasos es una medida que ha surgido en la era digital como una solución a los problemas de hackeo. Se trata de un método que permite verificar la identidad del usuario, ya sea enviando un código por correo o al teléfono móvil desde una app específica.

4- No usar Wifi público

Acceder al banco mientras se está conectado a una red Wifi de la cafetería, biblioteca local o plaza, es una de las acciones más arriesgadas que se pueden cometer. También es clave verificar que el sitio al que se ingresa es confiable.

Por norma general, la mayoría de las apps para móviles emplean un sistema de cifrado. Pero, hay que buscar siempre que la dirección de la web tenga un candado en la barra de direcciones y que inicie con https.

5- Evitar las estafas con phishing

El objetivo del phishing es hacer que el usuario abra un enlace enviado directamente a él para ingresar a sus datos financieros de forma ilegal. Es decir, se trata de un método para engañar en el que pueden acceder al dinero almacenado en la cuenta del usuario o emplear sus datos para cometer delitos.

Se debe tener cuidado con los emails, llamadas y mensajes de texto no autorizados que piden datos financieros. Por ejemplo, el usuario y contraseña, el código de un mensaje de texto recibido o la solicitud de datos de una operadora del banco, todos son métodos de estafa.

En el caso de no estar seguro sobre si el correo electrónico o código viene realmente de la empresa bancaria, lo mejor es acudir a atención al cliente y verificar que el proceso es legal.

Los principales robos de identidad han consistido en el uso de tarjetas de crédito, solicitud de préstamos comerciales, fraude fiscal y extracción de dinero en las cuentas bancarias. Por ello, es necesario estar al día con los nuevos métodos que emplean los ciberdelincuentes y aplicar medidas de seguridad tanto al entrar en una web financiera como en el dispositivo desde el que se hace.


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Cortesía de El Contribuyente



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