Actualización sobre fallecidos y desaparecidos
- Número de fallecidos: 211
- Número de personas desaparecidas: 2000 (fuentes no oficiales)
En los últimos días, la Comunidad Valenciana ha experimentado uno de los episodios más devastadores de Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que ha dejado un saldo trágico de al menos 207 fallecidos y un número todavía indeterminado de desaparecidos. Las imágenes de pueblos arrasados y ciudadanos atrapados en sus hogares bajo el agua han conmocionado a la región y al país. A medida que los equipos de emergencia continúan sus labores de rescate, surge una pregunta clave: ¿qué factores se combinaron para que este episodio de DANA fuera tan devastador?
Abordamos paso a paso cómo y por qué se ha formado esta DANA, en qué consiste este fenómeno meteorológico y analizamos los elementos específicos que han contribuido a que su impacto en Valencia haya sido tan virulento. Los especialistas advierten que este tipo de eventos podrían volverse cada vez más frecuentes y destructivos debido al cambio climático, haciendo más urgente la preparación para un clima extremo.
Antes de seguir leyendo, tal vez te interese la cronología de los avisos de emergencia de la DANA, desde el principio. Un fenómeno que han querido llamar “tsunami dulce” y que ha provocado una comparecencia especial del Presidente del Gobierno, con el fin de apoyar a la zona con unas medidas sin precedentes.
Paso 1: ¿Qué es una DANA y cómo se forma?
Para comprender qué hace que una DANA sea tan destructiva, primero es necesario entender en qué consiste este fenómeno. Las depresiones, en meteorología, son áreas de baja presión atmosférica, lo que significa que el aire es más denso en los alrededores que en el centro de esta “burbuja”. Este desequilibrio de presiones es fundamental para generar lluvias, tormentas y fuertes vientos.
En el caso de una DANA, la situación es aún más compleja. Este fenómeno, que también se conoce como “gota fría”, ocurre cuando una masa de aire polar muy frío queda aislada a gran altitud, entre 5.000 y 9.000 metros sobre el nivel del mar. A diferencia de otras tormentas, la DANA se forma de manera aislada de las corrientes de aire que normalmente regulan el clima en el hemisferio norte, como el chorro polar o el chorro subtropical. Este aislamiento permite que la masa de aire frío comience a interactuar con el aire cálido y húmedo de su entorno, generando condiciones de inestabilidad atmosférica.
Paso 2: Condiciones previas en el Mediterráneo y la península Ibérica
Uno de los factores que ha contribuido a la virulencia de esta DANA en Valencia es el calentamiento anómalo del mar Mediterráneo. Este otoño, el Mediterráneo ha alcanzado temperaturas de hasta 22 °C en algunas zonas, más de un grado por encima de su promedio habitual. Mientras que, en 2022, se registró una ola de calor marina sin precedentes en el Mediterráneo, con temperaturas superficiales que superaron los 30°C en varias zonas. Este calentamiento extra ofrece una mayor “gasolina” para alimentar la DANA, ya que proporciona una fuente de humedad y energía adicional.
La masa de aire frío que forma la DANA comienza a interactuar con esta humedad cálida del Mediterráneo, generando fuertes tormentas en el este y sureste de España. Además, la orografía de la península Ibérica, particularmente la disposición de las montañas en la región de Valencia, favorece la elevación del aire caliente y húmedo desde el mar hacia la atmósfera, donde se encuentra con el aire frío de la DANA. Este choque entre masas de aire en distintos estados de temperatura y humedad intensifica las precipitaciones y genera condiciones extremadamente inestables.
Paso 3: El papel de la atmósfera y las corrientes de aire
La formación de una DANA implica que las corrientes de aire que suelen fluir de oeste a este, conocidas como corrientes en chorro, se ondulan y fragmentan hasta aislar una parte de esta masa de aire frío. Este proceso es especialmente frecuente en otoño, cuando las temperaturas del Mediterráneo siguen siendo cálidas y los frentes fríos empiezan a descender desde el Atlántico. En el caso de Valencia, esta DANA quedó bloqueada en su posición, generando precipitaciones intensas de manera continuada.
Este fenómeno de “bloqueo atmosférico” es uno de los factores clave para entender por qué la DANA en Valencia ha tenido un impacto tan severo. A diferencia de otras tormentas que se desplazan rápidamente, una DANA puede permanecer estancada en la misma zona durante días, provocando acumulaciones de agua descomunales.
Paso 4: Las lluvias torrenciales y su impacto en Valencia
Durante los días de mayor actividad, algunas zonas de Valencia registraron más de 500 litros de agua por metro cuadrado, el equivalente a un año de lluvias en cuestión de horas. Esto llevó a inundaciones masivas que arrasaron localidades enteras y dejaron a miles de personas atrapadas en sus hogares y vehículos. La combinación de lluvias intensas, terrenos saturados de agua y un sistema de desagüe urbano incapaz de manejar este volumen extremo de precipitaciones contribuyó a que el agua se acumulara rápidamente.
Hay que añadir que las lluvias no solo llegaron acompañadas de tormentas eléctricas, sino también de fuertes vientos y, en algunos casos, tornados que azotaron la región. La magnitud de este fenómeno llevó a que el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) elevara el nivel de alerta a rojo en varias zonas de Valencia, emitiendo advertencias a la población para que evitara desplazamientos no esenciales.
Paso 5: El cambio climático y su influencia en la intensidad de la DANA
La frecuencia e intensidad de las DANAs han ido aumentando en los últimos años. Un estudio reciente de la Sociedad Meteorológica Estadounidense confirma que desde la década de 1960, el número de episodios de este tipo ha crecido notablemente en el Mediterráneo, y muchos expertos señalan al cambio climático como un factor fundamental.
El calentamiento global eleva la temperatura del Mediterráneo, permitiendo que las DANAs sean más intensas. La organización World Weather Attribution, que se dedica a analizar los efectos del cambio climático en fenómenos extremos, estima que las lluvias torrenciales de este tipo son ahora un 12% más intensas y el doble de probables en comparación con el clima preindustrial. Friederike Otto, investigadora del Imperial College de Londres, explica que “estamos viendo eventos del pasado, pero que se están volviendo más habituales y extremos debido al calentamiento del planeta”.
Este fenómeno de Valencia es una muestra de cómo el cambio climático afecta ya a comunidades y ecosistemas, y enfatiza la necesidad de tomar medidas para prepararse para un clima cada vez más impredecible.
Evolución de la DANA: día a día
Preludio: 28 de octubre de 2024
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió avisos por lluvias intensas en la vertiente mediterránea, especialmente en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Cataluña. Se preveían acumulaciones de hasta 200 mm en 12 horas.
29 de octubre de 2024
Las precipitaciones se intensificaron en la Comunidad Valenciana, registrándose acumulaciones de hasta 300 mm en 24 horas en localidades como Alzira y Xàtiva. Estas lluvias provocaron el desbordamiento de ríos y barrancos, causando inundaciones en áreas urbanas y rurales.
30 de octubre de 2024
La DANA se desplazó hacia el sur, afectando a la Región de Murcia y Andalucía oriental. En Murcia, se registraron acumulaciones de hasta 250 mm en 24 horas, mientras que en Almería y Málaga las lluvias superaron los 150 mm, provocando deslizamientos de tierra y cortes de carreteras.
31 de octubre de 2024
El fenómeno continuó su avance hacia el oeste, impactando a las provincias de Sevilla, Córdoba y Huelva. Las precipitaciones, aunque menos intensas, causaron inundaciones en zonas bajas y afectaron infraestructuras locales.
1 de noviembre de 2024
La DANA aparentemente comenzó a debilitarse, reduciendo la intensidad de las lluvias en la mayoría de las regiones afectadas. Sin embargo, las secuelas del fenómeno se hicieron evidentes, con comunidades trabajando en la recuperación y evaluación de los daños sufridos.
2 de noviembre de 2024
La situación no parece mejorar y se han activado avisos amarillo y naranja.
Un futuro incierto y la preparación para nuevas DANAs
Tan solo ver las imágenes de satélite de la NASA del “antes y el después” son un indicativo para entender la magnitud de la tragedia. Y esta tragedia en Valencia deja una lección clara: los episodios de DANA pueden repetirse y ser cada vez más severos. Los expertos insisten en la importancia de mejorar los sistemas de alerta temprana y de infraestructura para mitigar los efectos devastadores de estos fenómenos. A largo plazo, sin embargo, la lucha contra el cambio climático sigue siendo crucial para reducir la frecuencia e intensidad de fenómenos como la DANA.
Valencia ha experimentado en carne propia el poder destructivo de un fenómeno que solía ser esporádico pero que ahora muestra indicios de convertirse en una amenaza recurrente. Mientras las autoridades y la sociedad española asimilan el impacto de esta catástrofe, la pregunta que queda en el aire es si estamos realmente preparados para el cambio que se avecina. Mientras tanto, no estás de más recordar cómo debe actuar el ciudadano.
Cortesía de Muy Interesante
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