
La jubilación, ese momento tan esperado por muchos, puede llegar a convertirse en una etapa difícil de afrontar emocionalmente. Si bien representa el cierre de la vida laboral y la posibilidad de descansar, también puede generar sentimientos de vacío, incertidumbre y pérdida de propósito. Ante este panorama, psicoterapeutas y especialistas en salud mental coinciden en que preparar la mente es tan importante como planificar las finanzas.
Enfrentar la jubilación sin temor requiere un proceso de adaptación y reflexión. A continuación, expertos en psicoterapia explican cómo transitar esta transición de forma saludable y enriquecedora.
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Aceptar que la jubilación es un cambio, no una pérdida
Uno de los primeros pasos, según los especialistas, es entender que jubilarse no implica volverse inútil o inactivo, sino simplemente pasar a otra etapa de la vida con nuevas oportunidades. “Muchas personas se aferran a su rol laboral como fuente principal de identidad. Por eso, al dejar de trabajar, pueden sentirse desorientadas”, explica la psicoterapeuta Laura Méndez.
Reconocer que este cambio es natural y que puede traer cosas positivas permite reducir la ansiedad y el miedo al futuro.
Redefinir el propósito de vida
Durante décadas, el trabajo da estructura a los días, metas a corto y largo plazo, y un sentido de utilidad. Al llegar la jubilación, es necesario reconstruir ese sentido de propósito. Para ello, los psicólogos recomiendan explorar intereses personales que tal vez fueron pospuestos por la rutina laboral: aprender algo nuevo, involucrarse en causas sociales, hacer voluntariado, cuidar de la salud física o simplemente disfrutar del tiempo con la familia.
“Lo importante es llenar la agenda con actividades significativas que mantengan la mente activa y el espíritu motivado”, señala el terapeuta Gerardo Ríos.
Cuidar la salud emocional
Es común que en los primeros meses tras dejar de trabajar, algunas personas experimenten sentimientos de tristeza, soledad o incluso depresión. Por ello, es fundamental prestar atención a las emociones y, de ser necesario, buscar acompañamiento psicológico. Establecer una red de apoyo, mantener el contacto social y hablar abiertamente sobre las preocupaciones pueden ser herramientas valiosas para atravesar esta etapa.
Planificar la rutina diaria
Tener tiempo libre puede parecer un lujo, pero también puede ser abrumador si no se gestiona bien. Los psicoterapeutas recomiendan crear una rutina flexible pero estructurada, que incluya momentos para la actividad física, el descanso, la recreación y los vínculos personales. Esta organización ayuda a mantener el equilibrio emocional y evita caer en el aburrimiento o la inactividad prolongada.
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Ver la jubilación como una oportunidad de crecimiento
La jubilación no es el final de la vida activa, sino el inicio de una etapa distinta, con otros ritmos y nuevas metas. “Este momento puede ser una gran oportunidad para reconectar con uno mismo, descubrir talentos ocultos o simplemente vivir con más calma y consciencia”, afirma la especialista Laura Méndez.
Superar el miedo a la jubilación es posible si se asume este cambio como una transición y no como una pérdida. Con el acompañamiento adecuado, una buena organización del tiempo y la voluntad de abrirse a nuevas experiencias, esta etapa puede convertirse en una de las más plenas y satisfactorias de la vida. La clave está en comprender que el bienestar emocional también se construye día a día, incluso después de dejar atrás la vida laboral.
BB
Cortesía de El Informador
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