6 pasos para armar tu fondo de emergencia, un activo estratégico en tu arquitectura financiera

La cultura del ahorro en México tiene grandes desafíos. Prácticamente 50% de la población de 18 años y más no tiene un peso partido por la mitad para enfrentar alguna eventualidad, la mayoría -aseguran- por falta de dinero, y 71% tiene estrés financiero, de moderado a alto, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Salud Financiera (Ensafi), de Inegi.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Lamentablemente, los imprevistos no avisan y ponen a prueba nuestra estabilidad económica y salud mental, por lo cual es indispensable tener un guardadito para sortear el mal momento.

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Quedarse sin empleo, enfermarse, tener un accidente o cosas menos graves, como la descompostura del refrigerador o la estufa, entre otros, son sucesos que requieren, en la mayoría de los casos, recursos para superarlos.

Colchón financiero

Para ello es necesario tener un fondo de emergencia ¿Qué es? Se trata de un colchón financiero diseñado exclusivamente para hacer frente a gastos imprevistos o situaciones de crisis. Su objetivo es brindar seguridad financiera en momentos difíciles, permitiendo cubrir gastos esenciales sin tener que recurrir a préstamos o al endeudamiento.

Para Gianco Abundiz, especialista en educación financiera, el fondo de emergencia no solo es un colchón anticrisis, va más allá, “es un activo estratégico, el cual, quizá, es el instrumento más subestimado en la arquitectura financiera, porque la liquidez no solo salva, también empodera”.

Este activo debe contener los recursos suficientes para cubrir los gastos básicos correspondientes a entre tres y seis meses, dice la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

“(Con ese fondo), no vives con ansiedad, no decides desde el miedo, no vendes tus inversiones por desesperación. En los momentos críticos o estratégicos, quien tiene liquidez toma mejores decisiones”, señala Abundiz.

Según datos de la última Encuesta Nacional sobre la Salud Financiera, del Inegi, pocos mexicanos tienen este activo. De 92.81 millones de personas de 18 años y más, sólo 1.86% cuenta con ahorros por hasta tres meses de lo que gana o recibe y 4.39% tiene en su cochinito el equivalente a más de un trimestre de sus ingresos.

¿Cómo lo integro?

Por supuesto que este fondo no se junta de la noche a la mañana, considerando que el objetivo es fortalecer la estabilidad financiera, no dañar tu cartera. Ernesto y Alejandra tienen el suyo y demoraron siete meses y 1.2 años para integrarlo, respectivamente.

Ambos coinciden que el primer paso para lograrlo es un presupuesto mensual para tener claro los ingresos y gastos netos e ir descalificando lo que no es necesario y puede generar ahorros.

En el caso de Ernesto, el tiempo fue menor porque tiene dos fuentes de ingresos. Además de ser empleado de gobierno, es contador y apoya a sus clientes con trámites fiscales.

“Te da tranquilidad saber que tienes recursos a la mano para cualquier imprevisto”, expresa Alejandra.

¡Arma el tuyo!

La Condusef detalla los 6 pasos para integrar el fondo de emergencia de forma sencilla y sin impactar tus finanzas.

1. Define el monto

Lo primero es conocer tus gastos mensuales, tanto fijos como variables. Esto te permitirá establecer el monto que necesitas ahorrar, así como la cantidad inicial y el plazo. Por ejemplo, si tus gastos son de 15 mil pesos mensuales, tu fondo debería tener entre 45 mil y 90 mil pesos.

2. Ajusta tu presupuesto

Ahora que ya definiste el monto de tu fondo de emergencia, deberás incluir este ahorro mensual en tu presupuesto. De ser necesario es buen momento para recortar algunos gastos no tan necesarios como suscripciones a servicios de streaming o gastos hormiga. También puedes buscar generar ingresos extras para alcanzar tu meta antes de lo planeado.

3. Establece metas

Proponte lograr un objetivo al año dividiendo tus ahorros mensuales, seguramente esto te será más sencillo de manejar. Lo importante es que seas constante, para ello puedes programar un depósito automático quincenal o mensual desde tu cuenta bancaria, o poner una alerta para recordarte de realizar la transferencia.

4. Revisión de objetivos

Recuerda llevar un control de tu fondo, para ello revísalo cada cierto tiempo y lleva un registro de tus aportes o movimientos.

5. Evita caer en errores

Lo mejor es mantener tu fondo en una cuenta separada para evitar tentaciones de utilizarlo en otros gastos. Recuerda que tu fondo debe estar en una cuenta de fácil acceso para disponer de tu dinero rápidamente.

6. Si ocupaste recursos, retoma tu meta

En caso de que hayas utilizado tu fondo para un imprevisto, es importante que, en cuanto puedas, retomes tu meta de contar con un monto que te proteja en situaciones inesperadas. Para ello, sigue los pasos mencionados anteriormente.

¿Dónde se guarda?

Abundiz explica que un fondo de emergencia no debe estar en instrumentos ilíquidos, es decir, no se debe poner en un bien raíz o en un fondo que necesitas vender con tiempo y penalizaciones

La clave es el acceso rápido sin perder valor. Puede estar en una cuenta de ahorro con buena tasa, una cuenta digital o una herramienta como Cetes a 28 días, pero siempre con liquidez cercana.

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OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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