Carlos Aguila Franco
SISTEMA PENITENCIARIO, UN FRACASO MÁS QUE HEREDARÁ SHEINBAUM
Cada día que pasa en espera de que López por fin deje de dañar a nuestro querido México, sigue saliendo a la luz información en casi cualquier tema que se aborde, de su total fracaso y la herencia que le dejará a Claudia Sheinbaum quien cargará con todo lo mal que hizo y lo que dejó inconcluso.
En esa larga lista se suma el Sistema Penitenciario del país, en el que para variar de como se lo dejaron el 1 de diciembre del 2018 a la fecha, entregará pésimos resultados.
FRACASO DEL SISTEMA PENITENCIARIO
Como si el tema de los penales del país no fuese importante contar con buenos resultados, López sigue sumando fracasos y “Haciendo Historia” junto con su nefasta 4-T y entre el 2015 y el 2018, en la parte final del sexenio de Enrique Peña Nieto, se aplicó la política del sistema penitenciario de excarcelar a todos los presos en esto fuera posible, ya fuese por el tipo de delito o a partir de los años de cárcel cumplidos, despresurizando con ello las cárceles del país. Lográndose hacerlo con 21 mil 888 presos, mismo número de lugares que quedaron sin ocupar en las celdas en diciembre de 2018 en que dio inicio el sexenio de López.
Pero, como a López le gusta en todo ir para atrás en lugar de avanzar, en la parte final de su administración la situación en las cárceles se revirtió completamente.
Importante recordar que la política de despresurización penitenciaria que señalamos que llevó a que del 2015 al 2018 se disminuyera en un impresionante 20 por ciento la población penitenciaria del país, logrando que quedaran por debajo de los 200 mil reos, fue algo que sólo se había visto a inicios del siglo.
Y aunque la distribución de los presos era también un problema e impedía tener todas las cárceles sin sobrepoblación, dado que existían cárceles muy despresurizadas y otras con población excesiva, los espacios vacíos posibilitaban al menos movimientos de reordenamiento.
En el año 2010, alrededor del 40 por ciento de la población penitenciaria estaba encerrada sin sentencia. Coincidiendo en que se comenzaba a implementar el nuevo sistema de justicia penal que, tenía entre otros objetivos, evitar que la pena corporal de cárcel fuese el medio general para procesar un delito y que la prisión preventiva proliferara.
En esa línea y desde el 2010, prácticamente todos los procuradores y fiscales, autónomos o designados, han pugnado por mantener la prisión preventiva, que es el encarcelamiento sin sentencia, aunque en el periodo citado de 2015 a 2018 la política penitenciaria tuvo un gran impulso en sentido contrario.
El aumento de presos en los penales, es un tema que preocupa dado que de acuerdo a las estadísticas del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de marzo de 2024, la población total de internos asciende a 232 mil 859 y, de éstos, 47 mil 648 sufren hacinamiento.
Los estados con mayor sobrepoblación de centros penitenciarios son: Estado de México, con 21 mil 598 reos; Sonora, 3 mil 756; Chihuahua, mil 799, y Durango, mil 918.
En marzo de 2024, el órgano administrativo registró una población penitenciaria de 232 mil 859 presos que, comparado con diciembre de 2018 que fue de 197 mil 988 internos, tuvo un aumento de 34 mil 871, es decir 17.6%.
Al respecto Paola Zavala Saeb, abogada y fundadora de la Organización Comunitaria por La Paz (Ocupa), dedicada a la reinserción social, prevención del delito y la delincuencia, comentó para El Universal, “Observamos un aumento muy preocupante en la cantidad de personas que entran a la cárcel sin sentencia, sólo acusadas por los delitos que están en el catálogo de prisión preventiva oficiosa, la idea que nos dan es que en los penales están los homicidas y violadores, la verdad es que hay otros delitos que van desde robo, narcomenudeo o patrimonio”.
Agregando que alrededor de 95% son hombres y 5% mujeres, generalmente con educación básica y no tienen acceso a una defensa adecuada. Aunado a que no se tiene el número de jueces suficiente para mover los casos, porque no hay abogados metidos todo el tiempo en presionar a las autoridades, entonces las personas pasan años en prisión. Un ejemplo es el caso de Israel Vallarta, señalado como presunto líder de la banda de secuestradores Los Zodiaco, quien lleva 18 años en prisión sin sentencia.
Por otra parte, es importante conocer que el hacinamiento es por el aumento en el catálogo de prisión preventiva oficiosa, el cual permite que personas vayan a la cárcel sin sentencia, siendo presuntamente inocentes, debido a que la gran mayoría no cuenta con una defensa adecuada: Y socialmente nos hacen creer que en las cárceles están los más malos, en vez de decirnos que ahí están los más pobres. Otra razón son los tiempos que toman la fiscalía y el sistema Judicial en dictar sentencia y acabar un proceso judicial. Los meten a la cárcel para pasar su proceso, pero no se cumple el requisito constitucional de que no pueden pasar más de dos años sin sentencia, muchos tienen en promedio cinco o seis años esperando y los juzgados no se dan abasto.
Por ello que se espera un revés a la prisión preventiva oficiosa y que se pida al Poder Legislativo que como medida cautelar sólo aplique la prisión preventiva justificada. Es decir, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pueda pedirles a las fiscalías que fundamenten por qué la persona tiene que estar en la cárcel. En caso de los delitos menores, se acudiría a otra medida cautelar, por ejemplo, brazaletes electrónicos”.
A su vez, la especialista aclara, que quitar la prisión preventiva oficiosa no quiere decir sacar a la calle a las personas, significa aprovechar las otras medidas que prevé el Código de Procedimientos Penales. Se debe revisar el uso de la prisión en el caso de delitos menores no violentos, aquellos relacionados con robo. Argumenta que, al eliminar la prisión preventiva oficiosa, obliga a las autoridades a elaborar un análisis más a fondo, porque debe estar justificada, permite hacer un estudio más cauteloso y evitar sobrecarga al sistema penitenciario.
PROBLEMAS EN LOS PENALES ESTATALES
El sistema judicial federal en su conjunto, contemplando FGR y juzgados federales, han disminuido el número de cautivos que produce, de en el 2019 que había 32 mil 650, a 28 mil 514 en el 2024.
Pero en los sistemas estatales, luego de lograr reducir la población penitenciaria en 2019 a 165 mil 734 reos, en los últimos seis años subieron a 203 mil 440; y con ello, los estados rebasan por sí solos la barrera de los 200 mil presos.
Siendo contrario a la disminución de procesados y sentenciados en el orden federal, los procesados de la justicia de los estados aumentaron de 60 a 75 mil, en el sexenio de López; en tanto los sentenciados también aumentaron de 105 mil a los 130 mil.
Finalmente, tanto tienen su responsabilidad y culpa el sistema federal como los estatales, porque debería existir una coordinación entre ambos, para que en el sistema penitenciario se agilicen los procesos de sentencia de quienes están recluidos y a su vez seguir aplicando el sistema para despresurizar los penales, dado que la sobrepoblación en ellos les genera más problemas internos y obviamente más gastos por tenerlos.
Todo este negro panorama es una más de las herencias que le dejará López a Claudia Sheinbaum sumándose a la larga lista de temas en los que casi no se hizo nada y al contrario se retrocedió, o quedaron inconclusos. La gran duda es ¿los resolverá la próxima presidenta? Usted que opina estimado lector.
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