Las tropas ucranias están reduciendo el ritmo de avance en la provincia rusa de Kursk. La primera semana fue clave para que, según Kiev, sus soldados se adentraran cerca de 30 kilómetros en suelo del país invasor. Solo el 8 de agosto, el progreso ucranio fue de 10 kilómetros, según datos del centro de análisis estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). Pero en las últimas 40 horas, los regimientos ucranios habrían avanzado no más de cuatro kilómetros ante los crecientes refuerzos militares rusos, según confirman este miércoles portavoces del ejército ucranio y grupos de análisis de la guerra independientes.
Suspilne, medio estatal ucranio, informó este miércoles, citando a fuentes del alto mando, que la ofensiva en Kursk se había ralentizado debido a la llegada de nuevas unidades militares rusas protegiendo la capital de la provincia. La operación sorpresa ucrania al otro lado de la frontera, iniciada el 6 de agosto, consiguió éxitos rápidos con unidades militares veteranas que se enfrentaban a reclutas rusos poco experimentados. El total de soldados ucranios implicados en la ofensiva puede ascender a 15.000, según ha calculado el experto del Fondo Carnegie Michael Kofman.
El ejército de Kiev no aporta datos concretos, pero las estimaciones más bajas apuntan a no menos de 6.000 militares ucranios en territorio ruso. Los prisioneros de guerra rusos se cuentan en cientos, según el país que preside Volodímir Zelenski. El grupo de fuerzas especiales ucranio Alpha ha asegurado este jueves que solo en las últimas horas han capturado a 102 soldados enemigos.
La presidencia y el Gobierno ucranio trabajan ahora para consolidar una suerte de administración civil y militar en los territorios rusos bajo su control. Zelenski anunció el miércoles que se ha creado una zona especial de protección en los territorios bajo su control para tener cuidado de la población local con ayuda humanitaria, permitir que esta abandone la región hacia otras partes de Rusia o hacia Ucrania, y también para dar acceso a organizaciones internacionales, como Naciones Unidas o la Cruz Roja.
Continúan las evacuaciones
Tras las evacuaciones de los últimos días, Rusia ha anunciado este jueves que ha desplazado a miles de ciudadanos de regiones limítrofes con el país invadido. El alto mando ucranio estima que 120.000 ciudadanos rusos han abandonado la zona bajo su dominio. Las autoridades rusas elevan el número de evacuados a 200.000 personas.
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Zelenski también avanzó que se está discutiendo la posibilidad de constituir un mando militar ucranio específico en la región de Kursk. El objetivo de Kiev, según explicó el martes un portavoz del Ministerio de Exteriores, es mantener temporalmente la presencia militar ucrania en territorio ruso, hasta que el Kremlin “acepte negociar una paz justa”.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania han podido además hacerse con blindados y armamento ruso abandonado, tal y como sucedió en las exitosas contraofensivas de 2022 que permitieron a las tropas de Kiev hacer retroceder al invasor en el norte del país, en Járkov y en Jersón.
También el ISW ha constatado que la evolución de las compañías ucranias blindadas y de asalto ha ido a menos por los refuerzos rusos. Estas nuevas incorporaciones del invasor, según han admitido oficiales ucranios en el frente de Donetsk, no proceden por el momento de los frentes de guerra donde Kiev busca que la ofensiva del Kremlin se ralentice, es decir, en la provincia de Donetsk.
Las posiciones ucranias en Kursk, pero también su retaguardia en la provincia ucrania de Sumi, están siendo castigadas con especial intensidad con bombas aéreas de la aviación rusa, según ha podido confirmar EL PAÍS.
La estrategia ucrania se centra ahora en asegurar sus posiciones en el suelo ruso conquistado. Medios como los ucranios Suspilne, NV o el estadounidense Forbes han publicado declaraciones de oficiales ucranios confirmando que están cavando líneas de defensa en los más de 1.000 kilómetros cuadrados ocupados, mientras que las autoridades rusas rebajan la cifra a la mitad. El objetivo principal es asegurar el dominio de la zona industrial de Sudzha. Conquistar este municipio, situado a siete kilómetros de la frontera, ha sido la principal victoria de las Fuerzas Armadas Ucranias. En las inmediaciones de Sudzha se encuentra una central gasista clave para la exportación de este combustible de Gazprom a Europa. Ucrania anunció que había tomado el control de la instalación. Imágenes de satélite sí constatan que la infraestructura ha sido dañada.
Pese al más lento avance ucranio, el Kremlin no las tiene todas consigo y prueba de ello es que imágenes de satélite publicadas por Censor Net y la CNN han mostrado que el ejército ruso está cavando trincheras a 60 kilómetros de la frontera con Ucrania.
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Cortesía de El País
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