El Pingüino: la increíble metamorfosis de Colin Farrell y la competencia con Danny DeVito

Con su facha de galán y desparpajo supo tener fama de “chico malo” después de su éxito en la década del 2000 con películas como SWAT, Miami Vice o Alejandro Magno. Fanático del fútbol y sobre todo de Diego Maradona, en algún momento el irlandés Colin Farrell (48) decidió revisar sus prioridades, ponerse serio y comenzar la segunda parte de su carrera actoral, con roles jugados y películas con menos pochoclo y más contenido.

Este jueves 19 de septiembre llegó a las pantallas de HBO y MAX como protagonista de una serie en la que está interpretando el que cree es el rol de su vida, El Pingüino. En 2022 había estrenado ese papel en la película The Batman, otra vuelta de tuerca de la famosa saga, esta vez con Robert Pattinson como el famoso superhéroe.

Al director Matt Reeves le gustó tanto como Colin Farrell logró transformarse en el famoso villano, que recreara Danny DeVito en el Batman de Tim Burton, que decidió producirle ejecutivamente esta serie de 8 capítulos que empezó a tomar vuelo esta semana.

La crítica elogia casi unánimemente su transformación y también la oscuridad de una serie que verá a su villano tratando de conseguir el liderazgo en el inframundo de Ciudad Gótica.

Entró este año a presentar un Emmy con la música de Batman y todos apuestan a que en la próxima entrega estará nominado. Lo precede una nominación al Oscar como mejor actor en 2023 por Los espíritus de la isla, la trágica enemistad de dos grandes amigos en una isla ficticia de Irlanda.

Una escena de Una escena de “El Pingüino”, con Colin Farrell. Foto: Macall Polay/HBO

“Generalmente estoy empapado de inseguridad, dudas y desdén cuando veo mi trabajo en la pantalla. Después de la primera proyección de Los espíritus de la isla recuerdo haberle dicho a mi hermana estoy destruido, ya nadie me va a tomar en serio” reconoció para sorpresa de los periodistas presentes, Clarín incluido, en una reciente conferencia de prensa.

La transformación que le llevó 3 horas diarias

Colin Farrell está irreconocible como Oz Cobb, como se conocerá en la serie a Oswald Cobblepot. Detrás del magnífico maquillaje provisto por Mike Marino, candidato al Oscar justamente por su trabajo en The Batman, lo único que Colin reconoce como propio son los ojos, aunque cree que miran diferente desde la psiquis de ese personaje perturbado, al que defiende porque ha aprendido a entenderlo en su larga metamorfosis.

“No quiero hacer juicio de valor, pero nació con un defecto físico que lo hace cojear y le han hecho bullying por eso. A veces resulta que la gente que es muy cruel ha recibido crueldad en su vida”.

La primera vez, para la película, la tarea de convertirse en ese personaje que ya no es él duró 8 horas.

Otro look. Colin Farrell, en la entrega de los Premios Oscar. Foto: AFP
 Otro look. Colin Farrell, en la entrega de los Premios Oscar. Foto: AFP

Para la serie cuenta que aceitaron el proceso en 3 horas, donde escuchaba música y cuando estaba aburrido llamaba a sus hijos en la voz de El Pingüino. Dice que sentía que el circo estaba en la ciudad cada vez que entraba para que lo transformaran.

La competencia entre los distintos pingüinos

Danny De Vito acaba de decir en una entrevista que su pingüino es mejor.

Cuenta Colin que se enviaron con DeVito varios mensajes ida y vuelta compitiendo por quién era el mejor pingüino y también quién tenía las mejores figuras de acción.

Danny DeVito, como el Pingüino, en la versión de Tim Burton.Danny DeVito, como el Pingüino, en la versión de Tim Burton.

“Me preguntan en quién me inspiré, algunos dicen que les recuerdo a Dustin Hoffman en Perdidos en la noche, alguien me contó que le recordé a Robert De Niro como Al Capone en Los Intocables. Aparentemente la mía no es una actuación muy original” bromea. Ha visto tantas veces esas películas que entiende que algo de eso pueda filtrarse en su actuación. Y reconoce que a los 7 años era fanático de Burguess Meredith, El Pingüino del Batman televisivo de Adam West.

Su personaje tiene un catálogo de mucho dolor e incertidumbre en su pasado, reconoce. “A veces era muy violento, a veces muy rock and roll”. Sin querer spoilear cuenta que en el final Oz ha ido demasiado lejos y ya no hay vuelta atrás. “Todo es parte del rompecabezas que hace que este trabajo de actor sea tan entretenido”.

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Cortesía de Clarín



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