La humanidad acaba de presenciar el lanzamiento de una de las misiones más importantes de nuestra generación. El proyecto Europa Clipper acaba de despegar desde la base espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, y ya se dirige hacia el gigante gaseoso de nuestro Sistema Solar en busca de respuestas a algunas de las preguntas que nos han acompañado desde los albores de nuestros tiempos. Según explican desde la agencia espacial estadounidense NASA, esta nave espacial de última generación viajará hasta Europa, una de las lunas de Júpiter, para averiguar si bajo sus enormes océanos helados se esconde algún signo de vida pasada o presente. Hasta ahora, todo apunta a que este rincón del cosmos es uno de los lugares más prometedores para buscar vida extraterrestre y, en definitiva, para responder a la pregunta de si estamos solos en el universo.
La misión ha despegado este lunes alrededor de las 18 (hora peninsular española) desde el emblemático Kennedy Space Center, en Florida, a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa estadounidense SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk. La sonda debía alzar el vuelo la semana pasada pero su viaje tuvo que aplazarse unos días debido al paso del huracán Milton por las costas de Estados Unidos. Pero finalmente, debido a las inclemencias del clima, no ha sido hasta hoy que Clipper ha tenido su primera oportunidad de despegue y, en efecto, ha conseguido alzar el vuelo. Ahora, tras despedirse de su planeta madre, esta gigantesca sonda dedicará las siguientes horas y días en desplegarse en todo su esplendor en el espacio y a realizar complicadas maniobras técnicas para poner rumbo a Júpiter.
“Es una de las mejores oportunidades que tenemos para descubrir si estamos solos en el cosmos”
“Es un gran paso hacia la exploración de lo desconocido. Es una de las mejores oportunidades que tenemos para descubrir si estamos solos en el cosmos“, afirman los técnicos desde el centro de control de esta histórica misión, que ha estado casi treinta años desarrollándose en los laboratorios de la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras empresas del sector y que, en total, ha costado más de 4.250 millones de dólares.
En busca de vida extraterrestre
El corazón del proyecto Europa Clipper es la búsqueda de signos de vida extraterrestre en los océanos subterráneos de Europa, la luna jupiteriana que durante décadas ha fascinado a científicos de todo el mundo. Y es que las observaciones realizadas hasta la fecha sugieren que bajo sus mares helados, Europa alberga un vasto océano de agua líquida y esto, según explican los expertos, podría ser un entorno propicio para que florezca la vida tal como la conocemos. Según explica la astrobióloga Tracy Becker, del equipo de la NASA, esta misión permitirá descubrir qué se esconde bajo los océanos de Europa, si este satélite jupiteriano alberga los ingredientes químicos necesarios para que brote la vida y si este fascinante mundo helado sigue teniendo actividad geológica.
La misión tardará seis años en recorrer los 600 millones de kilómetros que hay hasta Júpiter
Para intentar responder a todas estas preguntas, la misión empieza ahora un viaje de seis años y casi 600 millones de kilómetros para llegar hasta Júpiter. Se espera que la misión llegue a su destino hacia abril de 2030. A partir de entonces, Clipper dedicará los siguientes cuatro años de su recorrido en realizar cerca de 50 órbitas completas a Europa desde distintas alturas para recoger todo tipo de datos sobre, por ejemplo, la composición química de sus aguas, signos de actividad geológica presente y cualquier otro tipo de indicador que muestre si esta luna ha sido, es o puede ser potencialmente habitable para cualquier tipo de forma de vida que seamos capaces de identificar.
Un gigante espacial
La nave, que toma su nombre de los barcos conocidos como ‘clippers oceánicos’ que en el siglo XIX navegaban rápidamente entre continentes, lleva a bordo un total de nueve instrumentos de alta precisión que le permitirán estudiar a fondo la luna Europa. Entre estos destacan cámaras de alta resolución para capturar imágenes detalladas del satélite, espectrómetros para analizar la composición química de su superficie y radares capaces de penetrar el hielo para explorar lo que se oculta bajo sus capas heladas. Todo ello, desplegado en una gigantesca nave espacial de seis toneladas, tres metros de alto y cinco de ancho, unos paneles solares que se extienden más de 30 metros de punta a punta.
La sonda lleva a Júpiter un poema, la palabra ‘agua’ en 103 idiomas y el nombre de 2,6 millones de terrícolas
Más allá de los instrumentos científicos, Clipper también llevará hasta Júpiter un proyecto artístico llamado “Message in a Bottle”. Esta iniciativa incluye un poema de la escritora estadounidense Ada Limón, que explora nuestra fascinación por el océano oculto bajo la superficie helada de la luna Europa, así como la palabra ‘agua’ grabada en 103 idiomas distintos y un microchip con más de 2,6 millones de nombres de personas de todo el mundo que, aún desde sus hogares, han querido viajar hasta Júpiter a lomos de Clipper.
Cortesía de El Periodico
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