Por Argenis Esquipulas
Acteal, Chiapas. Desde la Tierra Sagrada de Acteal, la organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, junto con las y los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, expresaron su dolor e indignación ante el asesinato del Padre Marcelo Pérez Pérez, en medio de una creciente ola de violencia que afecta al estado de Chiapas.
El Padre Marcelo, quien trabajó durante diez años en la Parroquia de Chenalhó, acompañó a la comunidad en su lucha no-violenta y en la búsqueda de justicia por la Masacre de Acteal. Durante su misión pastoral en Chenalhó, fue objeto de múltiples amenazas de muerte debido a su firme compromiso de denunciar las injusticias y la violencia en la región. Ante el riesgo constante, fue trasladado a la parroquia de Simojovel, donde continuó su labor en defensa de los derechos humanos, enfrentando nuevamente amenazas por parte de caciques y políticos locales. En 2015, organizó junto con el pueblo creyente de Simojovel una magna peregrinación, un viacrucis cuaresmal hasta la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, para exigir al gobierno estatal el cese de la violencia.
A pesar de sus esfuerzos
El gobierno de Chiapas no garantizó su seguridad. La violencia contra el Padre Marcelo no cesó, y en julio de 2021 fue acusado falsamente de estar implicado en la desaparición de 21 personas en Pantelhó. Sin embargo, su verdadero trabajo, ampliamente reconocido tanto a nivel nacional como internacional, siempre fue en favor de la paz y el diálogo.
El pasado 20 de octubre de 2024, la vida del Padre Marcelo fue brutalmente arrebatada cuando dos hombres en motocicleta le dispararon tras la celebración de una eucaristía en la iglesia del Barrio de Cuxtitali, en San Cristóbal de Las Casas. A las 7:45 de la mañana, al dirigirse a su vehículo, fue alcanzado por las balas que lo privaron de la vida de manera inmediata. La Red de Organismos de Derechos Humanos (RED TDT) denunció este hecho, señalando la complicidad de la impunidad y la indiferencia del gobierno ante los peligros que enfrentaba el sacerdote.
Las y los sobrevivientes
De la Masacre de Acteal recuerdan con cariño y respeto el trabajo del Padre Marcelo, quien en varias ocasiones se refería a ellas y ellos como sus “maestros” en la no-violencia y en la construcción de la paz. A pesar de las constantes amenazas, el Padre Marcelo expresaba su firme convicción de continuar su lucha, inspirándose en figuras como Alonso Vázquez Gómez, catequista y mártir de Acteal, de quien aprendió a no temer a la muerte.
En un comunicado, Las Abejas de Acteal enfatizan que, aunque el cuerpo del Padre Marcelo haya perecido, su legado, sus palabras y su compromiso con la lucha no-violenta jamás serán olvidados. Destacaron su valiosa contribución al próximo libro de la organización, “El Camino de la No-violencia”, en el que expresó: “Aquí en Acteal se prendió el fuego del Espíritu Santo en mi corazón… Al venir a Acteal, escuché la palabra de las mujeres y los hombres ante las injusticias, y allí descubrí el llamado de Dios para denunciar las injusticias”.
Ante este contexto de violencia y muerte
Que azota a Chiapas, Las Abejas de Acteal exigen una investigación exhaustiva que identifique tanto a los autores materiales como a los autores intelectuales del asesinato del Padre Marcelo. La organización condena la inacción del gobierno morenista de Chiapas, que, a pesar de estar al tanto del riesgo que corría la vida del sacerdote, no pudo garantizar su seguridad, a pesar de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) bajo el No. 506-14 desde 2015.
Finalmente, Las Abejas de Acteal reiteraron su exigencia de justicia verdadera, no solo por el asesinato del Padre Marcelo, sino también por la Masacre de Acteal, cuyos mártires siguen presentes en la memoria colectiva de la comunidad.
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