El aprendiz, la película sobre Donald Trump con un actor de Succession, que dice que el filme es una tragedia y no una burla

Es normal estar nervioso antes de presentar una película en un gran festival de cine. Pero a fines de agosto, cuando el director Ali Abbasi abordó un vuelo con destino al Festival de Cine de Telluride, ni siquiera estaba seguro de si se le permitiría presentar allí su nueva película El aprendiz: una mirada ficticia al maquiavélico vínculo entre el joven Donald Trump (Sebastian Stan) y su abogado y mentor Roy Cohn (Jeremy Strong).

“Fue una verdadera locura lo que pasó, y les ahorré parte a Jeremy y Sebastian, pero la sensación es desmoralizante”, reconoció Abbasi durante una reciente videollamada con sus dos estrellas. El ex presidente había amenazado con iniciar acciones legales contra El aprendiz desde su estreno en mayo en el Festival de Cannes, lo que enfrió durante meses el interés de los distribuidores en la película e hizo de ella una perspectiva controvertida para cualquier festival posterior dispuesto a proyectarla.

“Si se estrena una película y la gente piensa que es mala o que tiene defectos, uno puede lidiar con eso -dijo Abbasi-. Pero cuando la ponen en una caja fuerte indefinidamente, la cosa se vuelve pesada”.

Al final, Trump no cumplió sus amenazas, Telluride proyectó la película sin incidentes y El aprendiz encontró finalmente un distribuidor, que ya estrenó la película el viernes 18 de octubre en los Estados Unidos. Aquí, en la Argentina se estrena el jueves 24. Sin embargo, a Jeremy Strong -el inolvidable Kendall Roy de la serie Succession– le preocupa la cantidad de grandes estudios que no estuvieron dispuestos a aceptar la película y potencialmente provocar la ira del candidato presidencial.

“Uno piensa que en Corea del Norte, en Rusia o en ciertos lugares se pueden prohibir cosas, pero no cree que eso vaya a ocurrir aquí”, dijo Jeremy Strong. “Es una señal muy oscura que incluso haya estado a punto de ocurrir”.

De qué trata “El aprendiz”

Escrita por Gabriel Sherman, El aprendiz comienza con Donald Trump a los 20 años, mientras trabaja a las órdenes de su padre, un magnate inmobiliario, y aspira a convertirse en una figura trascendental por derecho propio. Sin embargo, la ambición de Trump supera su capacidad hasta que conoce al inteligente Cohn, que toma al joven bajo su tutela y le imparte despiadadas reglas para el éxito que acabarán lanzando a Trump al más alto escenario imaginable.

Jeremy Stron, de Jeremy Stron, de “Succession”, en “El aprendiz”. En el filme interpreta a quien toma a Trump bajo su tutela y le imparte reglas despiadadas para el éxito. Foto: Diamond Films

El aprendiz podría ser un pasaje de entrada a la temporada de premios para Stan, más conocido como el supersoldado de Marvel Bucky Barnes, y para Strong, el actor de Succession ganador de un Emmy que hace poco se llevó a casa un Tony por Un enemigo del pueblo. Pero, ¿ayudará o perjudicará a sus candidaturas el fervor políticamente pesado que rodea a la película?

“Esto es lo más loco: no creo que esta película sea polémica”, dijo el director Abbbasi. “Es información que está disponible en todas partes y que se ha comprobado tres veces. Así que mi gran pregunta es: ¿cuál es el problema?”

-Al principio de la película, Sebastian, interpretás a Trump como una persona de voz mucho más suave y tímida de lo que estamos acostumbrados a verlo.

Stan: Volvé a ver la docuserie de Netflix Trump: An American Dream y mirá las primeras imágenes en las que se lo ve delante de un comité con una corbata amarilla gigante de los años ’70 tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresarse. Miralo en la sala de un tribunal cuando está con Roy esperando obtener una rebaja de impuestos: ves a un chico soñador que está haciendo todo lo posible para mantener la barbilla alta y fingir confianza. Tenemos que dejar de hablar de él como si fuera un ser del espacio exterior. Nació en este planeta como el resto de nosotros.

Abbasi: Hay una versión de esto que se puede leer como el devenir de un monstruo. También hay otra versión, que es esta tragedia humana: ¿Habría otras posibilidades para estas personas si todo su mundo no se redujera a ganar y tomar?

Strong: Lo veo 100% como una tragedia humana, del mismo modo que vi Succession como una tragedia del capitalismo tardío. Con esa serie, estábamos en una reunión en casa del productor la noche de las elecciones de 2016, e hicimos la primera lectura del guion. Luego Trump fue elegido, y eso cambió todo el envase de la serie y la forma en que hablaba al país. Hay una idea en la que pienso mucho y que se aplica a ambas cosas, algo que dijo Jung: “Donde el amor está ausente, el poder llena el vacío”.

Lo emocionante de esta película es que toca un tema polémico, algo que francamente no hacen muchas producciones hoy día. El mundo está en llamas y parece que gran parte de nuestra profesión se inclina cada vez más hacia contenidos superficiales y cosas relativamente seguras.

Stan y Strong, en sus personajes de Stan y Strong, en sus personajes de “El aprendiz”, la película sobre los inicios de Donald Trump. Foto: Diamond Films

-Algunas personas han acusado a la película de “humanizar” a Trump. ¿Cuál es su respuesta a eso?

Strong: Es un interrogatorio y una investigación humanistas sobre estas personas. Ali no está haciendo El gran dictador, no es una farsa, no es una caricatura. Tratamos de mirar ese mundo y a esas personas y de comprender cómo hemos llegado hasta aquí.

Abbasi: Creo que es peligroso empezar a pensar: “Ah, humanizás demasiado a alguien”. ¿Por qué iba a ser eso un problema?

-Con las películas independientes, siempre existe el riesgo de que nunca lleguen a verse. Este es un caso poco habitual, en el que una película independiente de gran repercusión corría el riesgo de no verse nunca.

Abbassi: Durante el verano, cuando la gente decía que existía la posibilidad de que no se exhibiera, me enojé. Pensaba: “Me van a estafar, la van a vender y no me van a dar el dinero”. No lo podía creer, de verdad, y no paraba de preguntar a distintas personas: “¿Cómo es posible?” Vengo de Irán y estoy acostumbrado a dictadores y gobiernos autoritarios, pero siempre he pensado que, sea cual sea el defecto de la sociedad estadounidense, la libertad de expresión no es uno de sus problemas.

Strong: Vivimos en una época muy binaria. Hay un pensamiento en blanco y negro y una incapacidad real para contener las complejidades o dualidades, y creo que eso es parte de lo que nos ha traído problemas sociales.

“El aprendiz”, sobre Donald Trump, llega a los cines poco antes de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Foto: Diamond Films

El estreno antes de las elecciones

-Aunque la película se estrena pocas semanas antes de las elecciones presidenciales (el 5 de noviembre), lleva años en desarrollo.

Abbasi: Tratamos de hacer la película muchas veces y no lo conseguimos. Recuerdo que, después del 6 de enero, fue como mirar un crack de mercado al día siguiente: todo el mundo decía: “No gracias, no gracias”. Finalmente, cuando Jeremy se sumó al proyecto, se pudo empezar a ver la película en su conjunto.

Strong: En ningún momento fue la intención lanzar esto en medio de una elección. Esto no se hizo a propósito para eso. Nunca hubo un plan para hacer de esto un acto político o una granada de mano para ser lanzada en medio de las elecciones. Creo que es increíblemente fortuito que pueda estrenarse en un momento en el que tiene el potencial de arrojar luz sobre el funcionamiento interno de este hombre, pero como película se sostiene por sí sola.

-Sebastian, ¿qué dijeron tus amigos y tu familia cuando les dijiste que ibas a interpretar a Trump?

Stan: Estoy bastante seguro de que mi madre dijo: “Al menos tenés la oportunidad de afeitarte”. Pero se lo pregunté a mucha gente, la verdad. El CEO de un estudio me dijo que no la hiciera porque iba a enemistarme con medio país, y un director de casting al que respeto mucho me dijo: “No necesitamos otra película de Trump, nunca vas a recibir aplausos por ella”. Y luego había otras personas que decían: “¿Vas a estar preocupado por tu seguridad?” Pero por alguna razón cada vez que alguien decía: “No la hagas”, me daban más ganas de hacerla.

Sebastian Stan, como Donald Trum en Sebastian Stan, como Donald Trum en “El aprendiz”, que llega a los cines argentinos el 24 de octubre. Foto: Diamond Films

-Cohn acepta a Trump como su protegido, pero la película insinúa que también hay un trasfondo sexual en el interés del hombre mayor.

Abbasi: Si nos fijamos en cuál era el tipo de Roy, eran chicos jóvenes, altos y rubios. Es decir, Donald Trump era básicamente su tipo. Ahora, ¿significa eso que fue la razón por la que se conocieron y tuvieron relación? No únicamente, no necesariamente. Jeremy me va a rebatir ahora, pero al parecer era alguien que se excitaba un poco con la idea del amor imposible, y Donald, en cierto modo, era un amor imposible.

Strong: No estoy en desacuerdo con Ali en eso, aunque me interesaba explorar lo que me parecía una forma bastante casta y platónica de amor entre los hombres, que es la amistad. Pero, ¿qué vio en él? Roy cultivaba la influencia. Le permitía sentirse por encima de la manada y veía en Donald algo que era un espejo de él. También existe la idea de que, cuando un alumno está preparado, aparece un maestro. Casualmente se encontraron en ese momento en el que él (Cohn) podía ser una especie de Yago y vertiele veneno en el oído.

-Ali, cuando la película se estrenó en Cannes y Trump amenazó con presentar una demanda, vos dijiste: “Todo el mundo dice que ha demandado a mucha gente. Pero no hablan de su porcentaje de éxito”. Parecías indiferente, pero ¿cómo te sentiste realmente?

Abbasi: Aprendí una lección cuando hice Araña sagrada, mi última película. Sabía que iba a ser polémica y a caerle mal al gobierno iraní, entonces salió un tráiler y el presidente del Parlamento dijo que le parecía una blasfemia. Te das cuenta de que te enfrentás a fuerzas mucho más grandes que vos como ser humano o como artista, pero ¿qué puedo hacer? ¿Voy a tomar el siguiente vuelo, ir a hablar con el presidente del Parlamento y decirle: “No, no soy blasfemo”?

En ese sentido, estamos cabalgando sobre el lomo del dragón, nos guste o no. La otra parte es que creo que mucho de lo que está ocurriendo ahora es una reacción instintiva de gente que aún no ha visto la película. Para mí, esta conversación será real cuando se estrene la película, cuando la gente realmente la haya visto, cuando el señor Trump la haya visto. Me interesaría mucho saber lo que piensa. Puede que aprenda algo. No lo digo de forma condescendiente, pero podría aprender algo.

Video

Video trailer de “El aprendiz”

-Aunque el momento del estreno es tenso, ¿qué tiene de bueno que se estrene tan cerca de las elecciones?

Abbasi: Para mí, la película sería tan relevante en diciembre o en enero como lo es ahora. En ese sentido, no creo que necesitemos las elecciones para ser relevantes, pero ¿me entusiasma que estemos en una interacción con el lomo del dragón? Te mentiría si dijera que no me entusiasma.

Strong: Es obligatorio verla para cualquier ser sensible que se preocupe por lo que está pasando en el país, y creo que ofrece una visión vital, que podría mover la aguja de manera real. En este momento en el que estamos rodeados de una retórica de odio y división, creo que el arte y el cine tienen un lugar.

Me preocupa que la gente esté desesperada por encontrar respuestas y orientación. Quiere que le digan cómo sentirse, quiere que le digan qué está bien y qué está mal. Toda la incomodidad con la película sólo revela por qué es importante: no es sólo lo que aprendés sobre Trump, es también lo que aprendés sobre vos mismo a partir de Trump.

Ya no profundizamos en la forma de abordar las cosas. Nos limitamos a leer páginas de Wikipedia. Si eso es lo que vas a hacer, entonces te vas a quedar flotando entre el resto de los Fantasmas de las Navidades Pasadas. Pero el resto de nosotros, al menos, vamos a intentar llegar al fondo de algunas cosas.

Traducción: Elisa Carnelli

Cortesía de Clarín



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