La cifra es escalofriante. Al menos, oficialmente, 34 personas fueron asesinadas en Tecpan de Galena durante el pasado fin de semana (en cuatro días de horror para ser exactos). Todavía se desconoce la cifra de desaparecidos como resultado de los enfrentamientos en estas zonas entre el Ejército y bandas del crimen organizado.
Un dato resalta entre todo lo que ocurre en aquella demarcación del estado de Guerrero: de acuerdo con el Gobierno Federal está involucrado un grupo organizado del narcotráfico originario de Guatemala conocido como GNG (Guerrero Nueva Generación), presuntamente ligado a la Familia Michoacana. Esto último es relevante porque podría tratarse de la importación de grupos criminales como cuando el Cártel de Juárez del “Señor de los Cielos”, Amado Carrillo Fuentes, invitó a trabajar en el país al Cártel de Medellín de Pablo Escobar.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que como resultado de los operativos en Tecpan se detuvieron a 21 personas, de los cuales 16 son de nacionalidad guatemalteca, una más de El Salvador y cuatro mexicanos. En sus primeras declaraciones, la alcaldesa
Alba Soberanis Hernández hizo hincapié en la situación migratoria de los presuntos delincuentes: “Aquí nadie va a venir a estacionarse”, amenazó la munícipe de Tecpan.
Al reaccionar a las primeras noticias este sábado, el recién nombrado titular de la Secretaría de Seguridad, Omar García Harfuch, reveló un video del convoy donde viajaban los gatilleros quienes no se dirigían para atacar al Ejército sino al grupo grupo delictivo de Tecpan Los Granados, pero se encontraron con un dispositivo de seguridad de elementos de las Fuerzas Armadas (Marina, Guardia Nacional y Sedena).
“Y tenían un poder de fuego muy importante”, añadió Harfuch. Este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum reprochó durante su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional que las armas usadas por los criminales en Tecpan de Galeana no sólo eran de alto calibre sino que esas armas proceden de Estados Unidos.
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Para el periodista Juan Pablo Guerra, especialista en temas del narcotráfico, se trata de la confirmación de que “México realmente, lamentablemente, es tierra de narcos, no sólo nacionales, también importamos células de otros países que vienen a entrenarse, aprender la operación o abiertamente, como en el caso de Guerrero o la frontera con Guatemala, hablo de Chiapas, a trabajar en el territorio”.
En opinión del periodista de La Jornada en Tijuana esto ya se había visto en Baja California y Chihuahua con células de cárteles de Colombia en los noventa, y se está repitiendo. Incluso, recordó, la gobernadora panista Maru Campos anunció la creación de un grupo especial en la Policía Estatal para combatir al “Tren de Aragua”, un cártel originario de Venezuela que se ha asentado en Ciudad Juárez particularmente por la política de puertas cerradas y tercer país seguro de Estados Unidos.
“Lo vimos con expertos que trajimos de Chile, El Salvador, de cómo opera el Tren de Aragua, es una pandilla muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Es una pandilla que maneja un perfil bajo, en términos de su identificación o de su pertenencia a esta pandilla. Sin embargo, maneja un alto perfil en temas sobre todo que generan una gran laceración contra la comunidad”, dijo el titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua, Gilberto Loya Chávez, sobre el grupo especial de agentes en el estado.
“Los cárteles extranjeros se mexicanizan en estructura, productos que trafican y negocios ilícitos en los que se involucran, mientras México sufre las consecuencias de importar a criminales que dejan una estela de sangre y pólvora cuando se aclimatan al país de los nopales y las salsas picantes”, insistió Guerra Cuéllar, alertando sobre un inminente conflicto que atrae ya la mirada de las agencias de seguridad de Estados Unidos y sigue siendo un tema rumbo a la elección presidencial de noviembre próximo.
Cortesía de La Política Online
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