A 30 años del MTV Unplugged de Nirvana, el más importante de la historia

Cuando uno dice MTV Unplugged, en el 99 por ciento de las veces está hablando de Nirvana. Es más, si alguna vez tuvimos un cárdigan fue por Kurt Cobain. Pero tenía que ser igual: verde pálido con agujero producto de un cigarrillo. El 1° de noviembre de 1994 salió a la calle MTV Unplugged in New York, primer álbum póstumo de la banda, publicado siete meses después de la muerte de Cobain. Sin dudas, uno de los mejores álbumes en vivo de todos los tiempos.

Tan importante que el suéter del cantante se llegó a vender en 334.000 dólares durante una subasta en el Hard Rock Café, siendo la fibra de lana más cara de la historia de la humanidad.

MTV Unplugged in New York no es un álbum en vivo más. Es la realización personal del grunge, movimiento que duró poco más que la lambada. Se editó el 1° de noviembre de 1994 por DGC Records. La actuación acústica había sido en los Sony Music Studios de Nueva York el 18 de noviembre de 1993.

Treinta años ya de la edición de aquel álbum. Al margen de la demagogia del de Coldplay o de Ricardo Arjona, el cantante de Nirvana no hizo bromas, ni hubo sonrisas. Hasta parecía un poco preocupado por la actuación. Detrás del carisma de Cobain estaban Dave Grohl -en batería- y Krist Novoselic dándole a su bajo gigante prestado.

Kurt Cobain, en el histórico concierto. Fotos Archivo Clarín

Los MTV Unplugged eran una joyita que había arrancado en 1989 y se disfrutaba como hoy se pueden disfrutar los Tiny Desk Concerts, esos conciertitos breves que radican en mostrar que los artistas son artistas también en la intimidad.

Los MTV desenchufados traen nostalgia, incluso cuando se recuerda el de Shakira. Loca Ciega Sordomuda con mariachis es una ceremonia de ayahuasca. La palabra “unplugged” buscaba traducir cierta utopía donde la música no era más que la expresión espontánea de las personas en una habitación común y silvestre: entrabas, te quedabas en pelotas y le mostrabas a tus fans la ropa interior que había bajo tu armadura de ídolo.

“Considerado uno de los pulóveres más famosos de la historia de la música, Cobain usó el cárdigan de la marca Manhattan, de acrílico y mohair, con un agujero quemado en la icónica actuación”, decía un comunicado de la firma Julien’s Auctions, encargada de la subasta.

La guitarra usada por Cobain, exhibida en el Hard Rock Cafe de Piccadilly Circus, en Londres, previo a la subasta. Foto AFP
La guitarra usada por Cobain, exhibida en el Hard Rock Cafe de Piccadilly Circus, en Londres, previo a la subasta. Foto AFP

Un escenario plagado de lirios, velas negras y una araña de cristal. Parecía un velorio. En esa época no se usaban los tatuajes. Kurt tenía solo uno con la letra K. En la presentación más emblemática de su carrera usó jeans, el suéter de valor exorbitante y uno de esos modelos de sneakers o tennis que pusieron en jaque a las grandes marcas. Consciente o inconscientemente, Cobain también revolucionó la moda.

Esa capacidad de algunos de tirarse la ropa encima en lugar de vestirse. Y encima marcar tendencia. Hay papers escritos sobre el tema y capítulos dedicados a las zapatillas Vans negras que usó durante la grabación de Smells Like Teen Spirit, en el ’91.

¿El mejor álbum de Nirvana?

Para algunos el de MTV fue el mejor álbum de Nirvana. A diferencia de muchos artistas que aparecieron en el ciclo, Cobain y los suyos grabaron las 14 canciones en una sola toma. La crítica habló de un acontecimiento, el disco fue calificado de conmovedor y, ocasionalmente, de “brillante”.

Kurt Cobain murió a los 27 años.Kurt Cobain murió a los 27 años.

Se dijo más: la interpretación vocal evocaba la de John Lennon con la Plastic Ono Band. La efeméride sirve para decir que, además, se cumplen 30 años del día en el que Kurt Cobain hizo su mágico cover del clásico de David Bowie, The Man Who Sold The World.

Nirvana, en ese momento, era una de las bandas más importantes del mundo. Se hablaba del grunge como de algo sucio, mezcla de géneros donde el punk parecía tener una cierta presencia destacada. La actuación es recordada como la última presentación impactante de Nirvana antes del desgraciado fallecimiento de Cobain, el 5 de abril de 1994.

Ese show del 18 de noviembre de 1993 es una ruptura en la tradición de los MTV Unplugged: Nirvana tocó material no tan conocido y versiones de canciones de The Vaselines, el mencionado Bowie, Leadbelly y Meat Puppets.

El capricho del cantante puso en jaque la mercadotecnia desenchufada, donde la atmósfera se reservaba a intérpretes sentados que no debían aventurarse a nada por fuera del catálogo mainstream.

El trío, sin embargo, hizo About a Girl o Dumb, que no eran canciones de mayor éxito comercial. Y sólo cantó ocho temas propios.

La araña de cristal que pendía de en las alturas proyectaba un destello perturbador sobre el escenario. Había violonchelista porque la moda del unplugged, en realidad, se trató de un movimiento estratégico para volver a poner de moda los violines. Una de las grandes amenazas que vivió el rock. Formato que hizo que todas las canciones de Babasónicos -en modo despojado- sonaran idénticas.

El recital de Nirvana duró 45 minutos. Cuando salió a la venta debutó en el número uno en los Estados Unidos y fue certificado ocho veces multiplatino. Dicho de otro modo, sus ventas superaron las 20 millones de copias a nivel mundial. El álbum obtuvo el único triunfo de Nirvana en un Premio Grammy.

Cortesía de Clarín



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