La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata Kamala Harris y su rival republicano el expresidente Donald Trump realizaron este sábado actos de campaña en Carolina del Norte, uno de los estados clave para llegar a la Casa Blanca, a tres días de realizarse los comicios.
Desde la ciudad de Gastonia, el magnate cargo nuevamente contra los inmigrantes al indicar que estos están robando los trabajos de los afroamericanos y que el próximo 5 de noviembre será el primer día de la “liberación de Estados Unidos”. “Lanzaré el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Rescataré cada ciudad y pueblo que haya sido invadido y conquistado”, expresó. “Estas ciudades han sido invadidas y conquistadas de la misma manera que una invasión militar, excepto que no llevan uniforme”, sostuvo, subrayando que su victoria traerá mejores empleos y un brillante futuro económico.
Kamala Harris, por su parte, encabezó su acto en la ciudad de Charlotte, la más grande del estado de Carolina del Norte. “Es hora de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos”, remarcó, en declaraciones recogidas por el diario The Washington Post. “Estoy lista para ofrecer ese liderazgo como la próxima presidenta”, añadió.
La vicepresidenta también realizó un acto unas horas antes en el estado de Georgia, donde los dos candidatos están técnicamente empatados en las encuestas. Allí, reiteró su crítica al exmandatario, afirmando que no piensa en mejorar la vida de los estadounidenses. “Se trata de una persona cada vez más inestable, obsesionada con la venganza, consumida por el resentimiento, y que busca un poder sin límites”, dijo desde el Centro Cívico de Atlanta.
Asimismo, pidió a la multitud presente que imaginara el contraste entre ambos al asumir la Oficina Oval en menos de 90 días. “Cuando sea elegida, iré con mi lista de cosas por hacer”, aseguró Harris entre aplausos, remarcando que, en cambio, Trump comenzaría su presidencia pensando en una lista de enemigos.
Campaña en el medio oeste
El día anterior ambos candidatos tuvieron varias paradas en dos estados, Michigan y Wisconsin, y terminaron la jornada en Milwaukee, en eventos de campaña a solo unos kilómetros de distancia el uno del otro. Además, hicieron énfasis en sus respectivas propuestas para el país y lo que los diferencia a ambos.
Harris se centró en la importancia del voto joven, a quienes llamó la “promesa” de EE.UU. e insistió en que cree que es necesario trabajar en unidad con el partido Republicano. “Prometo buscar los puntos comunes y encontrar soluciones de sentido común para los retos que enfrentamos”, expresó.
Trump, por su parte, dijo amar el país y aseguró que su rival demócrata odia a la nación. “No es una buena persona (…) yo creo que los odia”, indicó el exmandatario a sus seguidores y agregó que cree que la exfiscal es incompetente y que ha sido la peor vicepresidenta de la historia.
Antes de visitar Milwaukee, el republicano visitó Dearborn (Míchigan), considerada la capital árabe de EE.UU., para pescar votos entre la comunidad árabe y musulmana, muy descontenta con los demócratas por el apoyo a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza. Al visitar un restaurante de propietarios árabes, el magnate neoyorquino aseguró que si gana las elecciones habrá paz en Medio Oriente, aunque no detalló ningún plan para lograrlo.
Un antivacunas al gabinete
En declaraciones a periodistas a la salida del restaurante, Trump anunció que el excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr va a tener un cargo importante en el área de salud en caso de ganar las elecciones. “Él sabe más sobre eso que nadie”, destacó. “Tiene algunas opiniones con las que casualmente estoy muy de acuerdo y lo he estado durante mucho tiempo”, sostuvo el magnate.
Kennedy, un exdemócrata, se postuló como independiente a principios de la campaña pero tiró la toalla en agosto para apoyar al millonario republicano de 78 años. Se rumorea que es un candidato para un puesto como secretario de Salud y Servicios Humanos, señaló la agencia de noticias EFE.
Desde mediados de la década de 2000, Kennedy ascendió hasta convertirse en una figura destacada en el movimiento global antivacunas. Dijo, por ejemplo, que las vacunas contra el covid-19 eran las más mortales jamás creadas y sugirió que el virus fue “dirigido étnicamente” para perjudicar a las personas negras y blancas y salvar a los “judíos askenazis y a los chinos”.
Durante un acto de campaña en el Madison Square Garden de Nueva York la semana pasada, Trump insinuó que permitiría a Kennedy “descontrolarse con la salud”. Y el jueves por la noche sugirió a la multitud de Nevada que este mandato se extenderá a la “salud de las mujeres”, enfureciendo aún más a los demócratas ya indignados por las revocaciones de derechos al aborto lideradas por los republicanos en más de 20 estados.
“Necesitamos personas como Harris”
Mientras tanto, el sindicato United Auto Workers (UAW) –el más importante del sector automotor del país– lanzó un último llamado en favor de Kamala Harris, alertando de que Trump ha fomentado su división. “Trump hizo todo lo que ha estado a su alcance para dividirnos, para enfrentarnos. Está usando las mismas tácticas que utilizan los patrones para impedir que los trabajadores formen sindicatos. Siembran discordia y desconfianza entre la gente. Hacen falsas promesas y difunden mentiras”, afirmó el presidente de esa formación, Shawn Fain, en un acto en Detroit (Míchigan) que contó con la presencia de legisladores demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez.
“En la UAW y en nuestro movimiento sindical nuestra respuesta al odio y la división es simple: la solidaridad. Si nos mantenemos unidos, nunca perderemos. Estamos a pocos días de las elecciones más importantes de nuestra vida y lo que decidamos como sindicato, como clase trabajadora y como nación tendrá un impacto para las generaciones venideras”, explicó Fain.
El presidente de UAW defendió que su agrupación se involucre en política y consideró hacerlo como algo muy evidente: “Los multimillonarios y la clase empresarial no cesan sus ataques y las negociaciones no se detienen en el lugar de trabajo. No se detienen en la frontera”.
Fain señaló que el 5 de noviembre hay mucho en juego y que la candidata demócrata tiene un plan no para un país dividido, sino para uno unido: “Necesitamos personas como Kamala Harris al mando que sean nuestras aliadas y exijan acuerdos que sirvan a la clase trabajadora”, enfatizó.
Los jóvenes y los latinos
Además de tener el apoyo de los trabajadores de sector automotriz, Harris se ha rodeado de artistas como trampolín para llegar a los jóvenes y a los latinos, dos electorados importantes en unos comicios extremadamente reñidos. La lista es larga: Beyoncé, Bruce Springsteen, Cardi B, Jennifer Lopez, la banda mexicana Maná, entre otros.
Según una encuesta de la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés) difundida el viernes, es la favorita de los votantes latinos en los siete estados que pueden decantar las elecciones presidenciales: suma el 54,7% de intención de voto entre los latinos registrados en Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, los llamados estados “bisagra” o “péndulo”, es decir que no tienen un patrón de voto fijo, mientras que a nivel nacional aglutina un 56,9%.
En tanto, Trump registra el 27,7% de intención de voto latino en esos siete estados, y a nivel nacional acumula 33,4%. Los latinos de Florida son la excepción, ya que ahí el expresidente goza de más apoyo en gran medida por los votantes cubanoestadounidenses de ese estado.
Cortesía de Página 12
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