“En lugar de gastar 30 euros en Memory, cómprense unas sardinas”, aconseja este experto en bioquímica

El conocido divulgador José Manuel López Nicolás enlazo los twincosméticos con las sardinas. No te pierdas la charla íntegra que hemos colgado en este artículo.

Transcripción editada de la charla de José Manuel López Nicolás

Hola, buenas tardes y muchísimas gracias por su asistencia. Y muchísimas gracias, por supuesto, al grupo Zinet Media, a Muy Interesante y muy especialmente a Marta Ariño y a todo su equipo.

Miren, hoy tengo 54 años y es la primera vez que tomo espetos aquí en Málaga, en un sitio maravilloso, y estaban buenísimos, ¿verdad? Estaban buenísimos, pero he salido terriblemente decepcionado hoy de los espetos de Málaga. Lo siento, señor alcalde, esto es lo que hay. ¿Por qué he salido decepcionado? Pues por dos cosas. Primero, por el trato que le dan a la sardina aquí. Al final, un espeto es una sardina pinchada en un palo, al lado de las brasas para que no se queme, bien, etc. Hay sitios donde las sardinas las tratamos mejor. Las tratamos mejor y esto es lo que hay.

Incluso, le hacemos fiesta de interés turístico internacional a las sardinas. No las solemos pinchar en un palo, ¿qué hacemos con las sardinas? Las paseamos por la ciudad de Murcia, las ponemos en una carroza, las hacemos desfilar, y cuando la sardina está contenta, la quemamos, pero la quemamos al estilo bonzo, con fuegos artificiales, hidrocarburos policíclicos aromáticos por todos lados, cáncer para todos. Y luego, para acordarnos de ese momento, hacemos un monumento y lo ponemos en el río Segura. Así se trata a la sardina, ¿vale?

Pero hay otra cosa por la que he salido decepcionado: la falta de innovación que tenemos aquí con la sardina. El alcalde ha dicho algo muy importante que no se nos debe olvidar: somos el país número 11 en producción científica a nivel mundial, pero luego, a la hora de comercializar, de hacer patentes, de crear empresas de base tecnológica, nos quedamos cortos. Hace falta innovar.

Hoy vamos a innovar, vamos a hacerlo de una manera un poco rarita. ¿Alguien aquí conoce lo que es la Twincosmética? Nadie, ¿verdad? Solo en Murcia. Miren, la Twinccosmética es un producto nuevo que viene respaldado por varias influencers, y es la mezcla de dos tipos de productos: la cosmética tradicional y los nutricosméticos.

La cosmética tradicional ya la conocen: serums, champús, geles. Siempre aparece la palabra ciencia en todos los productos porque eso atrae y engaña a la gente. Tecnología de células madre, veneno de serpiente, ADN… Y siempre, la palabra “natural” o “eco”, porque si no, no sería serio, ¿verdad?

Por otro lado, están los nutricosméticos. Estos productos están en todas las superficies comerciales, valen una pasta, y la primera persona que escuché hablar de ellos fue Mariló Montero. Apareció en su programa presentando la Sociedad Española de Nutrición Terapéutica y Nutricosmética. Me puse a investigar y resulta que nadie conocía nada de esa sociedad, y el presidente no volvió a aparecer en ningún sitio, pero se pusieron de moda.

El conocido químico y divulgador Jose Manuel López Nicolás.

Así que, para innovar aquí, me baso en una molécula que está muy de moda: el ácido hialurónico. Es la estrella de todas las tiendas de cosmética y clínicas. ¿Funciona o no funciona? Sí, sí que funciona. Sirve como lubricante para las articulaciones, rellena arrugas, y estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico en el organismo.

El problema del ácido hialurónico es que se biodegrada, y por eso mucha gente se lo inyecta para recuperar lo que hemos perdido. Claro, las inyecciones son caras. Pero hay alimentos que contienen ácido hialurónico. ¿Y saben cuál es uno de ellos? Los espetos. Los espetos que ustedes pinchan en un palo. [Aplausos] No sé por qué aplauden, porque no lo hacen ninguno. Lo pinchan en un palo y se lo comen, cuando es una de las fuentes más grandes de ácido hialurónico.

Hemos hablado de la cosmética tradicional, pero acuérdense, la Twin Cosmética es la combinación de la cosmética tradicional con nutricosmética. Los nutricosméticos son pastillas que valen una fortuna, y todo el mundo tiene en casa algún alimento funcional.

Hay cinco tipos de alimentos funcionales: el primero es la adición de un componente beneficioso, como la leche enriquecida con omega-3. El segundo, la eliminación de un componente no beneficioso, como la leche sin grasa o sin azúcar. El tercero es la sustitución de un componente perjudicial por otro, como en los alimentos para diabéticos. El cuarto es el aumento de la concentración de un componente que ya tiene el alimento, como la leche enriquecida en calcio. Y el quinto es lo que hacen productos como Danacol o Benecol, que reducen la biodisponibilidad del colesterol.

Sin embargo, desde que entró en vigor la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, muchas afirmaciones que hacían las industrias alimentarias fueron retiradas. Solo quedaron 222 aprobadas de más de 50.000 solicitudes. ¿Cuáles sobrevivieron? Las vitaminas y minerales, algo de los omega-3, y poco más.

Lo curioso es que muchos productos se venden con la promesa de ingredientes que realmente no funcionan. Cosas como la isoflavona para la menopausia, el colágeno oral, o la taurina. Y aunque estos productos están llenos de ingredientes innecesarios, siguen en el mercado porque se apoyan en reglas que permiten agregar solo un 15% de la cantidad diaria recomendada de ciertos nutrientes aprobados para decir que son efectivos.

Por ejemplo, la vitamina B6 se encuentra en una sardina, así que la próxima vez que se coman unos espetos, recuerden que están ingiriendo más vitamina B6 de la que muchos productos enriquecidos les podrían ofrecer.

Mi favorito es el Memory, un producto que muchos estudiantes y personas mayores compran para la memoria. No sirve para nada, excepto por el fósforo que lleva. Y, ¿adivinen qué alimento es rico en fósforo? La sardina. Así que, en lugar de gastar 30 euros en Memory, mejor cómprense unas sardinas.

Ahora bien, si quieren innovar, tengo un plan: compren sardinas, pónganlas en un palo, échenle limón, y llámenlas Twincosméticos. Y con eso pueden decir que son buenos para todo, como ya aprendimos hoy. ¿Quién sabe? A lo mejor hasta lo lanzamos al mercado y ganamos mucho dinero.

Espero que con esta charla hayan aprendido algo, que lo hayan pasado bien, y sobre todo, que fomentemos el escepticismo y el espíritu crítico. Innovemos, pero hagámoslo con ciencia seria y no con estas artimañas. Siempre habrá alguien observando, y saben que esa persona soy yo.

Cortesía de Muy Interesante



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