La comunidad latina de Estados Unidos, habitualmente más favorable al partido demócrata, fue clave en el triunfo del republicano Donald Trump en las presidenciales de este martes. A diferencia de Kamala Harris, el magnate neoyorquino se mostró especialmente agresivo en materia de política migratoria y dejó varias polémicas vinculadas a los latinos, entre ellos el discurso de un cómico que en plena campaña describió a Puerto Rico como una “isla de basura flotante”.
Según una encuesta a boca de urna de NBC News, los latinos y los afroestadounidenses contribuyeron al triunfo de Trump, votando más por él que hace cuatro años: el magnate logró el apoyo del 45 por ciento de los votantes hispanos a nivel nacional en comparación con el 53 por ciento de Harris. En 2020 la repartija fue de 32 y 65 por ciento respectivamente. Más de 36 millones de latinos, de los 65 millones que viven en EE.UU., estaban habilitados para participar en estas presidenciales. Son el grupo racial y étnico con mayor crecimiento desde los comicios de 2020, por lo que su movimiento se examina con lupa.
Voto latino y republicano
Un sondeo a boca de urna publicado por NBC News muestra que el 53 por ciento de los votantes latinos se identificaban como demócratas, frente al 45 por ciento que decía ser republicano. Según el portal Axios, en los últimos 50 años nunca un candidato demócrata se había impuesto con un umbral de apoyo en esta comunidad inferior al 64 por ciento.
La vicepresidenta Kamala Harris perdió terreno especialmente entre los hombres latinos. Votaron a favor de Harris un 45 por ciento de estos hombres, mientras que en el caso de las mujeres la proporción asciende al 61 por ciento, según la encuesta de NBC. Trump parece haber convencido a más latinos en los llamados “estados bisagra”, claves para alcanzar el umbral necesario en el Colegio Electoral. En el caso de Pensilvania, con 19 votos electorales en juego, Trump pasó en cuatro años de obtener un 27 por ciento de sufragios entre la comunidad latina a obtener el 42 por ciento.
Los datos de NBC News revelan una tendencia similar en otros dos estados del llamado “muro azul”: con un 60 por ciento de apoyo hispano en Michigan (comparado con el 44 por ciento en 2020) y un 38 por ciento de esta comunidad en Wisconsin, mientras que en 2020 obtuvo un 37 por ciento. Del mismo modo, en condados de mayoría latina en Texas y Florida, Trump aumentó terreno entre los hispanos y Harris perdió el apoyo que esta población le dio a Biden en 2020.
Economía y migración
Según datos de Associated Press, que encuestó a más de 110 mil votantes a nivel nacional, 4 de cada 10 estadounidenses consideran que la economía es el principal problema del país. La inmigración fue el segundo tema más importante para un 20 por ciento de los electores, seguido por el aborto, que apenas el 11 por ciento de los estadounidenses mencionaron como su principal preocupación, a pesar de ser el eje de campaña de Kamala Harris. Los datos reflejan así que los temas prioritarios para Trump, como la inflación elevada y la inmigración, fueron centrales para los votantes.
Rodrigo Dominguez-Villegas, director del Latino Data Hub en la Universidad de California en Los Ángeles, indicó a la agencia AFP que hubo “poca experiencia en las campañas y pocos estrategas políticos de origen latino”. Dominguez-Villegas lamentó el hecho de que los partidos sigan considerando a los hispanos como un bloque monolítico y recordó: “Además de la diversidad de países de origen y de descendencia, hay diversidad de ideologías, de edades y hasta de razas”.
Arizona y una ley que castiga a migrantes
En Arizona los latinos representan el 24,6 por ciento del electorado. En ese estado del sudoeste el escrutinio definitivo no está completo, pero se espera una victoria de Trump con alrededor del 52 por ciento de los sufragios. Los votantes de Arizona aprobaron el martes una de las más severas leyes estatales migratorias de Estados Unidos, que convierte en un crimen cruzar la frontera con México de manera irregular y otorga poderes migratorios a la policía.
La Propuesta 314, aprobada con el 63 por ciento de los votos, permite a los departamentos policiales arrestar a migrantes indocumentados, así como aplicar leyes federales de migración. Al mismo tiempo otorga inmunidad a los departamentos de policía ante cualquier demanda en su contra mientras aplican esta legislación, y otorga el poder a jueces estatales para emitir órdenes de deportación.
“Voy a sellar las fronteras”
De su eslogan de 2016 para construir un muro en la frontera con México, Trump pasó a prometer la creación del “mayor programa de deportación masiva” en la historia del país, otorgando a los reservistas de la Guardia Nacional, a los sheriffs y a policías locales el poder de arrestar a inmigrantes indocumentados. Además habló en campaña de restringir tanto la migración irregular como la regular, implementando una “evaluación ideológica” para quienes soliciten un visado, eliminando el derecho a la ciudadanía por nacimiento y limitando la entrada de migrantes por motivos de salud pública.
En la madrugada del miércoles, frente a cientos de correligionarios en el centro de convenciones de Palm Beach, el mandatario electo aseguró: “Vamos a sellar nuestras fronteras y vamos a tener que dejar a la gente que entre en el país. Queremos que la gente regrese. Tenemos que dejarlos regresar, pero lo van a tener que hacer de manera legal. Tienen que venir, pero de manera legal”.
“Tenemos que ayudar a que nuestro país cicatrice. Tenemos un país que necesita ayuda, y la necesita urgentemente. Vamos a arreglar nuestra fronteras”, dijo Trump cuando ya tenía el camino hacia la victoria final despejado luego de ganar en los estados de Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte. A fines de octubre el republicano arremetió contra la inmigración ilegal en la ciudad de Tempe, Arizona, al señalar que “Estados Unidos es el cesto de basura del mundo”, al referirse a la llegada de inmigrantes de distintos países, entre ellos Venezuela.
Contra “la intolerancia y la xenofobia”
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó este miércoles su confianza en una buena relación con Estados Unidos tras las elecciones presidenciales y aseguró que siempre defenderá los derechos de los migrantes mexicanos. Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum adelantó que se prepara un “esquema de apoyo por parte de los consulados” a los connacionales que viven en territorio estadounidense, ante la amenaza de Trump de una deportación masiva.
Las ONGs Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) alertaron este miércoles de un posible retroceso en derechos humanos durante el segundo mandato de Trump en Estados Unidos. El director ejecutivo de Amnistía en Estados Unidos, Paul O’Brien, recordó que el primer mandato de Trump estuvo marcado por “la intolerancia, la xenofobia y la retórica supremacista blanca”, lo que dio lugar a “extensas violaciones de derechos humanos”.
Amnistía aseguró que se deben respetar “los derechos de los manifestantes, de los migrantes y de los solicitantes de asilo”. La directora ejecutiva de HRW, Tirana Hasan, puso el foco en las políticas migratorias que promete Trump, que “conducirían a mayores abusos por parte de las fuerzas del orden e instigaría más acciones xenófobas” en la población estadounidense. La ONG se refirió, por ejemplo, a las polémicas declaraciones del expresidente en las que se hizo eco de fake news esparcidas en redes sociales en las que se sostenía que los migrantes haitianos estaban “comiéndose” a las mascotas de los residentes de la ciudad de Springfield, Ohio.
Cortesía de Página 12
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