Claudia Sheinbaum finalmente tuvo una reunión con Joe Biden en el G20 de Río de Janeiro. Fue en el Museo de Arte Moderno donde deliberan los mandatarios, en el centro de esta ciudad.
El edificio tiene toda un área reservada a encuentros bilaterales donde, en pocos minutos, los jefes de estado pueden tener encuentros oficiales y extraoficiales.
Según pudo conocer LPO, la presidenta buscó a su homólogo con la misma tónica que todas las reuniones que tiene Biden en la Cumbre: analizar el futuro cercano con Trump en la Casa Blanca.
Sheinbaum quiere entender hasta qué punto es realizable el plan de deportaciones masivas que Trump amaga con impulsar desde su primer día en el Salón Oval. Especialmente por factores propios de la economía como los salarios y el empleo que afectarían al sector de los servicios y de la producción de alimentos. Un detalle no menor si se considera que Kamala Harris perdió las elecciones por una inercia inflacionaria que Biden nunca pudo terminar de anular.
Este lunes Trump confirmó una vez más que está listo para declarar una emergencia nacional en el País que le permita utilizar elementos militares en una campaña de deportación masiva de migrantes indocumentados.
Respondiendo con la palabra “¡¡¡VERDAD!!!”, Trump compartió hoy un viejo mensaje publicado en la red social Truth Social por Tom Fitton, el presidente de la organización conservadora Judicial Watch, en el que este último se regocijaba sobre informes de que Trump usaría militares para deportaciones.
El otro punto que abordaron es la guerra contra el tráfico de fentanilo. Biden viene de tener una reunión en Perú con Xi Jinping en la que coincidieron en que los acuerdos alcanzados en San Francisco hace un año, donde Andrés Manuel López Obrador participó, estarían dando resultado ya que las muertes por ese flagelo este año habrán caído en un 15% en comparación con 2023.
México tiene un papel central en esa estrategia de EU y especialmente ahora en el gobierno de Sheinbaum, con la llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de seguridad. El funcionario está regenerando la relación con las agencias de seguridad del país vecino, las mismas que ahora Trump quiere someter a un fuerte escrutinio.
Cortesía de La Política Online
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