Así fue Berta de Aragón, reina y señora de un peculiar reino

El tiempo no siempre es benévolo con la memoria ni con la documentación. La reina Berta se conoce históricamente por ser la segunda esposa de Pedro I de Aragón y Navarra. Más allá de su rol como reina consorte, supo desempeñar un papel significativo en la consolidación del reino aragonés y de las monarquías peninsulares. A pesar de la escasez de fuentes sobre su vida personal, algunos vestigios de su influencia política y cultural han perdurado como testimonio de su importancia. ¿Quién fue la señora del Reino de los Mallos?

Una posible ascendencia italiana

Los orígenes de Berta no están del todo claros. Se la asocia con los linajes nobles de Europa, probablemente vinculados a la región italiana del Valle de Aosta. Su llegada a Aragón se produjo en un momento crucial para el reino, en un periodo de intensificación de alianzas dinásticas europeas por parte de la monarquía aragonesa.

Tras la muerte de su primera esposa, Inés de Aquitania, Pedro I reforzó su posición política contrayendo matrimonio con Berta hacia 1097. Es probable que esta decisión tuviese un trasfondo político y que el monarca buscase alianzas con potencias extranjeras. Entre ellas, el Sacro Imperio Romano Germánico.

La unión, sin embargo, no funcionó del todo. La pareja real no tuvo éxito en la generación de herederos. Así, Pedro I falleció en 1104, dejando a Berta como reina viuda. Al no existir descendencia directa, el trono pasó a Alfonso I el Batallador, hermano del soberano fallecido, quien continuaría las conquistas y la expansión territorial aragonesa.

Pedro I en la batalla de Alcoraz, detalle de un retablo pintado por Jerónimo Martínez. Fuente: Wikimedia

El Reino de los Mallos, las tierras de la reina Berta

Aunque su tiempo como reina consorte fue breve, Berta tuvo la posibilidad de ejercer su poder en el contexto político y económico del medievo. De su marido recibió en dote el llamado Reino de los Mallos, una región en torno a los espectaculares mallos de Riglos (Huesca). Esta cesión de territorios evidencia su relevancia en la estructura feudal, así como el reconocimiento de su posición dentro de la corte aragonesa.

El Reino de los Mallos englobaba un conjunto de territorios en la comarca de la Hoya de Huesca, que incluían localidades como Riglos, Agüero y Murillo de Gállego. Aunque el término reino puede inducir a error, ya que no representaba una entidad soberana, denotaba la posesión de estas tierras como parte de las prerrogativas reales cedidas a la reina. Este territorio evidenciaba, por tanto, la importancia de Berta en la corte y su vinculación con la administración local. Consolidaba, además, la presencia monárquica en zonas clave que permitían el control de rutas de paso y recursos económicos.

Los mallos, formaciones geológicas de rotunda presencia, no solo eran estratégicos desde el punto de vista militar. También tenían un valor simbólico en el imaginario del poder aragonés. Berta mantuvo este señorío incluso después de la muerte de Pedro I, como lo demuestran documentos de la época en los que reafirma la donación de derechos de los territorios a la catedral de Huesca.

Formación geológica de los mallos oscenses
Los Mallos de Riglos, en Huesca. Fuente: Joan Gil/Wikimedia

Berta, una reina capaz de gestionar su influencia

Aunque las fuentes sobre la actividad política directa de Berta son escasas, sus acciones como reina viuda reflejan su capacidad para gestionar las tierras que le fueron otorgadas. En 1105, reafirmó la donación de derechos fiscales de los Mallos a la catedral de Huesca, un acto que demuestra su implicación en el fortalecimiento de la influencia eclesiástica en la región. Este tipo de decisiones tenía un carácter tanto religioso como político, ya que el respaldo de la Iglesia era fundamental para la estabilidad del reino.

Además, la figura de Berta destaca en el contexto de las relaciones internacionales. Su origen extranjero y su matrimonio con Pedro I formaban parte de la estrategia de la corona aragonesa para alinearse con los poderes europeos. Este enfoque situó a Aragón en un marco de acción más amplio. Las influencias culturales y los contactos diplomáticos reforzaron la integración del reino aragonés en el panorama político medieval.

Sala del trono medieval
Pedro I utilizó el matrimonio con Berta como un modo de reforzar su posición política en el contexto europeo. Recreación fantasiosa. Fuente: Microsoft Designer/Erica Couto

La recuperación de la figura real de Berta

El estudio de Berta se ve limitado por la falta de documentos contemporáneos específicos sobre su vida y acciones. La mayoría de los datos disponibles provienen de estudios diplomáticos y crónicas posteriores. A pesar de esta escasez, su papel en el Reino de los Mallos y su contribución a la consolidación de Aragón como potencia feudal resultan incuestionables.

Por otro lado, autores modernos han comenzado a revalorizar figuras como la de Berta en el contexto más amplio de las reinas consortes en la Península Ibérica. Este enfoque ha permitido destacar tanto su posición simbólica como su capacidad de acción en un entorno jerárquico de predominio masculino.

Berta, la Reina de los Mallos, encarna una figura histórica cuyo impacto trasciende las limitaciones de las fuentes escritas. A través de su matrimonio con Pedro I y su administración del Reino de los Mallos, dejó una huella en la política y la cultura de Aragón. Su legado, aunque fragmentario, refleja la importancia de las alianzas dinásticas y la integración de influencias extranjeras en la construcción del reino aragonés durante la Edad Media. Como ejemplo de la complejidad y el alcance del poder femenino en la monarquía medieval, Berta sigue siendo una figura digna de estudio.

Pintura del rey Pedro I
Detalle de un retrato decimonónico de Pedro I. Fuente: Wikimedia

Referencias

  • Lapeña Paúl, Ana Isabel y Ana Segura Anaya. 2023. Reinas, damas y señoras: mujeres en las sombras de la casa real de Aragón. Editorial Doce Robles.
  • Pavón Benito, Julia. 2014. “Berta de Aosta y Turín (1070 – primer tercio del siglo XII) segunda esposa de Pedro I de Aragón y Pamplona” , en Julia Pavón Benito (ed.), Reinas de Navarra, pp.223-239. Sílex.

Cortesía de Muy Interesante



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