En el acantilado sur de la península de Gibraltar, un equipo de arqueólogos ha desenterrado una pieza crucial del pasado humano en la cueva Vanguard, parte del complejo de Gorham. Este lugar, un conocido refugio de los neandertales, ha ofrecido una evidencia revolucionaria: una estructura que demuestra su capacidad para manipular el fuego y fabricar alquitrán a partir de plantas. Este descubrimiento, fechado entre hace 67.000 y 60.000 años, revela un nivel de sofisticación tecnológica que coloca a los neandertales en un lugar muy distinto al que suele asignarles la narrativa popular.
Un hogar con propósito
El hallazgo principal consiste en un hogar especializado, cuidadosamente diseñado. Esta estructura no es un simple fuego para cocinar o calentarse. Presenta un diseño circular, con paredes gruesas y canales que canalizaban aire y calor, lo que sugiere un propósito más complejo.
Según el estudio publicado en Quaternary Science Reviews, el hogar estaba destinado a producir alquitrán, un adhesivo crucial para unir herramientas de piedra a mangos de madera. La evidencia química encontrada en los restos incluye compuestos de plantas resinosas, cenizas microscópicas y restos de madera quemada, compatibles con la producción de alquitrán.
¿Cómo funcionaba?
El proceso deducido por los investigadores es sorprendente. Los neandertales recolectaban hojas de jara pringosa (Cistus ladanifer), una planta mediterránea rica en resinas. Estas hojas se colocaban en el hogar, cubiertas con capas de arena y guano para crear un ambiente casi sin oxígeno. A continuación, encendían hierbas secas y arbustos para generar el calor necesario, sin permitir que el fuego consumiera por completo el material vegetal. Tras varias horas de calor controlado, el alquitrán se acumulaba en el fondo, listo para ser utilizado en herramientas o armas.
Para comprobar esta hipótesis, los científicos realizaron un experimento replicando la estructura y el método. Usando materiales disponibles en el entorno de Gibraltar, lograron obtener suficiente alquitrán en menos de cuatro horas para empeñar dos puntas de lanza. Este experimento confirma no solo la viabilidad del método, sino también la habilidad técnica de los neandertales para llevarlo a cabo.
Un vistazo a la mente neandertal
La capacidad de producir alquitrán implica mucho más que conocimiento práctico. Este proceso requiere planificación, conocimiento de materiales y control preciso del fuego, lo que apunta a una inteligencia avanzada. Los autores del estudio subrayan que esta habilidad refleja un dominio de la química básica y una capacidad para organizar actividades tecnológicas complejas, algo que contradice la imagen estereotipada de los neandertales como seres primitivos.
“Hasta donde sabemos, ésta es la primera evidencia del uso de Cistus ladanifer para la obtención de alquitrán por parte de los neandertales”, explica Juan Ochando, uno de los autores principales del estudio. “Por eso se puede decir que fue algo inesperado”.
“Hasta donde sabemos, ésta es la primera evidencia del uso de Cistus ladanifer para la obtención de alquitrán por parte de los neandertales”
Adaptación y supervivencia
Otro aspecto fascinante de este descubrimiento es la elección de la jara pringosa como materia prima. A diferencia de los bosques boreales ricos en abedules, cuyas cortezas son una fuente conocida de alquitrán, el sur de la península ibérica carece de este tipo de árboles. Los neandertales, en cambio, se adaptaron a las plantas disponibles en su entorno mediterráneo. Esta adaptación demuestra no solo creatividad, sino también un profundo conocimiento del paisaje natural que habitaban.
Los restos en la cueva Vanguard, que incluyen herramientas de piedra y evidencia de consumo de alimentos, sugieren que los neandertales alternaban su ocupación con otros grupos, posiblemente depredadores como hienas. Esto refuerza la idea de que estos humanos antiguos eran nómadas estratégicos, moviéndose entre lugares que ofrecían recursos clave.
Desafíos a la narrativa tradicional
La imagen del neandertal como un ser torpe y simple ha sido difícil de desmontar, pese a numerosos descubrimientos que apuntan en otra dirección. Durante décadas, se consideró que los neandertales eran inferiores a los humanos anatómicamente modernos. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que compartían muchas capacidades culturales: enterraban a sus muertos, fabricaban adornos personales y ahora, como muestra este estudio, desarrollaban tecnologías especializadas.
De hecho, este hallazgo confirma que los neandertales eran capaces de desarrollar habilidades avanzadas tanto cognitivas como técnicas, demostrando una notable capacidad para adaptarse a su entorno mediante ingeniosas innovaciones tecnológicas.
El descubrimiento de esta estructura de producción de alquitrán es uno de los ejemplos más contundentes de su ingenio. Además, subraya que las diferencias entre neandertales y humanos modernos eran menos marcadas de lo que se pensaba. Ambos grupos compartieron conocimientos y posiblemente intercambiaron ideas tecnológicas durante los períodos en que coexistieron.
Aunque los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años, su legado sigue siendo parte de nuestra historia. Estudios genéticos han demostrado que muchas personas modernas llevan fragmentos de ADN neandertal, heredados de encuentros entre ambas especies. Más allá de esta herencia biológica, descubrimientos como el de Gibraltar nos permiten vislumbrar sus mentes creativas y su capacidad para sobrevivir en un mundo lleno de desafíos.
El hogar descubierto en la cueva Vanguard no es solo una estructura de piedra y ceniza; es un testimonio de ingenio, adaptación y humanidad. Nos recuerda que los neandertales no solo eran supervivientes, sino también innovadores que dejaron una huella imborrable en nuestra historia.
Referencias:
- Ochando, J., Jiménez-Espejo, F. J., Giles-Guzmán, F., Neto de Carvalho, C., Carrión, J. S., Muñiz, F., Rubiales, J. M., Cura, P., Belo, J., Finlayson, S., Martrat, B., van Drooge, B. L., Jiménez-Moreno, G., García-Alix, A., Lozano Rodríguez, J. A., Albert, R. M., Ohkouchi, N., Ogawa, N., Suga, H., … Finlayson, C. (Aceptado/En prensa). A Neanderthal’s specialised burning structure compatible with tar obtention. Quaternary Science Reviews, Artículo 109025. doi:10.1016/j.quascirev.2024.109025
Cortesía de Muy Interesante
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