En México, las tablas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas físicas se actualizan conforme a la inflación acumulada, como lo establece el Artículo 152 de la Ley del ISR. Esta actualización ocurre cuando la inflación acumulada desde la última modificación supera el 10%, buscando evitar que los contribuyentes sean empujados a tasas más altas por incrementos salariales destinados a compensar la inflación.
Según un análisis de Fiscalia, la última actualización se realizó en noviembre de 2022, entrando en vigor el 1 de enero de 2023. Desde entonces, la inflación acumulada al 15 de noviembre de 2024 es de 8.60%. Esto significa que aún falta un 1.40% para que las tarifas sean ajustadas nuevamente, algo que podría definirse con los datos de noviembre y diciembre de este año.
En caso de cumplirse el umbral inflacionario, las tarifas del ISR se actualizarían únicamente en los límites de los rangos, sin cambios en las tasas. Esto se traduce en un beneficio para los contribuyentes, ya que disminuiría el impuesto a pagar y protegería el poder adquisitivo.
Un punto crítico señalado por Fiscalia es que la inflación de diciembre se publica hasta el 10 de enero de 2025. Esto generaría un desfase, ya que los pagos de nómina de enero se harían con las tarifas antiguas, que podrían quedar obsoletas. Aunque los ajustes podrían aplicarse en nóminas posteriores, esto supondría un reto administrativo para los empleadores y podría causar confusiones en las finanzas de los trabajadores.
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Cortesía de El Contribuyente
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