Un descubrimiento revela cómo neandertales y Homo sapiens enterraban a sus muertos hace 120.000 años en el Levante, con sorprendentes diferencias culturales

El Levante, esa encrucijada histórica que conecta Asia, África y Europa, vuelve a ser escenario de un fascinante hallazgo arqueológico. Según un estudio publicado en la revista L’Anthropologie, las prácticas funerarias de neandertales y Homo sapiens durante el Paleolítico Medio en esta región no solo compartían similitudes asombrosas, sino que también revelaban las primeras señales de diferenciación cultural entre ambas especies.

Liderada por la paleoantropóloga Ella Been del Ono Academic College y el arqueólogo Omry Barzilai de la Universidad de Haifa, la investigación analizó 32 sitios de enterramiento que abarcan más de 70.000 años. Sus conclusiones abren nuevas preguntas sobre el desarrollo cultural y la interacción entre estos antiguos grupos humanos.

El Levante: un crisol de culturas y especies

Hace aproximadamente 170.000 años, los Homo sapiens comenzaron a salir de África y se asentaron en el Levante, un territorio que incluye las actuales Israel, Líbano, Jordania, Siria y Palestina. Tiempo después, hace unos 120.000 años, los neandertales llegaron desde Europa. Ambos grupos, con una sorprendente coincidencia temporal, iniciaron el hábito de enterrar a sus muertos en este período, posiblemente debido a la creciente densidad poblacional y la presión sobre los recursos de este fértil pero disputado corredor ecológico.

“La aparición simultánea de enterramientos en ambas poblaciones sugiere un origen cultural compartido o una innovación paralela”, señala el Dr. Barzilai.

Ejemplos de enterramientos tempranos de Homo sapiens
Ejemplos de enterramientos tempranos de Homo sapiens, incluyendo un doble enterramiento en la cueva de Qafzeh. Créditos: Crédito: Been y Barzilai, 2024. Prof. Bernard Vandermeersch.

Similitudes sorprendentes en los enterramientos

Tanto neandertales como Homo sapiens enterraban a sus muertos sin distinción de edad o género y a menudo incluían objetos funerarios junto a los cuerpos. Se han hallado restos de animales, herramientas de piedra y elementos simbólicos en estas tumbas. Por ejemplo, en las sepulturas de Homo sapiens se encontraron cuernos de cabra, astas de ciervo y el uso de ocre rojo, un pigmento de gran carga simbólica. Por su parte, los neandertales optaban por incluir caparazones de tortuga y piezas de piedra caliza modificadas.

Estas prácticas sugieren un primer paso hacia el desarrollo de rituales simbólicos complejos, según los investigadores, y un reconocimiento de la muerte como un evento significativo dentro de sus comunidades.

Una recreación de un entierro neandertal
Una recreación de un entierro neandertal en la cueva de La Chapelle-aux-Saints, Francia. Foto: Istock

Las diferencias: una cultura expresada en el acto de enterrar

A pesar de estas similitudes, las diferencias en las prácticas funerarias revelan las identidades culturales únicas de cada grupo. Los neandertales preferían las cuevas como lugar de reposo final, usando piedras como almohadas o marcadores de posición. En cambio, los Homo sapiens se inclinaban por enterrar a sus fallecidos cerca de la entrada de las cuevas o en refugios rocosos, y a menudo los colocaban en posición fetal, tal vez imitando la postura en que nacemos.

Otro elemento exclusivo de los enterramientos de Homo sapiens era el uso de objetos decorativos, como conchas marinas, ausentes en los de neandertales. Esto podría indicar un sentido estético o simbólico más desarrollado en los primeros humanos modernos.

“Si bien los neandertales y el Homo sapiens comparten muchos aspectos de la cultura material, sus prácticas funerarias revelan identidades culturales únicas. Por ejemplo, los neandertales empleaban una variedad de posturas funerarias, mientras que el Homo sapiens mostraba una uniformidad notable”, explica la profesora Been.

El estudio también destacó un incremento notable en los enterramientos durante esta época en el Levante. Los arqueólogos sugieren que el clima favorable, con más lluvias y vegetación, atrajo a estas poblaciones al área, generando competencia por recursos y, posiblemente, marcando territorios mediante enterramientos.

Sin embargo, este auge funerario cesó abruptamente hace unos 50.000 años, coincidiendo con la desaparición de los neandertales. Los enterramientos no reaparecieron en la región hasta la época de los Natufienses, hace aproximadamente 15.000 años, dejando un vacío en la continuidad de esta práctica cultural.

Investigación arqueológica
La investigación arroja luz sobre las similitudes y diferencias culturales entre neandertales y Homo sapiens. Foto: Istock

Preguntas abiertas: ¿Intercambio cultural o evolución paralela?

El estudio plantea un debate fascinante: ¿las prácticas funerarias surgieron de un intercambio cultural entre neandertales y Homo sapiens, o se desarrollaron de manera independiente en respuesta a condiciones similares?

Aunque las evidencias son limitadas, el hecho de que ambas especies comenzaran a enterrar a sus muertos en un marco temporal y geográfico tan cercano sugiere algún tipo de conexión. Esto se alinea con investigaciones previas que indican intercambios de conocimientos entre estos grupos en el Levante, como el uso compartido de herramientas y técnicas de caza.

No obstante, los investigadores advierten que el reducido número de sitios estudiados dificulta sacar conclusiones definitivas. “Es necesario continuar con las excavaciones para comprender mejor el origen y la dispersión de estas prácticas”, apunta la profesora Been.

El legado de una práctica cultural

Los enterramientos representan mucho más que un simple acto físico; son un reflejo de la complejidad social y cultural de las comunidades humanas. Los hallazgos en el Levante muestran que tanto neandertales como Homo sapiens tenían una capacidad simbólica significativa, marcando un punto de inflexión en la historia evolutiva.

“Lo que vemos aquí no es solo la evidencia de la muerte, sino la evidencia de la vida: de cómo estas comunidades entendían su lugar en el mundo y se conectaban con los que les precedieron”, concluyen los autores del estudio.

Este descubrimiento no solo profundiza nuestra comprensión de las primeras interacciones entre humanos y neandertales, sino que también destaca el papel crucial del Levante como cuna de innovaciones culturales que dieron forma a nuestra humanidad compartida.

Referencias:

  • Ella Been et al, Neandertal burial practices in Western Asia: How different are they from those of the early Homo sapiens?, L’Anthropologie (2024). DOI: 10.1016/j.anthro.2024.103281

Cortesía de Muy Interesante



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