Como si se tratara de una película que se ve por segunda vez, Donald Trump regresa a la Casa Blanca, vuelven sus amenazas de aranceles y el peso mexicano se convierte nuevamente en la principal víctima.
Este lunes el republicano dijo que uno de sus primeros actos como presidente, cuyo periodo iniciará el próximo 20 de diciembre, impondrá un arancel de 25% a todas las importaciones de México y Canadá, como medida para que resuelvan el tema de la migración ilegal y el tráfico de drogas.
El anuncio que Trump hizo a través de Truth Social llevó al tipo de cambio a alcanzar los 20.7535 pesos por dólar después del cierre de los mercados en México, con una depreciación de 2.32%.
“En el primer mandato de Trump parecía que quería disminuir el déficit comercial -el objetivo era económico-. Ahora el objetivo era solucionar la crisis migratoria y de drogas. Esto es importante porque ahora no se va a mover de su objetivo hasta que esté en el camino a solucionarlo”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
“Esto significa que, si México responde con aplicar un arancel, va a sacrificar parte del crecimiento económico y presiones inflacionarias para lograr su objetivo. Si se materializa esta amenaza, el tipo de cambio se puede subir, por lo menos, a 23 pesos por dólar, acompañado de una contracción en las exportaciones, caídas en la inversión extranjera directa, mayores presiones para el tipo de cambio y recortes en la calificación crediticia”, agregó.
En 2016, entre la elección presidencial en Estados Unidos y el cierre de año, el peso se depreció 13%. “Si copiáramos ese mismo escenario y lo trajéramos al presente, el tipo de cambio debería estar en 22.70 pesos”, explicó Montserrat Aldave, principal economist de Finamex.
En el primer mandato de Trump, recordó Siller, el peso se apreció 10.71% o 2 pesos y 35 centavos. Los niveles de referencia son 21.9555 pesos por dólar el cierre del 19 de enero de 2017, día previo a su toma de protesta y 19.6045 pesos por dólar el 20 de enero de 2021.
Sin embargo, añadió, “entre el cierre del 15 de junio de 2015, antes de anunciar su candidatura (15.4364 pesos por dólar) y el 19 de enero del 2017, antes de su toma de protesta (21.9555 pesos), el peso se depreció 42.23% o 6 pesos y 52 centavos”.
Hay una luz al final del túnel, y es que, si Trump quiere mantener la guerra comercial con China, necesitará a México, que se ha convertido en su principal socio comercial y su principal proveedor de mercancías.
“Esto puede ayudar a que se impongan estos aranceles, pero de manera temporal. En 2018 los aranceles duraron menos de un año”, apuntó Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex.
¿Por qué reacciona el mercado a las amenazas?
Ya se sabe cómo es Donald Trump, que no cumple todo lo que dice, sin embargo, los mercados reaccionan porque son “especulativos y ante cualquier amenaza van a reaccionar”, señaló Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica.
En el caso particular de México, el mercado reacciona debido a que el 80% de las exportaciones van a Estados Unidos, entonces el impacto económico sería “relevante”, destacó la vocera de Monex.
La buena noticia es que, aunque el mercado sigue reaccionando a las amenazas de Trump, no lo ha hecho en la misma magnitud que en 2016.
“Hace ocho años, cuando se anunciaron los resultados de las elecciones, el tipo de cambio marcó un máximo histórico. Este año, aunque parecía que el Partido Republicano iba a ganar la mayoría en el Congreso, el tipo de cambio se mantuvo por debajo de los 21 (pesos por dólar)”, destacó Quiroz.
Tras la elección presidencial en Estados Unidos de 2016, el peso tuvo una depreciación de 8.53%, mientras que tras el triunfo de Trump este año, el retroceso de la moneda mexicana fue de 3.61%.
¿Qué puede hacer México?
A decir de Calzada, lo que México puede hacer para amortiguar las amenazas de Trump en cuanto a los aranceles es esperar si se aplican y ver en la medida en la que lo hace y reaccionar en consecuencia.
Una de las herramientas de las que se puede echar mano es la subasta de dólares, aprobada por la Comisión Cambiaria -integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y de Banco de México- para “moderar la volatilidad del tipo de cambio, sin alterar el principio de libre flotación”, señala el bando central en su página de internet.
“No hay un umbral clave para que la Comisión de Cambio suene las alertas. Interviene con un movimiento desordenado y abrupto. El tipo de cambio, incluso con la depreciación de los últimos meses, es adecuado, o no preocupante. No veo a una Comisión de Cambios actuando ahorita”, dijo Aldave.
Asimismo, agregó, la libre flotación del tipo de cambio por sí misma funciona como un amortiguador y evita que los impactos se “trasladen a la economía real”.
Otra alternativa que tiene México tiene que ver con que el gobierno mexicano se siente a dialogar y negociar con autoridades estadounidenses, como lo hizo en el sexenio anterior Andrés Manuel López Obrador, cuando se comprometió a controlar la frontera Sur y la imposición de aranceles a las importaciones chinas, recordó Aldave.
Hablando de 2026, cuando se llevará a cabo la primera revisión del T-MEC, no se puede hacer nada más que esperar a conocer lo que Estados Unidos pondrá sobre la mesa, y todo “recaerá en los negociadores que estén a cargo de la revisión del tratado”, sostuvo Calzada.
Cortesía de Expansión
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