Martín Borrego Llorente presentó su renuncia ayer a su cargo como Coordinador de Contacto con la Ciudadanía en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tras el escándalo generado por el uso indebido del Museo Nacional de Arte (Munal) para su boda, cuando ocupaba el puesto de Jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Como funcionario, Borrego solicitó el espacio del Munal bajo el pretexto de organizar una recepción diplomática, sin revelar que en realidad sería un evento privado: su enlace matrimonial con Ionut Valcu, jefe de la Misión de la Embajada de Rumania en México.
El caso también involucra a la ex canciller Alicia Bárcena, actual titular de Semarnat, quien, aunque negó haber autorizado el uso del Museo, aparece en una fotografía y un video celebrando el evento junto a los novios.
Bárcena expresó en una “nota aclaratoria” que, como secretaria de Relaciones Exteriores, no aprobó ni fue informada sobre la solicitud de Borrego. Sin embargo, la polémica se extendió a su administración, dado que Borrego fue uno de sus colaboradores más cercanos.
El 4 de octubre, Borrego organizó su boda en el Munal, disfrazada de un evento oficial conmemorativo del 89 aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y Rumania. Según reportes, el 11 de septiembre, Borrego envió una solicitud a la dirección del Munal para organizar un cóctel en el salón de recepciones del Museo, que fue autorizada por las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), bajo el supuesto de que se trataba de un evento diplomático.
El Inbal indicó que, una vez aprobada la solicitud, se proporcionó el reglamento del uso de los espacios al personal de la Embajada de Rumania, que se encargó de la logística del evento.
“Una vez autorizado, se compartió el reglamento para uso de espacios en el museo al personal de la Embajada de Rumania en México, quien se encargó de toda la logística correspondiente”,
indicó la dependencia en una tarjeta informativa.
Tras la difusión del escándalo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció que abriría una investigación administrativa para esclarecer los hechos. A través de un comunicado, la Cancillería informó que el Órgano Interno de Control ya estaba investigando el uso indebido de los espacios públicos por parte de funcionarios y exfuncionarios.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores informa que, en relación con las versiones que circulan en la opinión pública sobre funcionarios, o ex funcionarios, de esta dependencia que supuestamente hicieron uso indebido de espacios públicos, el Órgano Interno de Control de la Cancillería ha iniciado las investigaciones correspondientes”, dijo.
En su renuncia, Borrego explicó que, aunque el evento fue privado, se trató de un error al solicitar el espacio institucional a través de un correo oficial, sin el conocimiento de su superior, la entonces canciller Alicia Bárcena. Aseguró que no hubo dolo ni mal uso de recursos públicos, ya que cubrió el evento con fondos personales.
“Si bien el evento fue de carácter privado, acorde al protocolo establecido por el Museo y cubierto con recursos personales, sin dolo ni quebranto alguno al erario, reconozco que fue impropio haber solicitado el espacio a través de un correo institucional, cuando me desempeñaba como su jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el agravante de haberlo hecho sin su conocimiento. Ese actuar no fue correcto para un funcionario público ni digno de la confianza que depositó en mí”, difundió el exfuncionario en una carta dirigida a Bárcena.
Bárcena, por su parte, negó categóricamente haber autorizado o haber sido informada de la solicitud de Borrego, quien, hasta septiembre, había trabajado como su jefe de Oficina en la SRE antes de ser trasladado a Semarnat.
“Tras confirmar estos antecedentes, y convencida de que la acción manifiesta un grave error que contrasta con la vocación austera, rigurosa e igualitaria que ha de ser el sello de las administraciones de la Cuarta Transformación, la secretaria Bárcena solicitó la renuncia inmediata al funcionario involucrado, Martín Alonso Borrego Llorente”, informó.
Claudia Sheinbaum reprueba la acción
En medio de la polémica, la presidenta Claudia Sheinbaum llamó la atención a los funcionarios de su gobierno, advirtiéndoles que no toleraría abusos, tráfico de influencias ni el mal uso de instalaciones oficiales. En una conferencia, Sheinbaum señaló que desde el inicio de su administración, envió una carta a sus colaboradores en la que instaba a evitar prácticas como el influyentismo, el nepotismo y la corrupción.
“Sobre el comportamiento de los colaboradores, no deben usarse espacios públicos para ninguna conmemoración, celebración, actividad. Evidentemente, hay actividades de Relaciones Exteriores o de otras Secretarías que tienen que ver con reuniones protocolarias que se realizan, pero no, digamos, fiestas o acciones. Tiene que aclararse en particular este caso, y todos los servidores públicos deben de comportarse adecuadamente”, dijo.
En Palacio Nacional, Sheinbaum pidió a sus colaboradores que mostraran la carta que envió a los funcionarios federales al inicio de su gobierno, donde pidió evitar y condenar las malas prácticas como el influyentismo, el nepotismo, la corrupción y la impunidad.
“El presupuesto no es de los funcionarios, es dinero del pueblo que debe ser cuidado y bien invertido. Esto nos obliga a actuar bajo los principios de no robar, no mentir y no traicionar la confianza del pueblo”, escribió.
¿Quién es Martín Borrego?
Martín Borrego fue tercer secretario encargado de cooperación en la Embajada de México en Rumania entre 2014 y 2018. Desde julio hasta septiembre de 2023, desempeñó el cargo de jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores bajo la dirección de Alicia Bárcena, quien lo acompañó luego a la Semarnat. Allí, Borrego estaba asignado a la Unidad Coordinadora de Vinculación Social.
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Cortesía de Forbes
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