Un reciente estudio genético, cuyos hallazgos preliminares han sido publicados en la revista Nature, ha arrojado nueva luz sobre uno de los misterios más intrigantes de la historia médica: el origen de la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual que asoló Europa a finales del siglo XV y continúa siendo un desafío para la salud pública en la actualidad. Investigadores del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva han descubierto evidencias concluyentes de que esta enfermedad tiene raíces profundas en las Américas y que su expansión global fue una consecuencia directa de la colonización europea. Este descubrimiento no solo reconfiguraría nuestra comprensión de la historia de la sífilis, sino que también abre nuevas preguntas sobre cómo las interacciones humanas moldean la evolución de las enfermedades.
Una historia antigua y controvertida
La sífilis, conocida en la época renacentista como “la gran imitadora” debido a su capacidad para adoptar síntomas similares a otras enfermedades, irrumpió en Europa con una virulencia devastadora alrededor de 1495. Desde entonces, los historiadores han debatido su origen. ¿Fue introducida en Europa tras los viajes de Cristóbal Colón, o existía ya en el Viejo Mundo, confundida con otras dolencias? La investigación reciente parece inclinar la balanza hacia la llamada “teoría colombina”: que la enfermedad cruzó el Atlántico junto con los exploradores españoles.
A través del análisis del ADN antiguo extraído de huesos y dientes de cinco individuos precolombinos en Perú, Chile, Argentina y México, los científicos han identificado variantes extintas de Treponema pallidum, el microorganismo responsable de la sífilis y otras enfermedades relacionadas como el pian y el bejel. Este trabajo demuestra que estas variantes ya eran diversas y estaban ampliamente distribuidas en las Américas antes del contacto europeo. La datación genética sitúa el origen común de estas enfermedades en el continente americano hace unos 9.000 años, mucho antes de la llegada de los colonizadores.
¿Cómo se propagó la enfermedad?
El fenómeno del “intercambio colombino” ha sido ampliamente estudiado, refiriéndose al intercambio bidireccional de plantas, animales, culturas y enfermedades entre Europa y las Américas tras 1492. Mientras que los europeos llevaron al continente americano enfermedades como la viruela, que devastaron a las poblaciones indígenas, parece que la sífilis hizo el viaje inverso. A bordo de barcos cargados de mercancías y navegantes, el Treponema pallidum encontró una ruta global que facilitó su propagación.
El brote europeo de finales del siglo XV, a menudo atribuido al regreso de los soldados franceses tras las campañas italianas, coincide con este intercambio histórico. Sin embargo, una pregunta persiste: ¿por qué este brote fue tan severo? Algunas hipótesis sugieren que las diferencias genéticas entre las variantes americanas y las europeas de Treponema pallidum, así como las condiciones sociales y sanitarias de la Europa renacentista, contribuyeron a su impacto devastador.
Una enfermedad que evoluciona con la humanidad
Además de resolver el enigma de su origen, este estudio plantea nuevas preguntas sobre la evolución de la sífilis y su relación con otras enfermedades de la misma familia, como el pian y el bejel, que son endémicas en regiones tropicales y semidesérticas del mundo actual. Las diferencias en la presentación clínica de estas dolencias han intrigado a los científicos durante décadas. Comprender cómo estas variantes se diferenciaron evolutivamente puede ofrecer pistas cruciales para mejorar su diagnóstico y tratamiento en la actualidad.
El análisis genómico ha revelado una diversidad genética sin precedentes dentro del grupo de enfermedades de Treponema pallidum en las Américas precolombinas, lo que sugiere que estas infecciones habían estado evolucionando allí durante milenios. Sin embargo, el alcance de esta diversidad plantea una incógnita sobre cómo estas enfermedades afectaban a las poblaciones indígenas y cómo se adaptaron al nuevo entorno europeo. Este fenómeno subraya el papel de las interacciones humanas, como el comercio, la colonización y la migración, en la propagación y evolución de patógenos.
Un legado global con implicaciones actuales
La expansión de la sífilis desde las Américas hacia Europa y el resto del mundo es un sombrío recordatorio de cómo los eventos históricos y las dinámicas humanas pueden moldear la salud global. Aunque tratable con antibióticos, la enfermedad sigue siendo un problema de salud pública con millones de nuevos casos cada año, muchos de ellos no diagnosticados debido a su capacidad de imitar otras dolencias.
El hallazgo de ADN antiguo no solo resuelve un enigma histórico, sino que también refuerza la importancia de la paleogenómica en la comprensión de las enfermedades. Este campo emergente ofrece una ventana única al pasado, permitiendo a los científicos reconstruir la historia de patógenos antiguos y su impacto en las sociedades humanas. Además, este conocimiento puede ser clave para anticipar cómo podrían evolucionar y propagarse enfermedades similares en el futuro.
Una historia que sigue escribiéndose
A pesar de los avances logrados, el debate sobre la historia de la sífilis está lejos de concluir. La ausencia de muestras genéticas de regiones clave, como Asia y África, deja un vacío en el mapa global de Treponema pallidum. Los investigadores advierten que cada nuevo hallazgo podría alterar nuestra comprensión de la historia de esta enfermedad. Sin embargo, lo que queda claro es que la sífilis no es solo una enfermedad, sino también un testigo de las complejas interacciones entre los seres humanos y los microorganismos a lo largo del tiempo.
— Nota del autor (*): Es importante señalar que los resultados del estudio, publicados en la revista Nature, han sido presentados en una versión preliminar que aún está sujeta a revisión y edición final. Esto significa que podrían existir errores o ajustes en los datos que afecten algunas de las conclusiones. Sin embargo, el acceso temprano a este tipo de investigaciones permite que la comunidad científica y el público general se mantengan informados sobre hallazgos que tienen el potencial de transformar nuestro entendimiento de la historia y la evolución de las enfermedades. Como siempre, es crucial seguir de cerca las actualizaciones y corroborar la información una vez que se publique la versión definitiva del artículo.
Referencias:
- Barquera, R., Sitter, T.L., Kirkpatrick, C.L. et al. Ancient genomes reveal a deep history of treponemal disease in the Americas. Nature (2024). DOI: 10.1038/s41586-024-08515-5
Cortesía de Muy Interesante
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