Alemania: el autor del atentado ya había sido denunciado

La fiscalía de Magdeburgo, al este de Alemania, continúa investigando el atropello masivo ocurrido el viernes en un mercado navideño, en el que cinco personas perdieron la vida. El psiquiatra saudí Taleb Jawad al Abdulmohsen fue imputado con cinco cargos de asesinato y 205 de intento de asesinato.

El ataque dejó más de 200 heridos, 41 de ellos graves, lo que podría significar que el saldo de víctimas fatales aún no está cerrado. La policía está trabajando con la hipótesis de un ataque individual, ya que los datos de la investigación “descartan” la presencia de un segundo implicado. El sospechoso ya habría sido señalado como un potencial agresor en advertencias que las autoridades alemanas consideraron “abstractas”.

Reconstrucción

Según las investigaciones de la policía y la fiscalía, al Abdulmohsen al volante de un BMW negro, ingresó al mercado navideño a altas velocidades, aprovechando la única entrada habilitada para vehículos -dispuesta para la entrada de ambulancias y vehículos de rescate– alrededor de las seis de la tarde.

Inmediatamente después de su paso, que duró unos tres minutos, la policía local inició la persecución y logró detener al conductor poco después. Un agente involucrado en la captura aseguró que el presunto responsable prácticamente se entregó tras arrollar el mercado y destrozar el coche.

La investigación también ha confirmado que el atacante viajó varias veces entre Brenburg, donde trabajaba, y Magdeburgo durante noviembre y diciembre, alojándose en el Hotel Maritim de la ciudad. Las autoridades sugieren que estas estancias tuvieron como objetivo familiarizarse con el lugar para planificar el atentado.

Posibles errores

El gobierno alemán prometió investigar los posibles errores cometidos por las autoridades para evitar el mortal atropello, en particular un “examen exhaustivo de las pistas existentes en el pasado y cómo se les dio seguimiento”, según declaró la ministra del Interior, Nancy Faeser, al Bild am Sonntag.

Tanto ella como otros altos cargos de la seguridad alemana serán interrogados por la Comisión Parlamentaria de Control y la Comisión de Asuntos Internos del Bundestag (Parlamento) alemán.

El fiscal de la ciudad, Horst Nopens, calificó el ataque en el mercado como “un atentado” en una rueda de prensa el sábado, aunque no pudo precisar si se trató de un acto de terrorismo. Según informó, aún quedan por “valorizar los dispositivos de almacenamiento de datos, computadoras y celulares” para esclarecer los móviles del detenido.

Un historial errático

La fiscalía confirmó la identidad del hombre: Taleb al Abdulmohsen, nacido en Hufuf, Arabia Saudita, en 1974. Llegó a Alemania en 2006 de manera legal para especializarse en psiquiatría, tras estudiar medicina en su país. El hombre trabajaba como psiquiatra en el hospital de Brenburg, ubicado a 45 kilómetros del lugar del atentado, y se encargaba de la rehabilitación de criminales adictos.

A pesar de contar con pasaporte y visado oficiales, el agresor ya arrastraba un historial conflictivo. Según medios alemanes, el día antes del atentado no acudió a una citación judicial en la que debía haber sido procesado por “abuso del servicio de emergencias“. En febrero de este año, mientras presentaba una denuncia en una comisaría de Berlín, se mostró disconforme con la atención recibida y llamó a los bomberos para pedir asesoría jurídica, lo que le valió la multa.

En 2013, Abdulmohsen fue multado por “alterar el orden público y amenazar con cometer delitos” en Rostock, al norte del país, tras intimidar telefónicamente al personal del Colegio de Médicos de Mecklenburgo-Pomerania, luego de que éste desconociera la validez de parte de su formación médica. En la llamada, el sospechoso hizo alusión a un atentado contra la maratón de Boston, que había ocurrido solo dos días antes.

Sin embargo, según el Ministerio del Interior de la región, no se encontraron indicios de una “preparación real para el ataque”, por lo que solo fue multado. También se informó que, en septiembre de 2015, Taleb volvió a llamar a la Cancillería alemana para quejarse del fallo en su caso de Rostock, llamando “racistas” a los jueces y amenazando con conseguir un arma.

Su condena no impidió que, en 2016, se le concediera el estatus de refugiado en Alemania. En su solicitud de asilo, el sospechoso alegó que, si regresaba a Arabia Saudita, sería ejecutado por haberse apartado del Islam.

El detenido, de 50 años, ganó notoriedad como crítico del Islam y activista, por ayudar a exiliados saudíes a huir del país y solicitar asilo en Alemania, especialmente a mujeres. Al interior de la comunidad de exiliados, era una figura amenazante, con la presidenta del Consejo Central de Antiguos Musulmanes, Mina Ahadi, describiéndolo como un “psicópata conspirativo de ultraderecha” que odia a cualquiera que no comparta su odio.

Su rechazo al Islam fue adquiriendo matices cada vez más extremos. En los últimos años, comenzó a simpatizar abiertamente con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), uniéndose a aquellos que acusaban a la ex canciller, Angela Merkel, de tener un plan secreto para islamizar Europa. No obstante, el partido aclaró que Taleb nunca fue miembro de la organización.

“Como en Alemania no existe la pena de muerte, Angela Merkel debe pasar el resto de su vida en prisión por su proyecto criminal de islamizar Europa. Pero si se reinstaura la pena de muerte, merece que la maten“, escribió Taleb el 5 de diciembre en su perfil en la red social X, según reportó Der Spiegel. El mensaje fue posteriormente borrado.

Hasta el momento, la fiscalía no ha confirmado los motivos del sospechoso, limitándose a indicar que uno de ellos podría ser su descontento con el trato hacia los refugiados saudíes.

Atentado advertido

Según Spiegel, hace un año, los servicios secretos saudíes enviaron una advertencia al Servicio de Inteligencia Alemán (BND) sobre mensajes del sospechoso en la red X que podrían suponer una amenaza. En su momento, el presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA), Holger Munch, calificó la advertencia de “abstracta”, por lo que la remitió a la subdirección regional de Sajonia-Anhalt, donde las autoridades determinaron que no había un peligro concreto debido a la falta de evidencia de un plan material.

En ese momento, la actividad en redes de Taleb reflejaba un estado de delirio persecutorio, alimentado por diversas fuentes de ultraderecha. El sospechoso publicó en agosto en su cuenta de X: “¿Existe un camino hacia la justicia en Alemania sin volar una embajada alemana o sin degollar aleatoriamente a ciudadanos alemanes? Busco este camino pacífico desde enero de 2019 y no lo encuentro”.

También hizo varias amenazas contra Alemania en redes sociales: “Les aseguro: si Alemania quiere guerra, la tendremos. Si Alemania quiere matarnos, los mataremos, moriremos o nos iremos orgullosamente a prisión”. En otro mensaje, el sospechoso prometió que Alemania pagaría “un precio enorme (…) Incluso si me cuesta la vida.

Solidaridad o más extremismo

Menos de un día después del ataque, se realizó un acto religioso en honor a las víctimas, al que asistieron el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro de la región, Reiner Haseloff, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, y la alcaldesa de la ciudad, Simone Borris. El canciller pidió a los alemanes mantenerse unidos. Sin embargo, el ataque avivó críticas en plena campaña electoral.

Alice Weidel, líder del AfD, criticó la “inacción de la administración que permitió el horror de Magdeburgo“. Sahra Wagenknecht, líder del partido de izquierda radical Por la Razón y la Justicia (BSW), exigió explicaciones tras lo que consideró un “desprecio” de las advertencias previas.

Más tarde, ya entrada la noche, se produjeron concentraciones de grupos ultraderechistas en el centro de la ciudad. La policía estimó que alrededor de 1.000 personas asistieron a una manifestación en la plaza central de la capital sajona, con pancartas que llevaban lemas como “Remigración”, un término que adquirió popularidad en círculos extremistas para exigir deportaciones masivas, y banderas alemanas.

Cortesía de Página 12



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