Un hallazgo reescribe la historia de Stonehenge: los arqueólogos creen que pudo ser un monumento construido para unificar Gran Bretaña hace 5.000 años

Stonehenge, el icónico monumento prehistórico de Salisbury Plain, ha vuelto a capturar la atención de la comunidad científica con un hallazgo que podría reescribir su propósito y significado. Un estudio reciente, liderado por investigadores de University College London (UCL) y la Universidad de Aberystwyth, ha identificado que una de sus piedras centrales, conocida como la Piedra del Altar, procede de Escocia, a cientos de kilómetros de distancia. Esta revelación no solo arroja nueva luz sobre los misterios de su construcción, sino que también refuerza una teoría fascinante recientemente descubierta: Stonehenge pudo haber sido construido como un símbolo de unidad para las primeras comunidades agrícolas de Gran Bretaña.

Un monumento que conecta regiones y culturas

El descubrimiento del origen escocés de la Piedra del Altar es un hito dentro del estudio de Stonehenge. Anteriormente se sabía que las “piedras azules” del monumento provenían de las colinas Preseli, en Gales, a más de 200 kilómetros de su ubicación actual. Sin embargo, encontrar que una de las piezas clave del círculo de piedra fue transportada desde Escocia añade una nueva dimensión a este enigma histórico.

La hipótesis más reciente sostiene que Stonehenge podría haber sido un proyecto de colaboración entre diferentes comunidades neolíticas. Al reunir piedras de regiones distantes, el monumento habría simbolizado alianzas políticas y sociales, reforzadas por un sentido compartido de identidad y pertenencia. En el contexto de una sociedad en transformación, marcada por la llegada de nuevas tecnologías y poblaciones del continente europeo, Stonehenge habría sido una respuesta a los desafíos de cohesión cultural y territorial.

Nuevas pistas revelan que Stonehenge pudo ser construido para unir a las comunidades agrícolas británicas
Nuevas pistas revelan que Stonehenge pudo ser construido para unir a las comunidades agrícolas británicas. Foto: Istock

Astronomía y espiritualidad: las claves de su diseño

No es casualidad que Stonehenge esté alineado con los eventos astronómicos más relevantes del año, como los solsticios de invierno y verano. Según los investigadores, la colocación de la Piedra del Altar, justo en el eje del sol poniente durante el solsticio de invierno, podría haber tenido un significado espiritual profundo. Las comunidades neolíticas celebraban esta fecha con banquetes en Durrington Walls, una aldea cercana, donde se reforzaban lazos sociales y se compartían tradiciones.

Más allá de su función astronómica, Stonehenge también pudo haber actuado como un espacio sagrado para ceremonias que celebraban la conexión entre las personas y los ciclos cósmicos. En un mundo sin fronteras definidas, el cielo era una constante que unía a todas las comunidades, y Stonehenge pudo haber servido como un recordatorio físico de esa relación universal.

El desafío logístico de un proyecto monumental

Transportar piedras de más de seis toneladas desde Escocia y Gales hasta Salisbury Plain en una época anterior al uso de la rueda es un testimonio del ingenio y la determinación de las sociedades neolíticas. Aunque los detalles precisos de cómo se logró esta hazaña siguen siendo objeto de debate, se cree que las comunidades pudieron haber utilizado sistemas de trineos, rodillos de madera y barcazas para superar los vastos kilómetros de terreno.

El esfuerzo colectivo necesario para completar este proyecto es otra pista que apunta al propósito unificador de Stonehenge. Este no era solo un monumento religioso o astronómico, sino también un símbolo político, construido para reforzar alianzas y fomentar la cooperación entre comunidades dispersas.

Descifran el misterio de la Piedra del Altar de Stonehenge: su origen escocés podría cambiarlo todo
Descifran el misterio de la Piedra del Altar de Stonehenge: su origen escocés podría cambiarlo todo. Foto: University College London

Nuevos actores en el escenario neolítico

El período en el que se remodeló Stonehenge coincide con la llegada de los Beaker, un grupo cultural que introdujo innovaciones como la metalurgia y la cerámica distintiva en Gran Bretaña. Este encuentro entre poblaciones indígenas y nuevos colonos marcó una etapa de cambio acelerado, con nuevas tecnologías que transformaron la forma en que las comunidades vivían y se relacionaban.

Es posible que Stonehenge representara un intento de los habitantes locales por preservar sus tradiciones mientras asimilaban los cambios culturales. En este sentido, el monumento sería tanto un refugio espiritual como un espacio para la negociación social, donde se buscaba integrar lo viejo con lo nuevo en un contexto de cambio demográfico y cultural.

Un legado que sigue fascinando

A pesar de las transformaciones culturales ocurridas durante los siglos posteriores a su construcción, Stonehenge nunca perdió su relevancia. Continuó siendo un punto focal para ceremonias, reuniones y rituales, adaptándose a las nuevas poblaciones y manteniendo su función como marcador astronómico.

Hoy en día, las investigaciones sobre este monumento no solo amplían nuestro conocimiento sobre el pasado, sino que también nos recuerdan la capacidad humana para superar desafíos y crear algo que trascienda generaciones. Stonehenge, con su mezcla de astronomía, política y espiritualidad, sigue siendo un recordatorio de cómo las sociedades del pasado encontraron formas de unirse frente a la adversidad.

Referencias:

  • University College London (UCL). (2024, Diciembre 20). Stonehenge may have been built to unify the people of ancient Britain. Consultado el 24 de diciembre de 2024

Cortesía de Muy Interesante



Dejanos un comentario: