Desde Alto Loira
Ha muerto Jean-Marie Le Pen este martes a los 96 años, el hombre que fundó en 1972 el partido político de extrema derecha Frente Nacional y lo presidió hasta 2011. Hoy el partido político perdura bajo el nombre de Agrupamiento Nacional (RN por sus siglas en francés), bajo el liderazgo de su hija Marine Le Pen. Ha muerto el hombre que pensaba que el Holocausto nazi era “un detalle de la historia”. Jean-Marie Le Pen fue condenado por la justicia varias veces por sus posiciones negacionistas, antisemitas, xenófobas y racistas.
Antes de dedicarse a la política, Jean-Marie Le Pen combatió en Indochina y Argelia, contrario a la independencia de las colonias francesas, reivindicando la tortura. Francia desarrolló entonces estrategias de contrainsurgencia dentro del marco de la “doctrina de la guerra revolucionaria”, que son las mismas técnicas que luego utilizaron los militares en Argentina durante la úlitma dictadura cívico-militar. Las fuerzas armadas francesas torturaron y asesinaron a gran escala durante la guerra de Argelia (1954-1962), tareas en la que se destacó el cuerpo de paracaidistas franceses, donde sirvió el teniente Le Pen.
A esta hora su hija Marine está en vuelo de regreso a Francia, procedente de la isla de Mayotte, territorio francés en el Océano Índico ubicado entre Madagascar y el continente africano. La primera reacción desde la política francesa vino del líder de izquierda de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon que vía la red social X expresó: “El respeto a la dignidad de los muertos y al dolor de sus seres queridos no quita el derecho a juzgar sus actos. Los actos de Jean-Marie Le Pen siguen siendo intolerables. La lucha contra el hombre ha terminado. La lucha contra el odio, el racismo, la islamofobia y el antisemitismo que difundió continúa”. El líder de LFI es el político que más contrasta con el lepenismo, y es a quién desde la derecha identifican como un “peligro para la República”.
Jean-Marie Le Pen no sólo se caracterizó por ideas racistas, en el terreno económico estaba más cerca del presidente francés Emmanuel Macron de lo que se cree. En 1984 declaraba Le Pen “para reconstruir Francia es necesario reducir la influencia del Estado, el número de funcionarios y el gasto público”. En el terreno económico la ideología de Jean-Marie Le Pen y de sus actuales sucesores de RN es neoliberal, como Macron, pero a diferencia del presidente, los lepenistas pretenden hacerle pagar el costo de las políticas neoliberales a los trabajadores que considera que no son verdaderamente franceses, a los musulmanes, a los no blancos y a los inmigrantes.
En el año 2002 Jean-Marie Le Pen daba un batacazo, era la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, que un político de extrema derecha y candidato a presidente alcanzaba la segunda vuelta, con el 17 % de los votos. En esa elección se terminó imponiendo Jacques Chirac en el balotaJe. Pero desde entonces el FN/RN, la crIatura política de Le Pen, no dejaría de crecer hasta alcanzar en las últimas elecciones europeas de junio pasado un 31 % de los votos, una cifra que colocan a los lepenistas a las puertas del palacio del Elíseo, cuando se diriman las próximas elecciones presidenciales previstas para 2027.
El contexto actual parece sonreír a los partidarios de Le Pen y toda la extrema derecha europea, y es que cuentan con un aliado incomparable, el dueño de la red social X, Elon Musk. El hombre más rico del mundo, y próximo ministro de Eficiencia Gubernamental de Donald Trump, se muestra muy activo en su apoyo a las distintas expresiones de la extrema derecha en el Viejo Continente. Así expresa sin ningún pudor su respaldo a AFD, la ultraderecha en Alemania que tiene entre sus principales banderas la idea de “remigración”, es decir, devolver a los nacidos en Alemania pero que tienen orígenes extraeuropeos a los países de sus ancestros, porque no serían alemanes de sangre sino de papeles. La idea de la “remigración” que enarbolan los extremistas alemanes no es de su autoría, y reconocen haberla tomado de Marine Le Pen, según pudo recoger el documentalista francés Christophe Cotteret durante su último trabajo “White Power. En el corazón de la extrema derecha europea”.
Frente a la injerencias de Musk, la Unión Europea guarda silencio, pero el presidente Macron este lunes en su discurso frente a los embajadores franceses en el mundo, deslizó una crítica contra el dueño de Tesla, “si nos hubieran dicho hace diez años que el propietario de una de las más grandes redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria y que intervendría directamente en la elecciones, comprendidas las de Alemania, ¿quién lo hubiera imaginado?”.
Al mismo tiempo que a golpe de misiles y bombas somos testigos del desmoronamiento del Derecho Internacional establecido por la Organización de las Naciones Unidas desde la Segunda Guerra Mundial, las ideas del excombatiente de Argelia, poco afectas a la defensa de los Derechos Humanos, parecen ganar fuerza cada día, apoyadas por personalidades como las de Musk, pero también por otros multimillonarios, como el francés Vincent Bolloré, quien desde su emporio de medios donde figuran Cnews o Europa 1, ha servido de palataforma al partido político de Le Pen, y es sin dudas uno de los responsables del crecimiento de la extrema derecha francesa.
La hija de Le Pen sigue el camino trazado por su padre, y de confirmarse el crecimiento político de los lepenistas en las próximas elecciones presidenciales, Francia dejaría de ser ese faro de la civilización occidental que supo encarnar, para pasar a ser una sociedad más desigual, intolerante y oscurantista.
Cortesía de Página 12
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