El viernes 10 de enero de 2025 quedará para la historia como el día en el que la dictadura chavista en Venezuela terminó de asentar el golpe de Estado. Nicolás Maduro Moros, de 62 años, se autoproclamó presidente para un tercer mandato por seis años más, cifra que es simbólica pues el régimen completa 25 años cambiando la Constitución a su antojo y ha cometido toda clase de delitos y crímenes, incluidos de lesa humanidad, para atornillarse en el poder.
A mitad de la mañana, Maduro arribó a la Asamblea Nacional junto a su esposa Cilia Flores, una abogada que asesoró a Hugo Chávez cuando estuvo encarcelado a principios de los años noventa por un fallido golpe de Estado.
Rodeado de cientos de militares y de otros dictadores como Miguel Díaz-Canel de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua, Maduro desfiló por la alfombra roja de la mano de Flores bajo la mirada de reproche de millones de personas en el mundo. Una alfombra manchada de homicidios, desapariciones, enriquecimiento ilícito, narcotráfico y usurpación del poder.
En la víspera, la dictadura se blindó de todas las formas posibles. Por mar, aire y tierra. Cerró sus fronteras con amplio despliegue militar en especial la de Colombia que tiene una extensión de más de 2.200 km. También cerraron el espacio aéreo y amenazaron con derribar cualquier avión no autorizado, es decir, el del presidente electo Edmundo González desde República Dominicana en el que iba a viajar junto a diez expresidentes de la región, incluido el colombiano Andrés Pastrana.
La “ceremonia” de posesión ilegítima fue realmente un show. Maduro saludó a todos sus impresentables invitados incluyendo al embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, que con su asistencia avaló a nombre del Gobierno Petro el golpe a la democracia cometido por Maduro. Casi parecía un acto de esoterismo pues la cúpula chavista estaba de espaldas al sarcófago de Simón Bolívar con un collar con las llaves del arca que guarda el acta de independencia y el retrato mejorado de Chávez.
El dictador calificó el acto como “histórico” y casi con los ojos llorosos dijo: “juré por lealtad absoluta a su legado”, refiriéndose a Chávez que antes de morir le endosó su poder. Luego, recibió la banda presidencial de manos del también autoproclamado presidente de la Asamblea Jorge Rodríguez.
Maduro ya casi completa el tiempo que gobernó Chávez que llegó al Palacio de Miraflores en 1999 y murió en 2013. “El actuar del régimen antes y después del 28 de julio dejaba claro que iban a proceder de esta manera. Ellos nunca han estado dispuestos a negociar y su propósito es mantenerse en el poder a como dé lugar (…) es claro que entre menor legitimidad mayor represión habrá”, le dijo a este diario Nastassja Rojas, directora adjunta para Colombia de Amnistía Internacional Venezuela.
En efecto, la frase que más se repitió durante la posesión ilegítima de este viernes fue “¡leales siempre, traidores nunca!”. Luego vinieron las risas y la burla en contra de Machado y González: “Estoy esperando a que llegue, estoy nervioso”.
“Lograremos entrar”
El presidente González publicó un video en la tarde de este viernes de casi cinco minutos en el que dijo que “Maduro consumó un golpe de Estado y violentó la voluntad popular expresada en las urnas. Se autocoronó dictador”. También confirmó lo que la líder opositora María Corina Machado ya había dicho un par de horas antes y es que no pudo viajar este viernes a Venezuela ante la amenaza de que su avión fuera derribado.
“Como comandante en jefe ordeno al alto mando militar desconocer órdenes ilegales y preparar mis condiciones de seguridad para asumir la Presidencia (…) muy pronto lograremos entrar a Venezuela y le pondremos fin a esta tragedia (…) estoy listo para el momento que sea seguro”, dijo González.
También celebró el incremento en las recompensas que dispuso Estados Unidos por las cabezas del régimen que pasó de 15 millones de dólares a 25 en el caso de Maduro y agradeció a los países que lo han reconocido como el presidente electo de Venezuela y a los que no lo han hecho aún les pidió abandonar la neutralidad.
“Es muy simbólico el aumento de la recompensa por lo que representan ellos en su calidad de represores y de personas que han cometido crímenes de lesa humanidad. Pero dudo que eso realmente traiga un efecto práctico”, agrega la experta colombo-venezolana Nastassja Rojas.
Por su parte, el profesor de relaciones internacionales Manuel Camilo González, en conversación con EL COLOMBIANO, explica que Maduro “ha perdido la movilización de la gente y legitimidad. ¿Qué le queda? El componente militar (…) A nivel de mandos medios y bajos, que implementan la represión ordenada por sus jefes, podría haber oficiales que se muestren reacios y podría conducir a una presión en cadena si existen estímulos de algunos países”. Pero ese escenario, por lo pronto, no es probable.
El profesor González agrega que en un régimen militar como el venezolano, gobernado por un civil, los militares no van a dejar tan fácil el botín pues dominan 12 de 34 ministerios. Pero los mandos medios podrían ser la fisura por donde se filtre una eventual traición.
Sin embargo, el dictador está cada vez más solo. Una de las canciones que han circulado por estos días es “Apesar de você” (a pesar de usted) del brasilero Chico Buarque sobre la dictadura de Brasil de Médici en los setenta y que se ajusta para el caso venezolano como un grito de esperanza: “Hoy tú estás a cargo (…) a pesar de ti, mañana será otro día”.
Cortesía de El Colombiano
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