Brujas desnudas preparando sus pócimas. Aquelarres en bosques oscuros. Hechicerías y ungüentos que hacen volar. El italiano Salvator Rosa pintó todo esto y más en sus impresionantes cuadros, entre los que destaca La bruja, un lienzo que La Galería de los Uffizi en Florencia acaba de incorporar a sus fondos. Nos adentramos en la vida y obra de un pintor barroco excepcional, cuyo gusto por lo grotesco encandiló al mismísimo Francisco de Goya.
¿Quién fue Salvator Rosa?
Un espíritu inquieto: de Nápoles a Roma
Nacido en Nápoles en 1615, Salvator Rosa mostró desde joven una gran pasión por las artes. Aunque su familia deseaba que se ordenara sacerdote, optó por estudiar pintura bajo la tutela de Francesco Fracanzano. Más tarde, se trasladó a Roma y luego a Florencia, donde desarrolló su estilo característico.
Rosa también ejerció como poeta satírico y pensador. Aunque ecléctico, el pintor napolitano destaca, en especial, por una marcada inclinación hacia lo esotérico, lo macabro y lo sobrenatural, temas que plasmaría en sus obras literarias.
Un pintor del Barroco
Este artista ocupa un lugar singular en la historia del arte barroco, un movimiento artístico que se caracterizó por el dramatismo, el gusto por la complejidad emocional y la exploración de lo sublime. El Barroco, que nació en el contexto de la Contrarreforma, buscaba evocar fuertes emociones en el espectador y reconciliar la espiritualidad con la experiencia sensorial.
El Barroco fue una época marcada por un intenso interés en lo oculto, derivado tanto del humanismo renacentista como de la Contrarreforma. Rosa, inmerso en este contexto, se interesó por textos esotéricos como el Corpus Hermeticum, que también inspiraron a contemporáneos como Athanasius Kircher. La obra de Rosa refleja esta influencia al integrar simbolismo alquímico y elementos que aluden a la Anima Mundi y a la transmisión del conocimiento oculto.
Los temas de sus obras pictóricas
Paisajes melancólicos
Rosa es conocido por sus paisajes melancólicos y sombríos, en los que gustaba representar un mundo hostil y caótico. Obras como Paisaje con torres o Marina con tormenta ilustran su maestría para capturar la naturaleza en su estado más salvaje y amenazante.
En estas pinturas, las ruinas y la pequeñez de las figuras humanas refuerzan la idea de la insignificancia del hombre frente al poder abrumador de la naturaleza. Comparado con otros artistas contemporáneos como Claude Lorrain, quien enfatizaba la serenidad y la belleza armónica de los paisajes, Rosa optó por un enfoque más oscuro y cargado de emoción.
Religión y guerra
Además de los paisajes, Rosa abordó temas religiosos, mitológicos y escenas de batalla. Eso sí, lo hizo siempre con un enfoque poco convencional, que enfatizaba los aspectos más oscuros y emocionales de sus narrativas.
Brujas y magia negra: el gusto de Rosa por lo hórrido
“Escena de brujería” y “Las tentaciones de San Antonio”
El interés de Rosa por lo sobrenatural se evidencia en obras como Escena de brujería y Las tentaciones de San Antonio. En Escena de brujería, por ejemplo, Rosa representa un aquelarre donde varias figuras grotescas y sombrías se congregan alrededor de un caldero, en un paisaje desolado que enfatiza el horror y el caos. Esta obra destaca por su atención al detalle, como la inclusión de inscripciones ocultas en los objetos y los gestos inquietantes que hacen los personajes.
Por su parte, Las tentaciones de San Antonio presenta al santo rodeado de criaturas demoníacas que lo amenazan. El escenario oscuro refleja la lucha interna entre la virtud y la tentación. Ambas pinturas constituyen ejemplos paradigmáticos de cómo Rosa utilizaba el simbolismo y los contrastes lumínicos para generar una atmósfera de misterio y angustia.
Lo macabro como reflejo del presente
Las pinturas más oscuras de Rosa presentan brujas desnudas, criaturas monstruosas y rituales mágicos, elementos que parecen extraídos directamente de los manuales inquisitoriales y las descripciones de los aquelarres. Algunos estudiosos incluso apuntan que Salvator Rosa pudo estar vinculado a algunos círculos esotéricos en Florencia, como el liderado por Massimiliano Palombara.
En sus lienzos brujeriles, Rosa hace un uso detallado y casi clínico de objetos macabros: fósiles, fétidos cadáveres, velas y grimorios. Estas representaciones no solo buscaban provocar terror, sino también invitar a reflexionar sobre las sombras de la naturaleza humana y el abismo entre el bien y el mal.
La influencia de Salvator Rosa en las corrientes artísticas posteriores
El Romanticismo
Rosa influyó profundamente en el Romanticismo, un movimiento que también buscó explorar lo sublime y lo sobrenatural. En la obra de Rosa, lo sublime emerge a través de sus paisajes desolados y las atmósferas cargadas de misterio, que evocan tanto la fascinación como el terror ante lo desconocido.
Este tratamiento anticipó elementos clave del Romanticismo, como la representación de la naturaleza como una fuerza indomable y aterradora. Por ejemplo, en artistas como Caspar David Friedrich, se puede observar un enfoque similar en la forma en que los paisajes transmiten emociones profundas que contrastan con la fragilidad humana.
Impacto en la obra de Goya
Asimismo, Rosa inspiró a escritores y pintores interesados en explorar las tensiones entre el orden racional y las fuerzas irracionales, temas que también fueron centrales en el Romanticismo. Artistas como Francisco de Goya y Johann Heinrich Füssli encontraron en su obra una fuente de inspiración para sus visiones de pesadillas y horrores.
Además, la fascinación de Rosa por la brujería y lo macabro anticipó los temas góticos que se desarrollarían en la literatura y las artes visuales del siglo XIX. En este sentido, su legado trasciende su época al conectar el Barroco con las sensibilidades estéticas posteriores.
‘La Strega’: el cuadro de Rosa que la Galería de los Uffizi ha recuperado
La restauración que reveló posibles referencias ocultas
Uno de los cuadros más emblemáticos de Salvator Rosa es La strega (La bruja), recientemente adquirido por la Galería de los Uffizi. En él una figura femenina central domina la composición, rodeada de elementos propios de los rituales mágicos: calderos humeantes, animales grotescos y paisajes oscuros.
El cuadro se sometió a un proceso de restauración, que conllevó la limpieza de capas de barniz amarillento y la reparación de pequeñas grietas en la pintura. La intervención permitió recuperar la intensidad de los colores originales y los intrincados detalles de la composición.
Además, la restauración permitió descubrir algunos elementos ocultos, como las inscripciones en el libro que sostiene la figura central. Se estima que podrían hacer referencia a algún grimorio real que circuló en la época, lo que reafirma la posición de Rosa como un artista profundamente influenciado por las tradiciones esotéricas.
La relevancia de Salvator Rosa en el presente
El retorno de La Strega al público destaca la relevancia contemporánea de Rosa y su capacidad para seguir fascinando a nuevas generaciones. En un tiempo donde las cuestiones vinculadas a lo oculto y lo inexplicable despiertan renovado interés, la obra de Salvator Rosa actúa como un puente entre los miedos y esperanzas del Barroco y los dilemas modernos.
Referencias
- Frau, Dalmazio. 2022. Demoni, streghe e battaglie. L’avventurosa vita di Salvator Rosa. Edizioni Mondo Nuovo.
- Skuld, S. y F. Rubio. 2018. Salvator Rosa: las pinturas brujas. Archivos Vola.
- 2024. “Arriva agli Uffizi un capolavoro esoterico del Seicento: la Strega del pittore ‘maledetto’ Salvator Rosa”. Le gallerie degli Uffizi. URL: https://www.uffizi.it/news/strega-salvador-rosa
Cortesía de Muy Interesante
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