En 1972, un análisis de sangre rutinario en una mujer embarazada reveló un misterio médico que desconcertó a los científicos durante cinco décadas. La ausencia de una molécula en los glóbulos rojos, presente en el 99.9% de las personas, dio lugar a una larga investigación que finalmente culminó en el descubrimiento del grupo sanguíneo MAL, el número 47 identificado hasta ahora.
Este hallazgo, según Science Alert, no solo amplía la comprensión sobre los grupos sanguíneos, sino que también mejora la seguridad en las transfusiones y plantea nuevas preguntas sobre la biología humana.
El grupo sanguíneo MAL pertenece a una categoría extremadamente rara. De acuerdo con la Universidad Internacional del Atlántico, menos del 0,01% de las personas carecen del antígeno AnWj, cuya ausencia define este tipo de sangre. Este antígeno, presente en una proteína llamada MAL, desempeña un papel crucial en la estabilidad y el transporte celular, lo que subraya su importancia en la salud.
De un misterio genético a un avance histórico
El descubrimiento del grupo MAL es resultado de décadas de trabajo liderado por Louise Tilley, hematóloga del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, y Tim Satchwell, biólogo celular de la Universidad del Oeste de Inglaterra.
Según Science Alert, los investigadores lograron insertar el gen MAL en células sanguíneas AnWj-negativas y confirmaron que esta proteína era responsable del antígeno ausente. Curiosamente, la proteína AnWj no está presente en recién nacidos ya que se desarrolla poco después del nacimiento.
Según National Geographic, los pacientes con este tipo de sangre enfrentan riesgos elevados durante las transfusiones, ya que una reacción inmune puede causar complicaciones graves, como coágulos sanguíneos o insuficiencia renal. Ahora, los médicos pueden realizar pruebas genéticas para identificar esta condición y ajustar los tratamientos en consecuencia.
Además, este avance abre nuevas líneas de investigación sobre cómo las mutaciones genéticas pueden influir en la biología humana. Según la Sociedad Americana del Cáncer, las mutaciones genéticas no siempre son perjudiciales; algunas permiten adaptaciones únicas que pueden ofrecer pistas sobre el tratamiento de enfermedades raras.
El descubrimiento del grupo MAL apunta a cómo las mutaciones genéticas pueden tener efectos profundos en nuestra salud. Según la Sociedad Americana del Cáncer, las mutaciones son cambios en el ADN que pueden ocurrir de manera espontánea o ser heredadas.
Aunque muchas están asociadas con enfermedades, otras, como la mutación que causa el grupo MAL, revelan aspectos únicos de la fisiología humana que pueden ser clave para nuevos tratamientos médicos.
Cómo el conocimiento de los grupos sanguíneos puede salvar vidas.
Conocer nuestro tipo sanguíneo no es solo una curiosidad médica. Según Medline Plus, esta información es esencial para garantizar transfusiones y trasplantes seguros, ya que la incompatibilidad puede desencadenar reacciones inmunes potencialmente mortales.
Durante el embarazo, las pruebas para determinar el grupo sanguíneo también pueden prevenir complicaciones como la anemia grave en el recién nacido.
Cortesía de Xataka
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