Al menos 60 muertos en el noreste de Colombia en violentos enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC

Un hombre, una mujer y una niña viajan en motocicleta por Tibú, Colombia, mientras sostienen bolsos llenos de pertenencias.

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  • Autor, Redacción
  • Título del autor, BBC News Mundo

Al menos 60 muertos, 32 personas secuestradas y cientos de desplazados. Es el saldo que, según la Defensoría del Pueblo, deja la cruda y reciente escalada de violencia en la región del Catatumbo, en el noreste de Colombia.

La Defensoría indicó que los últimos actos están ligados al Ejército de Liberación Nacional (ELN), el grupo armado activo más grande de Colombia, y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).

La Farc firmaron un tratado de paz con el gobierno colombiano en 2016, pero distintos grupos disidentes han mantenido su pugna armada contra otras guerrillas, incluida el ELN, y fuerzas del Estado en varias regiones del país.

Los ataques en El Catatumbo, región fronteriza con Venezuela, rompieron una tregua incómoda entre estos grupos guerrilleros, inmersos en negociaciones de paz con el gobierno de Gustavo Petro.

Sin embargo, ante el agravamiento de la situación, el gobierno suspendió los diálogos de paz con el ELN.

“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, afirmó Petro en X el pasado viernes.

Además de los 60 muertos, entre los que se encuentran siete firmantes de paz de acuerdo a la Defensoría, se reportan confinamientos en varios municipios.

“Muchas personas, entre ellas firmantes de paz, líderes sociales y sus familiares, e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas debido a los señalamientos del ELN”, agregó la Defensoría.

El organismo también informó que cientos de familias se desplazan ahora mismo hacia otros municipios y que en algunas comunidades de la región se empieza a reportar escasez de alimentos.

“Rompimiento de alianza”

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El Catatumbo, región fronteriza con Venezuela, ha sido escenario de una violenta disputa territorial entre grupos armados durante años.

Esta zona es un foco importante de economías ilícitas como el tráfico de cocaína.

El ELN, disidencias de las FARC como el Estado Mayor Central (EMC) y grupos paramilitares hacen presencia y rivalizan en esta región caracterizada por la dificultad de las fuerzas del Estado para contener el conflicto.

“Hay una situación muy crítica en esta región del país”, dijo el comandante del Ejército Nacional de Colombia, Luis Emilio Cardozo.

Hubo un “rompimiento, digamos, de esa alianza” entre el ELN y disidencias de las FARC que se desligaron del acuerdo de paz de 2016, lo que “ha generado una afectación muy importante a la población civil”, dijo el general en un video publicado por el Ejército en X.

La situación se agravó particularmente desde el pasado miércoles 15 de enero, cuando fueron asesinados el empleado funerario Miguel Ángel López junto a su esposa e hijo pequeño en la vía entre el Tibú y Cúcuta, cerca de la frontera con Venezuela, en un caso que estremeció al país.

Ataúdes de Miguel Ángel López y su esposa durante su servicio funerario.

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Según reportes, un grupo armado los interceptó y asesinó a bala, aunque el ELN, en este caso, negó cualquier responsabilidad en los hechos.

Horas después del crimen, sin que esté clara su conexión con la espiral de violencia, se desataron los enfrentamientos.

Miles de efectivos militares se han movilizado a la región para intentar controlar la situación y medios colombianos reportan que el presidente Petro estudia varias medidas de emergencia, entre ellas, el decreto de estado de conmoción interior, que implicaría darle facultades extraordinarias al Ejecutivo.

Negociaciones suspendidas

Gustavo Petro, presidente de Colombia, fotografiado el pasado noviembre.

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Tras ser elegido presidente en 2022, Petro emprendió un ambicioso proyecto de “paz total” que incluyó sentarse a la mesa y negociar con el ELN y otros grupos armados que controlan partes de Colombia.

La suspensión de dichas negociaciones el pasado viernes con el ELN llega después de varios meses de tira y afloja en que las negociaciones se congelan y retoman sucesivamente en lo que ahora parece ser un punto muerto.

Petro acusó el pasado viernes al ELN de cometer “crímenes de guerra”, aunque esta guerrilla, por su parte, apunta y responsabiliza de la última escalada de violencia a disidencias de las Farc.

“La región del Catatumbo conoce bien que habíamos advertido que si el Frente 33 de la ex Farc continuaba atentando contra la población e incumpliendo compromisos no quedaba otra salida que la confrontación armada”, dijo el ELN en un comunicado en X.

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Cortesía de BBC Noticias



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