Esta pequeñita criatura encontrada en la frontera con Alaska es el pariente vivo más cercano de todos los animales que conocemos

Sin duda, las entidades más diminutas de nuestro planeta pueden ser también las más fascinantes. Un claro ejemplo es LUCA, el último ancestro común universal de todos los seres vivos. Este organismo unicelular procariota guarda el secreto de nuestra existencia.

Recientemente, sin embargo, se descubrió que el origen de la vida podría ser aún más antiguo. Esto se evidenció gracias a un sedimento encontrado en el fondo marino, complementado con el hallazgo de una diminuta criatura en la frontera con Alaska.

Esta forma de vida habita en las profundidades de las aguas salobres del lago Mono, ubicado en la Sierra Nevada oriental. Allí, un grupo de investigadores descubrió que, entre las icónicas formaciones de toba del lago y la abundante población de artemias, se encontraba oculta en el brazo salado del lago.

Se trata de un coanoflagelado, un organismo unicelular microscópico que ha sido catalogado como el pariente vivo más cercano del reino animal.

Los nuevos descubrimientos

Estudios recientes revelan que estos organismos tienen la capacidad de dividirse y formar colonias multicelulares, de manera similar a como lo hacen los embriones animales.

Es importante aclarar que los coanoflagelados no son animales en sí mismos, pero representan una pieza clave para entender la transición evolutiva de los organismos unicelulares a multicelulares.

Aunque otros coanoflagelados han sido descubiertos en el pasado, este hallazgo resulta especialmente interesante porque es el primero de su tipo en albergar su propio microbioma. Este término se refiere a un conjunto de microorganismos que viven en un entorno específico, lo que indica una relación física estable con diversas bacterias.

La convivencia de distintos organismos

El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Berkeley se centra en un periodo de hace aproximadamente 650 millones de años. Su objetivo es desentrañar los orígenes de los animales.

Estos diminutos coanoflagelados, frecuentemente pasados por alto por los biólogos marinos, contienen pistas esenciales para entender los océanos primitivos, donde abundaban organismos precursores de los animales actuales.

Una colonia de coanoflagelados teñida para mostrar sus características

En términos simples, el descubrimiento de esta criatura y el análisis correspondiente podrían ofrecer respuestas cruciales sobre los primeros pasos en la interacción entre animales y bacterias, lo que eventualmente derivó en el desarrollo del microbioma humano.

Durante los análisis iniciales, los investigadores detectaron ADN bacteriano en la colonia hueca del coanoflagelado. Posteriores estudios revelaron que no se trataba de restos bacterianos consumidos, sino de bacterias que vivían dentro de la colonia en una relación simbiótica, documentada por primera vez en este tipo de organismos.

Su importancia y posibilidades

Este descubrimiento ofrece una oportunidad única para comprender mejor cómo las bacterias influyen en el comportamiento de los coanoflagelados, como los procesos como el apareamiento y la formación de colonias.

Además, proporciona una nueva perspectiva sobre las complejas relaciones entre microorganismos y su entorno, lo que resalta su importancia en la historia evolutiva de la Tierra y en la frágil red de vida que la sustenta.

Colonias Globulares Del Coanoflagelado B

Colonias globulares del coanoflagelado B

Los científicos señalan que este hallazgo podría tener implicaciones tanto en la biología evolutiva como en la medicina moderna. Entender cómo los organismos unicelulares interactúan con las bacterias podría revelar información valiosa sobre las primeras etapas de la multicelularidad y sus ventajas evolutivas.

Finalmente, futuras investigaciones podrían aportar datos clave sobre las interacciones dentro del microbioma humano, lo que también abre nuevas posibilidades para el tratamiento de enfermedades relacionadas con este sistema.

Cortesía de Xataka



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