Dicen los que saben que “divulgar” es una palabra de origen latino y que, desde hace más de dos mil años, se escribe igual y significa lo mismo: Poner algo al alcance de la gente común.
Es cierto, que nos llamen gente común es algo que no le gusta a casi nadie porque, con lo “especialitos” que nos creemos, que nos digan comunes o vulgo… ¡No, eso ya no, eso es lo último! ¿Pero somos tan fantásticos como nos creemos?
El mayor especialista del mundo, en la materia más estúpidamente rebuscada y confusa que te puedas imaginar, será siempre un perfecto lego en cualquier otra cosa que quizá tu o yo dominemos a la perfección. Y, aun siendo “un máquina” en lo suyo, te aseguro que ante la duda siempre habrá de reconocer que todo, todo, tampoco lo sabe. O incluso, y si es inteligente, reconocerá que le queda más por conocer que lo que ya aprendió… aunque quizá si hablamos de reguetón la cosa sea diferente… no lo sé.
Sea como fuere, desde que dicen que dijo Sócrates aquello de “solo sé que no se nada” el culto a la ignorancia siempre ha sido cosa de mal gusto y de tener pocas luces y, como no lo podemos saber todo de todo, la labor de la divulgación es fundamental para aquellos que nos consideramos curiosos, o unos perfectos ignorantes en busca de redención.
Desde que tengo uso de razón Muy Interesante siempre ha hecho honor a su nombre. Cuando tenía la oportunidad de tener la revista entre las manos era difícil que pudiera mirar a otro lado. Y hoy reconozco ufano, que muchos de los datos y ejemplos que he usado en mis conferencias o artículos salieron de sus páginas y fueron a forma parte del acervo personal de mi memoria.
La divulgación acerca a la gente a aquello que le llama la atención, y es fundamental para mantener el flujo de atención necesaria sobre el mundo del saber. Y ya que algo me interesa, por qué no seguir investigando sobre esta línea o sobre la siguiente, o sobre la de más allá.
Poder asomarme a la curiosidad fiel de los lectores de Muy Interesante desde mi trinchera filosófica y ética, es algo que aprecio honestamente. Pues en un mundo donde confundimos estoicismo con autoayuda, y a Marco Aurelio con un influencer de la antigüedad, es importante dar herramientas básicas a aquellas personas que legítimamente se sienten seducidos por el amor a la sabiduría y por la posibilidad de una buena vida, que es de lo que trata realmente la ética, y que será el tema toral de todos mis artículos.
Ética, moral, confianza, responsabilidad, libertad, felicidad, serán parte de los temas que iré hilvanando, entrega tras entrega, desde la posición de un filosofo del siglo XXI que sabe que tienes prisa y que valora cada minuto que dediques a leerme. Así pues, tengo el honor de poder anunciaros que ¡empiezo en Muy Interesante!
Continuará…
Cortesía de Muy Interesante
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