En 1982, Ford revolucionó las patrullas de las fuerzas del orden con el Mustang SSP, un vehículo diseñado específicamente para cumplir tareas de alta velocidad. Este modelo, equipado con el motor V8 de 5.0 litros, alcanzaba los 257 kilómetros por hora y aceleraba de cero a 100 kilómetros por hora en poco más de 6.3 segundos.
Su potencia y maniobrabilidad lo convirtieron en el aliado ideal para perseguir autos deportivos como Porsches, de hecho su eslogan de venta era: “Este Ford se gana la vida persiguiendo Porsches”. En ese mismo año, la Patrulla de Carreteras de California (CHP) adquirió 406 unidades, lo que marcó un antes y un después en los vehículos policiales.
El Mustang SSP, acrónimo de “Special Service Package”, ofrecía una combinación única de velocidad, ligereza y personalización. A diferencia de los tradicionales sedanes policiales, este modelo era más ágil y eficiente, características indispensables para las misiones de patrullaje en carreteras y persecución de conductores temerarios.
Según Ford, estas unidades se adaptaban a las necesidades de cada agencia, como jaulas antivuelco para Oregón y Kentucky o vidrios eléctricos solicitados por la Policía de Nueva York. Este enfoque de personalización fue clave para su éxito, ya que se vendieron más de 15,000 unidades entre 1982 y 1993.
La popularidad del Mustang SSP también residió en su capacidad para proyectar una imagen de élite dentro de los departamentos de policía. Jim Ritter, ex oficial de Seattle, explicó a Hagerty que estos autos eran considerados un premio al buen desempeño, reservados para los mejores oficiales.
El Mustang SSP no era el mejor vehículo para policías del mundo
Sin embargo, también representaban desafíos prácticos, como la imposibilidad de transportar prisioneros, lo que limitaba su uso a tareas específicas. A pesar de ello, su desempeño excepcional en persecuciones y patrullajes lo convirtió en ícono de las fuerzas del orden y en referente de la ingeniería automotriz de la época.
El Ford Mustang SSP no solo redefinió el concepto de los vehículos policiales, sino que también demostró la capacidad de la marca para combinar rendimiento, diseño y funcionalidad en un solo modelo además, dejó un legado imborrable en la historia automotriz y policial de Estados Unidos.
Cortesía de Xataka
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